Tuyo [Mushimizo bsd] BSD MANGA SPOILERS

Capitulo 4 Parte 2.

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A Mushitaro no le gustaba ser parte de eventos. Hoy era una excepción.

Ranpo y Edgar lo invitaron a una feria tradicional en el pueblo, y dijeron que mañana tendrían "algo especial para el".

Suspiró.

Odiaba las Yukatas.

De milagro tuvo que ponerse una Yukata linda, gris con tonos azules grisáceos.

Era cómoda, no iba a mentir.

—Biennn~ ¿Estamos listos?—dijo Ranpo abriendo la puerta de la habitación del hotel.

Asintieron y fueron hacia la feria.

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Habían distintos juegos, comida, e incluso souvenirs. Mushitaro se estaba mareando con la cantidad de gente en el evento.

Fueron a comer, luego a comprarse souvenirs y ahora Edgar y Ranpo se encontraban jugando a esos juegos que siempre juegan las parejas y se ganan cosas.

El azabache los miro y luego volteó hacia una tienda.

Ahí vendían libros, y entre esos una editorial que incluía el libro de su amigo.

Se sentía algo feliz. ¿Cómo pudieron publicar el último capítulo antes que él?

Prefirió dejar ese tema en el olvido. Ignoro a Ranpo y Edgar para sentarse en un banco.

Y los fuegos artificiales empezaron a salir.

Distintos colores, tamaños. Eran brillantes. Sobresalían del oscuro cielo de la noche.

La luna y algunas estrellas acompañaban el paisaje. Digno para ponerlo en un cuadro, o describirlo con palabras.

No se dio cuenta que una persona se sentó a su costado.

Estaba callado. Solo contemplaba el paisaje con una sonrisa melancólica. Su Yukata era de colores fríos pero resaltaban más el verde y el azul.

—Qué linda esta la noche, ¿Verdad?—Dijo la persona al costado del azabache.

—Si.. No es por ser descortés pero ¿Alguna vez perdió a alguien que le significó demasiado? No estoy hablando del todo sobre muerte. Solo es en general..—Dijo mientras volteaba a ver a la persona.

—Oh, ¿Y cuando perdió a ese alguien su vida se volvió una pesadilla? Claro que si. Mi mejor amigo significaba demasiado para mi. Convivíamos día a día hasta que le toco irse de una manera muy trágica. A veces almuerzo o desayuno, a veces no. No se si dormir y me cuestiono la vida. Si me paso.—Dijo volteando a ver al azabache.

—Ah, a mi también. Ese alguien lo apreciaba tanto que no me atrevía a decirle lo que sentía cuando debía. Que siento además que fue mi culpa haber dicho todo lo que le dije... y hacer lo que tenía que hacer para que fuese feliz. Siento que la culpa me atormenta y tengo miedo. Ahora no lo puedo superar.—Dijo mientras miraba al cielo.

—Lo entiendo. Es difícil.— la persona también miro al cielo.

Ambos se quedaron ahí. Incluso hablaron de libros y de sus propios amigos, sin decir nombres, claro.

Las personas los miraban raro. Pensaban que eran amigos de toda la vida que se encontraban después de mucho tiempo.

—A-Ah, son las 11, tengo que ir a una dirección. ¿Sabe donde queda?— La persona le enseñó un papel con una dirección.