¿Podriamos ser amigos? [ym] TERMINADA

Capitulo veintitrés: Mi lindo chico.

HoSeok cumplió su palabra, porque cinco días después lo contacto, citándolo a una cafetería. YoonGi esa tarde salió mas temprano del trabajo, buscando su mochila y subiéndose a su vehículo para ir a la cafetería que quedaba cerca del trabajo del menor.

Media hora después estaba sentado en una mesa esperando a su amigo. Estaba nervioso, nervioso de lo que le diría, de su reacción. ¿Y si aun no lo perdona?. ¿Y si ya no quiere ser su amigo?. Miles se pregunta se le cruzaban por su cabeza, y ninguna iban hacia una respuesta positiva.

No había hablado con JiMin, y por más que sus manos hormigueaban por escribirle no se atrevía, lo mas probable que el pelirosa en estos momentos lo debe estar odiando, y tenia todo el derecho del mundo, se comportó como un idiota.

Aun podía recordar sus mejillas con lágrimas, sus ojos que le pedían a gritos que se quedara a su lado, que luchara por lo que tenían, pero no tuvo el valor. Estar con JiMin es perder a su familia, personas que han estado a su lado en los buenos momentos junto con los malos. Y tal vez está siendo cobarde, pero la verdad es que su felicidad no seria completa sin sus mejores amigos.

Y toda esta situación lo confundía. JiMin estos meses lo hizo tan feliz, le hizo experimentar sentimientos y emociones que nunca había conocido, ni siquiera sabia lo mucho que uno podía desear y amar a alguien. Y JiMin se lo enseño.

El insomnio era insoportable, la única manera poder quedarse dormido antes era después de un cansador día, llegar a su casa, comer, bañarse, para después acostarse y hablar por teléfono o mensajes con JiMin toda la noche. Y aún así después de trasnochar hablando con el toda la noche, se sentía lleno de energías al día siguiente. 

Lo extrañaba demasiado, y lo necesitaba todo el tiempo y a lo único que se podía aferrar en las noches para sentirlo un poco mas cerca suyo era un polerón de lana que el dejo una vez en su departamento, una de las tantas tardes que iba para allá, y se besaban, hablaban y se miraban horas.

Si, definitivamente está loco y estúpidamente enamorado de él.

El pensamiento de buscarlo y decirle que le de tiempo para que las cosas se calmaran en su vida privada era muy tentativa. Pero después de su último encuentro lo debe estar odiando, porque él lo hace.

A YoonGi no le gustaba dañar a las personas, pero al parecer es algo inevitable en él, a dañado a todas las personas que más ha amado. A Kyung, cuando eran novios y lo dejo por Suk. Ah Suk, bueno en realidad no sabia si lo había dañado, la verdad es que en la relación el que más sufrió por su indiferencia fue él. Y a HoSeok, que juro protegerlo de todo y de todos. Y ahora a JiMin, alguien que solo le brindo felicidad, paz y amor, y YoonGi se encargó de destruirlo y arruinar todo lo que tuvieron con solo unas pocas palabras.

---Hola Hyung.---Lo saluda un serio HoSeok sentándose frente a él.

YoonGi le sonrió de labios.---Hola.---Dice tocándose las manos nervioso por debajo de la mesa. HoSeok se quedó en silencio mirando un punto muerto a través de la ventana. Este era su momento de poder disculparse adecuadamente y poder aclarar las cosas.---HoSeok yo...

HoSeok suspiro frustrado, haciendo que las palabras del pelinegro quedaran en el aire.

---Hyung yo...Yo te prometí que te citaría antes de año nuevo, para poder aclarar las cosas y para no sea incómodo para los chicos la cena de año nuevo.

Las fiestas siempre las han pasado juntos, hace aproximadamente cuatro años, antes la pasaba con HoSeok y su familia, aunque siempre quiso pasarla con su ex pareja, Suk, pero este siempre fue tan frio en la relación.

---Si, yo tampoco quiero que por mi culpa la fiesta sea incómodo para los chicos.---Murmuro.

El pelirrojo rodo los ojos, aun no se le iba la rabia hacia YoonGi, pero sabía que no podría estar toda la vida enojado con él, y mas cuando hay personas entre medio. Sería diferente si no estuvieran los chicos, si no tuvieran nada que los mantuviera unidos, seria más fácil, solo romper el vinculo y no verse nunca mas en la vida. Seúl era una cuidad grande, pero no lo suficientemente grande para no toparse con las personas indeseadas, haciendo que el rencuentro fuera incomodo.