Nunca había sido tan difícil ser hermanos...
Pocos recordaban su existencia, Lily aprendió a continuar con una vida de tristeza y soledad, hasta que el destino jugo con ellos.
Acompañen a estos hermanos desidiosos en su camino de locura.
―Ja, ja, ja, ja, ja, ja ―Se escucho una risa insolente. ―¿Belleza?, les voy a demostrar cómo se ve su belleza a la luz de la luna llena, hoy es tu fin Cyb Bermúdez ―Dijo la mujer de ojos carmesí.
―Caren, hija vamos, volvamos a... ¿hija? ―Pregunto viendo como Caren hiperventilaba.
―Papá, que me pasa aj ―Dio un grito ahogado y se tiró al suelo. ―Madre, madre, ayúdame ―Susurro mientras se retorcía en el suelo, en ese momento apareció una mujer de cabello negro azabache, cubriendo a Caren con una capa roja.
―¿Qué haces aquí? ―Susurro Greisen tomando de la muñeca a Cyb
―También es mi hija y ya me cansé, no voy a soportar ni un minuto más lejos de mi niña, ahora date prisa y llévala al bosque antes de que la transformación comience ―Dijo Cyb viendo como su niña se alejaba. ―Veo que aun eres tan escurridiza como siempre... Y también veo que aún no lo entiendes, jamás tendrás oportunidad de dañarme.
―Siempre iré un paso más adelante que tú, o que pensaste que tu lindo ex marido he hija se fueron sin compañía ―Termino con una carcajada y desapareció.
―No, no, no. Maldita sea ―Pensó mientras corría hacia el bosque ―CAREN, GREISEN ¿En dónde están?, CAREN, GREISEN MALDICION CONTESTEN, ¿EN DONDE ESTAN? ―A lo lejos alcanzo a escuchar un grito. ―¿Caren? ―se preguntó mientras se acercaba a donde estaba su hija y vio a Greisen tirado.
―Greisen, hay por los dioses, por favor, por favor, tienes que vivir.
―¿Porque le lloras a ese pobre diablo?, Loba ancestral ―Pregunto un hombre alto de tez pálida, ojos rojos intenso y cabello café.
―Quien lo diría, aun lo ama... ―Dijo la misma mujer en tono burlón.
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―¿Me puedes repetir que fue lo que te hizo?, porque la verdad es que ya me estoy cansando de tus juegos estúpidos Nikki ―Dijo un hombre alto de pelo blanco y ojos grises.
―Esa es una estupenda pregunta, dile Nikki, dile por qué no dejas que continúe con mi vida, uno creería que los vampiros no tienen sentimientos hacia otros, que no tienen razones para cuidar ni a los de su misma especie.
―CALLATE...
―¿Triadhe?, esa es una leyenda, no puede ser real.
―Pues es real, los vampiros al alcanzar su madurez, comienzan a sentir una inquietud insaciable, tal vez no sea por amor, pero si es por algo que los atrae.
―La sangre.
―Correcto, su querida amiga piensa que si me mata terminara con ese sentimiento y necesidad. Algo, que con certeza puedo decir que es falso, cuando un vampiro mata a la razón del porque sigue vivo, termina en una agonía y aunque es cierto que puedes encontrar una nueva Triadhe, siempre seguirás deseando a la primera.
―Escuchando esa explicación, ¿aun deseas acabar con su vida?
―Tú, no lo entiendes, ya es una agonía estar sin ella, la he seguido por cielo mar y tierra... quiero acabar con esto ahora. ―Dijo dándole un beso en la boca a Cyb y le arranco el corazón.
―¿P-Papá?, ¿Mamá?... Que les hicieron
―Mh, pensé que no despertarías, realmente lo siento niña, pero no podía vivir sabiendo que ella existía y por desgracia tú tienes sus mismos ojos penetrantes...tendrás que recibir lo que tu madre cosecho. Dijo la mujer de piel morena, cabello rizado y ojos rojos.
―Eres un monstruo ―Replico Caren, tapándose con la capa roja.
―Hay mi niña por supuesto que lo soy y no hay nada que puedas hacer para cambiarlo, así que despídete de todo lo que conociste hasta ahora, porque ya no lo tendrás ―Dijo la mujer mientras escuchaba gritos del pueblo.
―¿Q-Que hiciste Nikki?, son personas inocentes, ¿controlaste a personas inocentes para matarse entre sí?
―Sabes que me gusta acabar con toda existencia de lo que me molesta Sander, deja de ser tan melancólico ―Dijo acercándose a la chica, la tomo del cuello, creyendo que Caren se quedaría de brazos cruzados, con las fuerzas que la luna le acababa de otorgar introdujo su mano en el pecho de Nikki le saco el corazón y dijo.
―No te lo quietare, si terminas la agonía de mi pueblo
―¿P-Porque lo haría?
―Porque te has aferrado a la vida, porque veo en tus ojos el temor que te da ir al infierno, porque aún tienes un cacho de humanidad en tu ser, así que elige ricitos.
―Se acabo ―Dijo Nikki palabra la cual anula su poder. ―Ahora devuélveme mi corazón.
―Por supuesto, toma tu chingadera ―Dijo Caren arrojándolo al piso. ―Cargaras con él por el resto de tu vida y espero que te pese, no sabes que, no espero, lo anhelo.
Fueron sus últimas palabras sin saber que Nikki seria su peor sueño en toda la vida, ese día Caren se alejó de parís y se llevó a su pueblo, pasaron hambre, sueño, frio y dolor, algunos se iban quedando en el camino, con la espera de no seguir con la mala fortuna, otros iban muriendo en el camino a lado de la mujer que demostró determinación infinita, solo sobrevivieron los que tenían mucha fe y mucha lealtad a Caren Roux, pasaron muchos días y todos estaba agotados llegaron a las afueras de un pequeño pueblo llamado Lunairy, ahí conoció a Alastair Rarel.
