¿Qué clase de malentendido cree ahora?

Capítulo 3

Desde que Cale regresó del papeleo en el territorio Henituse, sentía varias miradas dirigidas hacia él.

Incluso Eruhaben-nim se encontraba en la villa súper Rock con la excusa de que su guarida estaba teniendo algunas reparaciones.

Se le hizo extraño que tanto Ron como Eruhaben-nim se quedaran cerca de él.

Se le hizo aún más extraño que Choi Han, el caballero que iba detrás de él como un cachorrito meneando la cola, había desaparecido hace dos meses sin dejar rastro y a nadie parecía importarle.

Cada que Cale preguntaba por Choi Han, tanto los niños como los adultos desviaban el tema.

¿Dónde está Choi Han?

Bueno, Cale lo dejo pasar, probablemente se haya ido tras un entrenamiento para alcanzar fuerza.

Además, si fuera algo grave ya le habrían informado.

Suspiro.

"¿Qué pasa humano? ¿Te sientes mal?"

Raon preguntó volando hacia su dirección.

"¿Cale-nya se siente mal?"

"¿Hay que llamar a un sanador?"

On y Hong también preguntaron malinterpretado un simple suspiro.

Cale quiso suspirar una vez más, pero se lo guardó para sí mismo tratando de calmar a sus hijos.

"Estoy bien, solo tengo hambre".

Así es, era mejor evitar toda clase de malentendidos.

No necesitaba a un montón de sanadores solo por suspirar.

"¡Iré por comida! ¡Mientras tanto come está tarta de manzana!"

"¡Debes comer mucho!"

"¡Si!, ¡Noona y el más menor tienen razón!"

'Tan energéticos'.

Cale creía que los niños rebosaban de energía cuando los vio salir corriendo y vio  a Raon entregarle un pedazo de tarta de manzana para después seguir a On y Hong.

Pero bueno…ya que el pedazo estaba en sus manos, tampoco podía desaprovechar, es cierto que tenía hambre.

Se sintió extraño, Cale nunca había tenido un apetito tan amplio.

Siempre comía lo mínimo, porque se llenaba rápido.

Desde hace algunos días ha estado sintiendo la necesidad de comer un poco más, también sintió un poco de mareos.

¿Será por ese bebé?

Alberu ya le había advertido sobre el asunto.

Lo más seguro es que ese bebé esté absorbiendo su energía, por eso su apetito aumentó, pero Cale tampoco quería comer demasiado, si subía de peso entonces tendría que hacer ejercicio para volver a su peso original.

Y todos sabían que el único ejercicio que él hacía era respirar.

Cale dirigió su mano hacia donde estaba el bebé y habló suavemente.

"No me hagas comer demasiado".

Sorpresivamente la voz que antes había escuchado del bebé le respondió.

«Lo siento, es que la comida es deliciosa».

"¿Eh?"

Cale casi pensó que su cabeza estaba teniendo otra etapa de alucinaciones.