— Buenos tardes — Saludó.

— Siéntate un rato — habló Yibo con una sonrisa.

— Creo-creo que interrumpo algo.

— ¡Para nada! — habló el señor Xiao. — Siéntate hijo.

Yan Ji miró a Yibo y este solo le asintió con una sonrisa.
En cuanto tomó asiento, Yibo le entregó su taza de té.

— Thanks.

— Happy to be of service Sr — respondió Yibo y ambos rieron. No era nada de otro mundo pero un chiste local entre ellos tres.

— Por favor continúen hablando. Lo mío puede esperar — dijo Yan Ji tomando de su té.

— Bien... Entonces hijo, sobre lo que te mencioné. ¿Qué dices?

— Haré lo que creas más conveniente papá. Si creen que de esa manera Xiao Zhan podría familiarizarse más... — comenzó a asentir. — Entonces no tengo problema.

— ¡De acuerdo! — expresó el señor Wang mientras aplaudía. —¿Ya te desocupaste?

Yibo asintió.

— Solo ordenaba algunos documentos y pensaba en ir a almorzar.

— ¡Qué bien! Venía a invitarte a eso — habló Yan Ji. — ¿Por qué mejor no se nos une Xiao Zhan? — preguntó dirigiéndose al pelinegro.

Yibo solo pudo tragarse las ganas de darle un buen golpe en la cabeza a su amigo.

— Aah, claro. Sería un placer.

— Entonces nosotros dos nos vamos. Andando viejo Xiao.

Ambos mayores rieron y salieron de la oficina, dejando a un Wang Yibo muy incómodo y un Yan Ji curioso por lo que sucedería esa tarde.

— Estaba pensando en ir a ese restaurante al que prometiste llevarme y hasta la fecha lo cumples Wang Yibo — expresó con indignación el pelinegro.

— Yo cumplo, pero no es mi culpa que siempre cuando la comida llegaba me dejaras plantado.

— Está bien. Tú ganas.

— Gracias.

— ¿Vamos en mi auto? — ofreció Yibo.

— ¡Seguro!

— No tengo problema con ello — respondió Zhan.

— Vamos entonces.

Los tres salieron de la oficina en dirección al estacionamiento. En cuanto Yibo le quitó el seguro al auto, Yan Ji rápidamente corrió hacia la parte trasera del auto del castaño interponiéndose ante Zhan.

— Me mareo mucho cuando voy adelante. Por favor, ve tu en ese lugar — dijo con una hermosa sonrisa. Miró a Yibo y podía sentir el fuego quemándolo vivo. Yibo iba a matarlo, pero los sacrificios valían la pena.

El camino al restaurante fue de las cosas más incómodas de las que Yibo había experimentado, y eso que había pasado demasiadas situaciones incómodas.

Cuando llegaron al restaurante, tomaron asiento ordenando rápidamente.

— Y bien, Yibo me contó que eran los mejores amigos.

— Yan Ji — llamó Yibo en tono de advertencia.

— Cuéntame. ¡¿Cómo se conocieron?!

Yibo miró de soslayo a su amigo. Sí, a veces Yan Ji y Xia Gang podían ser unos sinvergüenzas.

— YanYan... Xiao Zhan tuvo un accidente y perdió la memoria, no tiene muchos recuerdos de cuando éramos cercanos — respondió serio.

La sonrisa que su amigo mantenía plasmada en su rostro poco a poco desapareció.

Without You  ▪︎ [ZhanYi]Where stories live. Discover now