𝐜𝐨𝐯𝐞𝐫 𝐚𝐫𝐭: calaziike (twt)
Kristoff Van Banford recibe un video, altamente reconocido por su ilegalidad, por telegram. No se hagan falsas ideas, él lo pidió.
=͟͟͞♡ este capítulo contendrá: golpes, extorsión, secuestro, abuso físico y sexual, mención a la hemetofilia (?), humillación sexual, violación grupal y con objetos; mutilación, tortura, canibalismo forzado y muerte.
si este contenido te shockea o es de un carácter sensible para ti, recomiendo no leerlo.
por favor, evitar hacer comentarios fuera de lugar, porque esto no fue hecho con intenciones de ser un eroguro.
side note: sepan separar este fic de la serie como tal, pq yo amo el hypnowarren de la serie.
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Los dedos de Kris golpeaban la mesa repetidas veces, deslizando sin cesar por las entradas del foro que encontró. Dándole vueltas a la rueda del ratón, sus luces apagadas y el brillo azul iluminando su cara, sus ojos estaban cansados. Llegaban notificaciones de todos lados, pero, desde hace una semana, su mente solo esperaba un mensaje. —Nada nuevo, qué aburrido. — Murmuró, viendo como las fechas iban de ayer para atrás. Además, el formato permitía subir una única imagen por publicación, haciendo el proceso extenuante.
Se recostó en su silla, pasando por las fotos sin procesarlas; hombres sin cabeza, niños arrollados y mujeres en peleas donde les quiebran las piernas. La atracción hacia este contenido predomina por la curiosidad, seguida del morbo. Es conocido que la muerte llama la atención cuando uno no la sufre. Sin embargo, a Kris no le atraía la muerte, tampoco se escudaba en un interés por la anatomía. A Kris le gustaba sentirse fuerte, juzgar e incluso burlarse.
Destructivo y apático; Kris Van Bradford era así. Desde pequeño, no respetaba los límites ajenos y disfrutaba de hacerlo. Destruía el trabajo de sus compañeras, porque restaba puntos, o arrancaba flores que los más tímidos dibujaban. Asoció esa conducta con inmunidad, tanto sus padres como otros educadores justificaban su comportamiento; "los chicos serán chicos", o, "al menos no quema bichos con una lupa, ¡eso si es cruel!".
Aunque, objetivamente, no podemos ser materialistas y juzgar a un niño por dañar objetos, ¿no? Sí, tenían un valor emocional y, sí, se encontraban ligados a un mismo tipo de personas, pero, no era culpa de Kris, esos niños sabían como era él.
Una vez llegó la pubertad, las personas que lo rodeaban no tenían cómo saberlo. Las intenciones de Kris cambiaron, con ello como las demostraba. Arrancarle un aro a su compañera de en frente, romperle el lóbulo o aplastarle la mano a su compañero en el recreo, porque sabe que tiene un futuro en el básquetbol. Su inmunidad se desintegró cuando reconoció la existencia de los límites escritos, lo que digan sus padres no valía a menos que esté en el reglamento.
Sintiéndose encerrado, entró la suciedad a su huella digital. Era crucial para él demostrarse su grandeza y ver gente sufriendo lo que él jamás sufriría, le daba las pruebas suficientes. Podría ser uno de los autores de las fotos, no es ingenuo ante la violencia, porque está conformado por esta y, a la vez, no arruinaba su propia vida con esta. Él era lo justo y lo necesario.
