Capítulo 12

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Jhonny sostuvo a Mark en sus brazos todo el camino a casa, reacio a soltarlo, incluso cuando llegaron a la sede.

Desde que habían regresado, Jhonny no había podido dejar de temblar. No podía creer lo cerca que había estado de perder a Mark. El mero pensamiento de que los Cuervos hubieran podido dañar a su compañero, hacía que Jhonny quisiese aullar de rabia y desgarrar a los hijos de puta... aunque ya los había despedazado.

Una de las cosas más aterradoras de todas, era que Jhonny no había tenido la oportunidad de decirle a Mark lo mucho que significaba para él. Que lo amaba y no importaba si Chenle nunca se recuperaba, nunca lo dejaría ir.

Eso era algo que Jhonny planeaba remediar pronto. Tan pronto como sacudiera a Mark por ser tan estúpido y conseguir que casi lo mataran en primer lugar.

Mientras caminaban hacia el interior, vieron que estaba lleno de cambiaformas, felinos y Halcones por igual. Todos estaban hablando en voz alta, pero se callaron cuando vieron a Mark y Jhonny.

Lucas se abalanzó hacia Mark, se inclinó sobre una rodilla e inclinó la cabeza en señal de súplica. —Te doy las gracias por salvar la vida de mi pareja. Sin tu intervención, Kun podría haber muerto. Me comprometo a protegerte siempre.

Mark parpadeó un par de veces, claramente sorprendido por el gesto. —Uh... sí, gracias, pero en realidad no es necesario.

Lo hice porque es mi amigo, tú no necesitas comprometerte a nada conmigo.

—Sería bueno saber que los hijos de puta que golpearon a Mark fueron castigados —gruñó Jhonny, que no estaba listo para dejar el asunto completamente olvidado.

Mark negó con la cabeza. —Todo está bien, no lo hicieron porque sí. Estaban haciendo su trabajo protegiendo a Kun.

Eso era un poco demasiado indulgente en el libro de Jhonny, pero decidió dejarlo pasar, Mark ya había pasado por suficiente.

Lucas se levantó y le dio a Mark un fuerte abrazo. — Gracias por estar ahí para él.

—¿Cómo está?

A modo de respuesta, tanto Yunhyuk como Kun llegaron corriendo. Tan pronto como Lucas se apartó, se hicieron cargo, envolviendo a Mark en un fuerte abrazo.

—Siento haberte metido en problemas —sollozó Kun. Mark le dio unas palmaditas en la espalda. —Está bien,

no es culpa tuya.

—Yo debería haber mantenido un ojo sobre él —agregó Yunhyuk.

—Oye, pensé que todos éramos hermanos —Mark, suavemente lo reprendió.

—Lo somos —dijo Kun.

—Entonces es parte de mi trabajo cuidar de Kun. Eso vale para todos vosotros. Siempre cubriré vuestras espaldas.

Victoria corrió y lo golpeó en el brazo. —Nunca vuelvas a hacer nada tan estúpido.

Luego se unió al abrazo de grupo. Se quedaron así durante un momento antes de separarse. Mark sacó una botella de su bolsillo y se la tendió a Henry. —¿Es esto lo que estabas buscando?

Henry la tomó, las manos le temblaban al abrir la tapa. Tomando una aspiración profunda del contenido, asintió. —Sí, lo es.

Eso finalmente motivó a Jhonny a entrar en acción. Cruzando la distancia entre ellos, tomó a Mark por los hombros y le dio una leve sacudida. —¿En qué demonios estabas pensando, para ponerte en peligro de esa manera?

Mark se sonrojó, lanzó una mirada consciente de toda la multitud que había. —Lo hice por ti. Sé lo mucho que deseas que Chenle se recupere.

—No, si eso significa que tengo que perderte. Maldita sea,

¿no sabes cuánto te amo?

Con un jadeo, Mark meneó lentamente la cabeza. — Pensé que, dado que yo era un...

Jhonny gruñó, interrumpiéndolo. —Que dios me ayude, si dices que no puedo amarte porque eres un cuervo una vez más, te llevaré a la cama y golpearé tu culo.

Unas pocas risas sonaron por el anuncio.

Él las ignoró y continuó: —Tú eres lo más importante para mí. No me importaría si tuvieras un solo brazo, o fueras un hipogrifo púrpura.

—Eso sería interesante de ver —arrastró las palabras Donghyun, el listillo de la coalición.

—¿En serio? —preguntó Mark, una leve sonrisa en sus labios.

—Sí, eres mi compañero y no te cambiaría ni por un millón de felinos.

Mark se acercó y rodeó con sus brazos el cuello de Jhonny. —También te amo.

Jhonny soltó una carcajada de felicidad antes de inclinarse y capturar los labios de Mark en un duro beso. La multitud estalló en aplausos, y en ese momento, se dio cuenta de que realmente tenía su final feliz.

Lo único que le faltaba era Chenle, pero Mark había traído algo de esperanza en ese aspecto. En otras palabras, su compañero era un hacedor de milagros en todos los sentidos de la palabra.

Mark estaba fuera de la jaula de Chenle, mirando como el león se comía la comida mezclada con lo que todos esperaban que fuera la cura para su salvajismo.

Por supuesto, Jhonny también estaba allí, junto con Victoria, Yunhyuk, Timoteo, Lucas y Kun. Ya que todos ellos se consideraban familia, tenía sentido que todos quisieran ser testigos de este momento tan importante.

—¿Cuánto tiempo tomará? —le preguntó Mark a Henry.

El tigre se encogió de hombros. —Tu conjetura puede ser tan buena como la mía.

Esperaron, y cuando los segundos se convirtieron en minutos, Mark sintió que sus esperanzas caían. Aunque Jhonny no decía nada, podía sentir también la decepción de su compañero.

Desesperado por hacer algo, Mark se acercó al vidrio, puso su mano en contra el cristal y le dijo: —Realmente es necesario que vuelvas con nosotros. Jhonny ha esperado mucho tiempo por ti.

Mark continuó hablándole de Jhonny. Le dijo todo lo que lo quería, incluyendo sus buenas y malas virtudes. Cuando se quedó sin saber que más decir, comenzó de nuevo por el principio. No sabía durante cuánto tiempo había estado hablando, pero su voz estaba rasposa por tanto uso.

Después de lo que pareció una eternidad sin cambios, Mark dejó escapar un suspiro de derrota y permitió a su frente descansar contra el cristal. Jhonny se acercó por detrás, sus fuertes brazos se envolvieron alrededor de la cintura de Mark, que cerró los ojos, sintiéndose como un completo fracaso. Maldita sea, había estado tan esperanzado, ahora no tenían manera de revertir el veneno.

—Oh, Dios mío, mira eso —resopló Yunhyuk, su voz llena de admiración.

Mark miró hacia arriba y se encontró con la fija mirada de un hombre de pelo rubio que estaba al otro lado del cristal. Aunque vestido con ropa en mal estado y en extrema necesidad de un corte de pelo, por lo demás estaba sano. Tenía los mismos ojos azules que Jhonny, pero era unas de seis pulgadas2 más bajo.

—¿Chenle? —susurró Mark.

Chenle hizo un gesto tímido antes de poner su propia mano contra el vidrio, situando su palma encima de la Mark.

Mark le sonrió. —Bienvenido a casa, hermano.

FIN


Adaptación de la Serie de los Cambiaformas Perdidos de Stephani Hecht

Créditos de traducción y edición: Lex, Gaby y Lou

Serie de los CP 13 - La reivindicación de MarkWhere stories live. Discover now