Athena White, no era una diosa pero si muy inteligente. Una chica con un extraño pasado por descubrir.
Regulus Black, el hijo perfecto no tan perfecto. Un chico que se dió cuenta de que podía vivir sin importar lo que su familia diga, aunque vivía e...
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𝟏𝟔. 𝐕𝐄𝐑𝐀𝐍𝐎
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12 DE JUNIO DE 1978
El expreso Hogwarts partía hacia Londres. Los estudiantes viajaban con diferentes emociones, algunos relajados por terminar el año escolar y otros nerviosos por reencontrarse con sus familias. Este último era el caso de Athena y Regulus. La chica iba a la casa de la prima de su novio, con quien acordó ir en navidad porque en su casa ya no era recibida por su padre y su madre no vivía en un lugar fijo. Regulus, por su parte, realmente no quería ver a sus padres aquel verano.
En un vagón, con las cortinas bajas e insonorizado, se encontraban los tres amigos, viajando tranquilamente. Pandora contaba alegremente sobre su más reciente relación con un ex chico de Ravenclaw; Xenophiluis Lovegood era dos años mayor, que llevaban hablando desde hace tiempo. Habían comenzado a ser amigos mucho antes de que éste terminara la escuela, ya que ambos eran considerados los lunáticos de la casa de las águilas. Regulus y Athena estaban muy felices por su amiga, pero ambos estaban muy preocupados por cómo sería este verano.
Las horas de viaje pasaban rápidamente. Athena salió un momento a comprarle algo a la señora del carrito.
— Aprovechando que Athena no está, tengo algo que decirte– dijo el azabache.
— ¿Tiene que ver con ella o..?- preguntó su amiga.
— No, tiene que ver con mi familia. Me mandaron algunas cartas sobre qué tenemos que hablar de algo importante, así que estoy nervioso por eso.
