꒰ ᜊ capítulo 55 ꒱

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Eunwoo se arrodilla a su lado.   

—Una orden hürrem, es todo lo que necesito.   

Jungkook lo voltea a ver, los ojos del alfa son tan expresivos, con solo verlos sabe que el enojo es un sentimiento común entre ellos. No tiene que preguntar a qué se refiere el moreno, más aún cuando él mismo se había tenido que controlar para no dar una orden de muerte. La estupidez no era uno de sus adjetivos, sabía que los omegas de las otras mafias tenían que ver con esto. El pensamiento solo hacía enojarlo más.   

Ellos estaban en sus camas de sábanas de seda y respirando en su territorio, sin nada que los molestara. En cambio; Jabir estaba ahí, tumbado y sin posibilidades de recuperar movilidad completa cuando despertara...si alguna vez lo hacía.    

Jungkook detiene las caricias en seco cuando percibe la voz de Taehyung en la otra habitación que conectaba a donde estaban; eran más claras ahora que había vuelto de su oficina con el doctor principal de todo este equipo. Tenían que ser los resultados, la biopsia que les llevó toda la noche. Jungkook aprieta sus dientes esperando la confirmaron de lo que ya suponía.   

Su lobo gruñe cuando escucha la palabra, no hay advertencias para la furia que le empieza a llegar a dosis fuertes. Eunwoo aprieta el agarre en su hombro cuando se incorpora.   

—¿Intencional?— su voz es tranquila y neutra. El ajetreo que inundaba la habitación había decaído para dar inicio a un silencio largo. Taehyung entra a la habitación después de un momento, incluso una figura perfecta como él se veía perturbada después de una noche cansada.
   
El alfa no había tardado ni una hora en llegar a su lado en la noche, movido por un sentimiento de desesperación a través del vínculo que iba maximizando su fuerza. No pudo controlar su cuerpo antes de caer por la preocupación cuando vio el estado de Jungkook al llegar, frenético entre los brazos de guardaespaldas que trataban de apartarlo del cuerpo de Jabir.    

El sufrimiento del omega no había despertado nada más que furia y exasperación en su lobo. Ver el estado del tigre había movido una fibra sensible incluso en él.   

Recuerda aferrar el cuerpo de Jungkook al suyo y obtener golpes involuntarios por parte de él hasta que pudo calmarlo con su olor.   

Viendo la expresión de Jungkook ahora, no podía contradecir lo que sus ojos ya expresaban. No le quedaba más que ser condescendiente. Se acerca a él, pero Jungkook solo mantiene su mirada en el veterinario detrás del alfa.    

Cuando Taehyung se acerca, Eunwoo retrocede del lado del omega.   

—Repítalo—pide Jungkook con voz dura. Cuando ve que el hombre voltea a ver a Taehyung para una aprobación, su enojo aumenta—. Le he dicho que lo repita, no necesita permiso de mi alfa para que me lo diga.   

¿Un omega hablándole así a un alfa, que a parte es académico importante? La sorpresa en la habitación no se deja esperar. Siendo la familia Kim, no se podía evitar el escepticismo en esa situación.   

El doctor acomoda los papeles en sus manos y se apresura a aclararse la garganta cuando los ojos de Jungkook se oscurecen más.   

—Ajola, es un tipo de planta usada para el relajamiento muscular, su uso no es recomendado por los fuertes efectos que tiene, una dosis fuerte provoca paralización. Los estudios de sangre del mamífero permitieron un diagnóstico en el que se ve los restos de esta sustancia desde hace días, algo extremadamente mortal —el hombre acomoda sus lentes pequeños y continúa—. Es posible que lo haya ingerido por comida.   
Eunwoo frunce el ceño.   

—Toda la comida de los animales es traída por tiendas específicas, la comida pasa a las cocinas y los cuidadores esperan a que los animales terminen la comida para evitar precisamente esto. El alimento de Jabir siempre es vigilado, al igual que con todos —el moreno se dirige a Jungkook. El omega piensa por un momento...eso era cierto.   

𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐣𝐚 ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏOnde histórias criam vida. Descubra agora