🍼 Siete

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Trataba de controlar esa pequeña rabia que llenaba mi cuerpo tan pequeño, no quería parecer tan obvia, además volvía a casa con mis mamás, no podía actuar como berrinchuda porque me arrancaron de los brazos de Tía Chaer, aunque obviamente eso me había dejado de mal humor, eso hasta que estuvimos en frente de mi casita, no hay nada como el hogar.

Mamá presiono los numeritos que estaban al lado de la puerta y como por magia se abrió, yo aplaudí emocionada, esta puerta nunca dejaba de sorprenderme.

Mamá Dahyun sonrió feliz al verme, queda claro que yo soy su felicidad, por supuesto.

—Estas feliz por volver con tu madres eh?— había dicho mamá cuando por fin cruzó la puerta conmigo en brazos, y dejo besitos en mi frente, era bien sabido que no me agradan los alfas, pero admito que me derrito con mi mamá, pero nadie tiene que saberlo.

Lo primero que note es que no olía como de costumbre, ahora era un aroma fuerte, uno que me hizo chillar disgustada, picaba mi naricita.

—¿Qué sucede cariño?— preguntó preocupada, tomándome de mis axilas para que quedáramos frente a frente.

"¿Cómo que qué sucede? primero llego a casa y mi mami no me recibe con besos, luego siento un aroma raro que es incómodo en mi propia casita y además estoy sospechando que cambiaron la marca de mis pañales porque me pica una nalguita"

Mi madre solo me atrae más a su pecho y me abraza, dando palmaditas con intención de calmarme supongo, yo simplemente aprieto mi puñito sobre su camisa y lo mejo a mi boca, eso hace que me mantenga entretenido y me distraiga de todo aquello que me pone de mal humor.

Caminamos dentro de la casa y mamá deja el bolso en el sofá, sollozo porque era lo único que se había impregnado del olor de tía Chaer, pero trato de despistar a mi mamá jugando con la cadena que colgaba de su cuello, nadie debe de sospechar de mi inocencia. Nos adentramos más hasta llegar a la habitación.

Y no saben que, mis ojitos se iluminan al ver a mi mami acostado en la cama, con aquel cuadrado extraño que usa para tomarme fotos, y dónde chismea  la vida de mis tías en su mano, yo me pongo muy feliz y de un momento a otro me despego agitando mis manitos y piecitos.

"¡Mami mírame! ¡Ya llegué, soy yo Yeji, tu hija, tu bebé!"

Mi mami levanta su mirada y abre su boca sorprendida de verme allí, una sonrisa hermosa se cuela en su cara y no evito carcajearme contenta, estiro mis bracitos para que me tome, siento la gloria cuando ella también estira los suyos.

—Aww, ¿estás feliz de verme? —mi mami me toma y besa los labios de mamá en cuanto lo hace, yo finjo y de inmediato me recuesto en su pecho.

"Te extrañe mucho mami, tus mimos, los besitos, la leche y tu aro- espera ¿dónde está tu aroma?"

Mi nariz se pasea por su cuello y su pecho, causando la risa de mis madres, pero no es gracioso para mí, ¿A dónde se fue el aroma? ¿Y porqué huele tanto a mamá Dahyun?

"¿Y PORQUE YA NO HUELE A MI?"

Comenzaba a desesperarme, no era un secreto que los bebés amamos el olor de los omegas, más de nuestras mamis, casi siempre lograba tranquilizarme solo gracias a el, agregando que yo misma me encargaba de dejar mi suave aroma en ella, para que supieran que era mi mami, no acepto otros bebés en sus brazos.

Fue cuando lo pensé, sucesos drásticos merecen medidas drásticas, así que yo misma comencé a frotar mi cabecita en su cuello, tratando de minimizar el olor a alfa, que sigo sin entender como llego ahí.

 —¿Qué hace el engendro? —dijo mamá Dahyun, seguramente burlándose de mi mientras reía de esa manera perturbadora.

—Creo que no le gusto que me remarcaras, ¿no es así, Yeye? —contestó mami, ¿remarcar?.

—Debería irse acostumbrando entonces, porque se convertirá en mi actividad favorita —respondió mamá Dahyun, y casi de inmediato besó a mami Mina, como si yo no estuviera luchando para quitar su olor con el mío escaso.

"¿Aló? ¿se dan cuenta que estoy en medio?"

Pero ellas seguían en lo suyo, y como no estaban prestándome atención, con todas mis fuerzas intenté apartar la bata de baño de mami con mi manito, se me estaba haciendo demasiado difícil, pero cuando consideré que estaba bien, acerqué mi boca, pero mami gritó agudo, asustándome de repente.

—¿Qué paso? —preguntó mamá preocupada.

—¡Me mordió!

Ambas me dirigieron una mirada acusadora, yo simplemente me limite a sonreír con los únicos dientes que tenía, asegurándome de derretirles el corazoncito.   

↳ ❝ Baby Thoughts ❞ ➤ MiHyun ↲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora