Rodrigo sentía una inmensa nostalgia al recordar gran parte de su vida en un centro de adopción o las calles, y cuando al fin encontró un "Hogar" lo volverán a echar.
- Iván no me dejes acá por favor- dijo volteandolo a ver.
- Rodrigo. ¿Aún no te queda claro? - Una chica salía del lugar al ver a los dos de pié allí en frente del veterinario.
- ¿Buen día, Los puedo ayudar en algo? - dijo sosteniendo en las manos una carpeta.
-No-
-Si - dijo apretando los dientes al oír lo que dijo el híbrido- encontré a este híbrido en la calle hace unos días y quería buscarle un hogar .-
- Por supuesto- dijo con una sonrisa- siganme, pasen- Rodrigo al entrar al local los animales no paraban de olfatearlo, ladrarle, etc
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- El chico es un híbrido de gato y tiene desnutrición pero por su pelaje es difícil notarlo -
- ¿Y como se lo puede tratar? - El híbrido solo estaba sentado en una silla observando y sin saber que era desnutrición pero pensó con una sonrisa "Seguro que es algo malo y así me podré quedar" sin embargo se le esfumó la sonrisa al escuchar-
- Desde hoy lo puede dejar aquí y aquí lo trataremos para después llevarlo al centro si es lo que desea -
- Si, esta bien. ¿Cuánto sería la consulta? - Cambió de tema y dijeron unas palabras más que Rodrigo no entendía pero solo se quedó pensando con lagrimas en los ojos y sus labios abultados en como Iván ni lo pensó dos veces para dejarlo en ese lugar, sus pensamientos fueron interrumpidos al levantar la mirada observando al pelinegro con una sonrisa poniéndose de cunclillas y tomar su mano.-
- Adiós Rodri -
- No. ¿Porqué Iván? ¿Porqué me llevaste a tu casa y ahora me dejaras acá? - Dijo llorando quitando su mano entre las manos de Iván.-
-Te lo dije desde el primer segundo que no te ibas a quedar. El que avisa no es traidor- respondió contraatacando.
- Lárgate, si te quieres ir pues vete ahora- dijo poniéndose de pié dando la espalda a Iván el cual no tardo en hacer caso y desaparecer de la habitación lo cual hizo llorar mucho peor al híbrido el cual creyó que el pelearía al menos un poco para que no se sienta mal. Pero no fué así...
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- Buenas noches Rodrigo - dijo la enfermera dejándolo encerrado en una habitación con una puerta de vidrio y pequeños orificios apagando las luces para dejar todo el pasillo totalmente vacío y oscuro. "No me voy a quedar aquí, no puedo, tengo que volver con Iván" Pensó.
Se levantó de la cama en el suelo, bebió un poco de agua para transformarse en su forma gatuna, así sería mucho más ágil. Con todas sus fuerzas intentó meter la cabeza en unos de los orificios más grandes hasta que logró pasar, se quedó unos segundos tirado, descansando para tomar más fuerzas para pasar el resto del cuerpo y pensó " Soy un gato, donde cabe la cabeza, cabe el cuerpo".
Una vez haber forcejeado y pudo salir, miró a su alrededor y vio un pequeño espacio en la reja de una ventana un poco abierta para que pasara el aire. Subió a la ventana y de un brinco se encontraba afuera del lugar " Si!, espero y al llegar de vuelta a casa Iván cambie de opinión" festejó al sentir el aire fresco sobre su pelaje. Caminó al mismo contenedor al lado del edificio en donde vivía Iván ya que ya conocía el camino por que el durante un tiempo vivió allí en la basura.
Al cruzar la última calle para llegar al edificio, escuchó un derrape y una luz tan fuerte que lo cegó. No se podía mover y le dolían mucho las piernas. Ocurrió tan rápido que solo sintió un impacto que lo dejo inconsciente durante unos segundos.
...
Al volver a abrir los ojos miró a su alrededor y vió que estaba a un lado de la calle, al lado de la puerta del edificio, seguro la persona que lo arrolló lo dejó en la vereda para que no le hicieran más daño. Cerró lo ojos ya que se sentía muy cansado y débil hasta que escuchó una voz conocida que lo hizo volver a abrir sus ojos pero solo vió borroso.
- Rodrigo?- dijo el pelinegro de cunclillas- ay Dios mío. ¿Qué haces aquí? ¿Qué te pasó?- Intentó cargarlo y el gato maullaba de dolor cosa que rompió el corazón de Iván - No hay veterinarios abiertos a esta hora - dijo preocupado.
- te llevaré a casa y prometo cuidar de ti y mañana te llevaré al veterinario a primera hora, solo aguanta si? -
-𝘔𝘦𝘰𝘸 -
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Subieron al departamento e Iván lo dejó en la cama.
- Puedes transformarte? Quisiera hablar contigo -
- 𝘔𝘦𝘰𝘸 -
- Porfavor Rodrigo- Al decir esto, vió como el gato comenzaba a retorcerse hasta que vió al chico con rostro melancólico con sus piernas adoloridas-
- Y-yo - Dijo con la voz temblando -lo siento, no creí que me ocurriría algo al regresar acá, no quiero ser una carga para vos -
- Tranquilo - Dijo acariciando su cabeza - Rodrigo...- añadió con tono suave pero a la vez serio-
- Uh? - Dijo levantando sus orejas -
- Te quedarás - Mencionó con una sonrisa dulce y el híbrido al escuchar eso se pusieron sus cachetes rojos de la alegría, tenía una sonrisa en grande donde se podían apreciar sus colmillos. Se abalanzó hacia Iván para abrazarlo lo más fuerte que pudo sin embargo, sintió un fuerte dolor en sus piernas que lo hizo quejarse aún en los brazos de Iván.-
- Ay! - dijo cerrando fuerte sus ojos-
- Recuestate Rodri, te traeré ropa y me iré a bañar si?-
- Esta bien Ivi, Pero tengo miedo -
- ¿Porqué?-
-Me duelen mucho las piernas-
- Juro mañana llevarte temprano para que te atiendan si? Lo bueno es que no pasó a mayores -
- Si...- dijo con una sonrisa que demostraba todo, la confianza y el afecto que había tenido con Iván en tan pocos días, era increíble esa conexión- ¿Pero podré hoy dormir aquí? El sillón es muy incómodo y yo estoy enfermito- dijo desplomándose en la cama con un puchero lo cual Ivan rió y dijo -
- Esta bien, solo hasta que mejores y te consiga un mejor lugar para dormir en casa.-
"𝘓𝘰 𝘭𝘰𝘨𝘳𝘦, 𝘭𝘰𝘨𝘳𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢𝘳𝘮𝘦" pensó muy alegre el ojiverde.
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