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―Woah, entonces es cierto eso de que la presidenta y Myoui están saliendo.

―Es lo que escuché esta mañana, por los pasillos ronda cualquier cosa relacionada con la supuesta relación.

―Nayeon-ssi y Mina unnie hacen una bonita pareja.

―Sin duda, aunque aún así me muero por Nayeon-ssi, ella es simplemente irreal y-

―¿Podría saber de qué están hablando, si no les molesta?.

Ambas muchachitas vieron en dirección a la tercera voz que se coló a la plática, bajando la mirada rápidamente al contemplar a Im Nayeon, con su típica mirada afilada e intimidante.

―N-Nayeon-ssi, buenos días. ―Hablaron al unísono las dos menores.

―Buenos días. ―Respondió con simpleza. ―Ahora, ¿me pueden decir por qué mencionaron mi nombre en la plática que ambas tenían?.

―S-Solo hablábamos de la relación de Mina unnie y usted. ―Mencionó una de las muchachitas, manteniéndose con la vista baja al igual que su compañera.

―Oh, ¿hay algo malo sobre eso?.

―N-No, nada.

―Muy bien. ―Se cruzó de brazos y sus orbes avellana aumentaron el fuego que tenían, asustando a las jovencitas al sentir la pesada mirada en ellas. ―Y sí, Mina y yo ahora somos pareja, corran la voz cuanto más puedan, entre más personas lo sepan, menos se acercarán a ella con segundas intenciones.

Las contrarias asintieron, dándose una miradita cómplice entre ellas.

Nayeon no dijo nada más, tan solo salió del salón y se fue. Le sorprendía que la noticia se esparciera tan rápido por la preparatoria. A veces pensaba que los estudiantes llegaban a comer chismes, no a estudiar.

Y la verdad es que le alegraba demasiado que todos estuvieran enterados de que la bonita nipona de sonrisa gomosa y negros cabellos era su novia, de ella nada más.

Y la verdad es que le alegraba demasiado que todos estuvieran enterados de que la bonita nipona de sonrisa gomosa y negros cabellos era su novia, de ella nada más

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―Gracias por venir, Nabongs. ―Sus mejillas rosaditas le daban un aspecto lindo, encantando por un momento a la castaña.

―Gracias a ti por invitarme, Mina.

La aludida hizo una pequeña mueca al ser llamada por su simple nombre. Ella quería que su novia le dijera un lindo apodo. Pero no era tan valiente para decirlo, así que solo se quedó callada, dejando pasar a Nayeon a su hogar.

―Bonito apartamento. ―Soltó el halago la mayor, examinando la vivienda de Myoui.

Era del tamaño perfecto para que dos personas vivieran ahí, acogedor y cálido, tan bonito como la dueña del lugar.

Mina solo dió un asentimiento, con una gomosa sonrisa en su rostro.

―Vamos a la cocina, ahí tengo todo preparado para que tengamos una agradable cena, Nabongs.

La aludida solo asintió.

Unos días después de haber comenzado con la relación, Mina la había invitado a cenar algo en su apartamento. Nayeon no tenía nada que hacer esa noche, pues sus dos mejores amigas estarían ocupadas, y bueno, que más da.

Ah claro, y cenaría con Mina por que es su novia.

―Y bueno, ¿qué tal está?. ―Le cuestionó la menor después de un rato de silencio. Ambas ya se encontraban comiendo la delicia que Myoui preparó, una rica lasaña con algo de ensalada y spaghetti blanco. Algo que Nayeon no estaba acostumbrada a comer pero aceptó con gusto al lucir tan exquisito.

―Está delicioso, cocinas muy bien, Mina. ―No pudo reprimir una sonrisa al ver como nuevamente las mejillas de la chica se pigmentaban y soltaba una risita tímida.

―G-Gracias, lo hice para ti, es por eso que está tan bueno.

Nayeon ignoró eso, y simplemente siguió comiendo. La verdad es que no sabía como responder ante aquello, pues se podía decir que no era muy buena en este tipo de... no era buena respondiendo cumplidos. Mina era su segunda novia en toda su joven vida, sumandole que no tenía muy en claro sus sentimientos hacia ella.

Solo sabía que de un día para otro, una sensación amarga y desagradable se instaló en su pecho al verla sonriente y cariñosa con aquella coreana de nombre Chaeyoung. Cuando vino a darse cuenta, ya le estaba diciendo a la japonesa que fuera su novia.

Y de esa manera es como llego hasta aquí.

Después de terminar de cenar en pequeñas platicas sin rumbo, la mayor se ofreció a lavar los platos y Myoui aceptó de mala gana. Pasaron los minutos, hablaron un poco más sobre sus gustos y cosas sobre ellas, descubriendo que tenían algunas cositas en común y muchas otras no.

Llego la hora en que Nayeon debía irse.

Mina la acompañó a la puerta, manteniéndose con una sonrisa que por más que trataba de esconder, simplemente no podía.

"Eres muy bonita, Mina, me alegra que seas mi novia".

¿Era bonita para Nayeon?, joder, la felicidad no cabía en su pequeño cuerpo.

―Gracias por la cena, nos vemos mañana, cielo.

Cielo.

―E-Eh, sí, no es nada. N-Nos vemos, Nabongs. ―Respondió nerviosa, manteniendo la vista baja.

Nayeon se dió la vuelta, lista para irse sin más. Pero una pequeña manita tomó su brazo, haciendo que volviera a ver a la nipona.

―¿Qué sucede?.

―Unnie, yo... t-te quiero. ―Mantuvo la vista en otro lado que no fuera el perfecto rostro de su novia, sintiendo como sus mejillas estaban calientes por su confesión.

La más alta se mantenía en una postura recta, expresión calmada y sin mencionar palabra alguna.

Mina comenzaba a pensar que fue muy apresurado de su parte decir te quiero.

―Yo igual, Mina. ―La manera en que se alejó de su tacto quebró ligeramente su corazón. ―Debo irme.

Y la pelinegra la vió alejarse. Vio como su novia se alejaba.

Esa no era la respuesta que esperaba.

Esa no era la respuesta que esperaba

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❣ ; tell me.(minayeon)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu