Prohibido Hablar De Eso [Sonamy]

× 2 • Las paredes que nos encierran.

× Sonic The Hedgehog ×

—¡Arriba todos, ya se hace tarde! ¡Tienen un minuto o serán azotados!

La voz del jefe a las cinco en punto era lo peor, era uno de los sacrificios más grandes el despertar diario y diario a esa hora, encima a base de amenazas.

Sonic miró por la reja de su ventana del tamaño de la palma de su mano. La luz molesta de la cocina ingresaba por ahí todos los días, al menos fuera del sol, pero no; era luz de focos encandilosos.

—Ponte de pie, soldado —le dijo uno de sus compañeros lanzando una bota.

Se sentó en la cama y se ajustó los zapatos, cada día tenía que dormir con esa ropa jodidamente incómoda.

—Otro día en este infierno —masculló.

Su compañero, un erizo verde le susurró;

—¡Hey! Alégrate, hoy es desfile, podemos ver a las chicas.

Oh. ¿Eso era cierto? Era curioso porque únicamente de sus posesiones lo único que les ponía feliz era los lunes, una vez al mes podían ver a las mujeres. No recordaba.

«Las pintan como en los libros, y son hermosas. Eso es cierto, pero qué se sentirá al menos hablar con una fémina»

De inmediato, ya estaba listo. Se fue con Scourge, a formarse para la retirada al desfile.

[...★...]

× Amy Rose ×

—¡Ciudadanos de Zone Cop! Es para mí, poder dar otra más de mis agradables y buenas noticias ante todos vosotros.

El presidente Eggman y sus variaciones léxicas remasterizadas, mezclando siempre el castella con el latino. Ninguna de sus antiguas ideas eran agradables, en realidad; cero. Pero nadie tenía permitido retirarse o negarse a prestar atención.

—Es un imbécil —apenas masculló a su lado una compañera del colegio a su oído.

Amy asintió sin mirarle. Ella veía desde un balcón del primer piso de la institución, el presidente se observaba en grandes pantallas por todas las calles y las cámaras estaban en cualquier parte, asegurándose de que todos estuvieran viendo.

A la vuelta ya venía la marcha de los soldados, el primer ministro juvenil. Chicos de quince en adelante ya eran reclutados.

—Mira, ahí vienen los muchachos —Rouge, la murciélago señaló con su mentón.

Amy aguardaba silencio.

—Mujeres, se les solicita estar detrás de la reja en el primer piso —exclamó a Amy y Rouge una de sus maestras— síganme.

Ambas se miraron entre sí, para después seguir a su tutora. Nunca habían estado tan cerca de donde pasaban los hombres.

Amy conforme bajaba los escalones, sentía miedo, pensó que seguro las cámaras las habían visto hablar y les causó terror.

—Tendréis que estar aquí de pie. Vosotras habéis sido seleccionadas para esperar a vuestras escoltas. Recordad que tendréis que estar calladas y no hablarles directamente a ellos, vosotras sabéis que está contra las reglas —dijo la tutora para luego retirarse.

Amy y Rouge no se volvieron a ver. Tenían la vista enfrente. Los jóvenes soldados estaban más cerca. El presidente Eggman empezó a hablar.