-¿Y bien?- 

-¿Qué cosa?-

-Lo que hablamos ayer en la noche-

-P-pensaba que ya me dabas tu apoyo-

-Lo sé, pero... ¿ya tienes todo listo?-

-S-sí... lo compré por internet-

-¿Es enserio? ¿Estás loco? ¿y si no le llega a entrar el anillo?- estaba levantando la voz por lo que me asustó de que alguna de ellas dos pudiese escuchar, sobretodo T/N.

-B-baja la voz, Mirio... Pueden oírnos...-

-Lo siento, pero no puedo creer lo que hiciste-

-N-no lo compré porque sí... Antes de ir con la tía de T/N por ella, pasé por una de las tiendas de joyería-

-Así que los probaste. ¡Mira! ya me había asustado-

-P-pues claro... sería terrible comprarlo sin medirlo-

-¿Cómo conseguiste la medida correcta-

-B-bueno... con solo ver sus dedos sé cuál podría ser...-

-Ya estoy ansioso de que llegue el momento de la graduación-

-Me estás poniendo nervioso ahora m-mismo...-

-Tranquilo. Tenemos poco tiempo de terminar todo esto-

Sin más, seguimos con lo nuestro. Como imaginarán... sí... quiero proponerle matrimonio a T/N... Sé que suena una locura hacer esto muy jóvenes o algo apresurado, pero quiero hacerlo... Estoy arriesgando mucho con ella, además me había adelantado a muchas cosas para que todo esto pudiese salir como lo he planeado, solo queda esperar a que mi pedido llegue pasado mñana a la academia y que la graduación porfin pueda presentarse... 

Con solo imaginarlo, mi piel se pone de gallina...

¿Y si dice que no? no creo... estoy seguro que es mi mente atormentándome. Claro... nuestra relación avanzó muy bien...

Debo de dejar de pensar en eso que luego no seré capaz de hacerlo. Me conozco muy bien.

-¡¡WUUUU!! ¡Mira Tamaki! ¡¡ESTO TIENE LUCES!!- dijo Mirio con la regadera ayudando a llenar la pileta con agua, aunque esta tenga esa opción, quería que fuese más rápido. Por otro lado, mis ojos se abrieron un poco por aquellas luces que se mezclaban con el agua. Parecían ciertos cristales en movimiento.

-Es increíble...-

-¡Por supuesto! ¿Qué tal la fogata?- 

-P-pues... necesito algo flamable, como alcohol- 

-Entonces buscaré algo rápido. No tardo- se dirigió a dentro por la cocina.

Los troncos estaban en buena posición, tenía el encendedor y algunas pequeñas ramas para potenciar el calor. Levanté la mirada al cielo estrellado recordando todo lo que había pasado de inicio hasta ahora, y sin darme cuenta tenía una pequeña sonrisa.

-De verdad... soy muy afortunado...-

-¡Ya lo tengo Tamaki! ¿Eh? ¿Todo bien?- esta vez mi atensión se volvió a Mirio que en su mano tenía la botella de alcohol.

TAMAKI Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora