- ¿Y qué hiciste?

- Pues buscarte – Sonrió. – Lo curioso, es que tus amigos me encontraron antes, la policía me contó lo ocurrido y quise colaborar con la detención de ese monstruo.

- Lo importante es que todos estamos bien ahora – Dije.

- No, todos no... - Me miró – La agente Carpenter me ha dicho que hoy ha sido el funeral. ¿Charlie está bien?

- Saldrá adelante, él más que nadie - Respondí, algo decaído.

- Me siento culpable.

- Y yo, pero ambos sabemos que solo hay un responsable – Aclaré, dándole otro abrazo.

- Chicos, habrá un juicio para Charlotte – Carpenter se acercó. – Ya os aseguro que no saldrá impune de esto.

- Asistiremos, puede que esa chica perdiese la cabeza al lado de una persona como Markus, pero, ella también permitió que ocurrieran ciertas cosas – Dustin dio un paso.

- De acuerdo, ¿necesitáis algo más de mí? – Preguntó la poli.

- No, creo que todos nos merecemos un descanso. Gracias de nuevo, Carpenter, por todo – Le estreché la mano.

- Es mi trabajo, me alegro de que estéis bien – Se dirigió a la puerta. – Os llamarán, estad atentos al teléfono.

- Lo haremos – Y luego, salió del piso.

Decidimos salir a cenar todos juntos para relajarnos de todo aquel día caótico. Maddie no hacía más que decir "Pizza", así que la llevamos a comer pizza. Estuvimos charlando, Oliver nos contaba cómo Maddie se copiaba de él en los exámenes del instituto, ella a cambio le compraba películas de serie B para verlas en su casa. En el momento en que descubrimos que existía una película llamada "Rubber", la cual iba sobre un neumático que mataba gente. Nuestras vidas no volvieron a ser las mismas.

Hablamos sobre Liv, sobre sus padres, recordando lo geniales que eran. Cada uno contó una historia graciosa sobre ellos, y todas eran buenas, no, alucinantes. Porque así eran ellos, os lo aseguro. Hablamos sobre trabajo, en especial Maddie, quien se quedaría definitivamente en Soul Rivers. Dijo que no estaba lista para volver a cantar, no después de lo ocurrido, necesitaba tiempo, y es normal. En lugar de eso, le comenté la idea de trabajar en Moon-Spring Records, y le pareció bien.

De cara a la noche, todos volvimos a nuestras casas, a excepción de Oliver, que se vino junto a nosotros. Él dormiría en su habitación, ya que los dos queríamos dormir juntos, y así no había que abrir el sofá cama. Pasaban las horas, y Maddie y yo seguíamos hablando entre nosotros, era tarde, hablábamos bajo, para no despertar a Oliver.

- Se me hace raro estar aquí otra vez – Dijo, apoyando la cabeza en mi pecho.

- Sí... Sí que es raro, pero, es agradable.

- Oye... - Me cogió la mano mala - ¿Cómo llevas esto?

- Bueno, no podré contar hasta diez con los dedos de mi mano nunca más. Aparte de eso, no es para tanto.

- Sé que llevo todo el día disculpándome, pero...

- Maddie, oye, escúchame bien: No me arrepiento de haberte conocido, ni yo, ni los demás. Y si tuviera la oportunidad de volver atrás, no cambiaría nada, me habría sentado en el Queen's junto a ti para conocerte como el primer día. Te quiero – La besé en la frente.

- Yo también a ti – Se acurrucó más. – Sabes que en el momento que cojamos el móvil va a estar lleno de notificaciones y llamadas de cadenas de televisión, ¿verdad?

MaddieWhere stories live. Discover now