Capitulo 15: El Pacto

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Derry

Los Ocho niños estaban sentados en un circulo cerca de los Barrens, varios troncos actuaban como sillas para los integrantes del club de los Perdedores, ya habían pasado algunos días desde la llegada de Jolene Marsh a Derry y del juicio de Henry Bowers, Jolene también se había instalado en la Mansión Conroy por al menos mientras se hacía el proceso legal para tener la custodia de Beverly, además para sacar las cosas que fueran necesarias del apartamento de los Marsh. También el proceso legal del Divorcio de los Padres de Richie estaba hecho, el Sr. Tozier se iria de Derry y se mudaria a Chamberlain, un pueblito al norte de Maine que acababá de pasar de una gran tragedia años atras. Era cerca del medio día, el Kenduskeag corría con su habitual velocidad, la maleza cedia ante la leve brisa de aire que había, la misma brisa que revolvía los cabellos de cada Perdedor.
—Solo recuerdo partes...pero sentía que estaba muerta. —Dijo Beverly con un tono bajo, algo intranquila. —O así se sentía. Nos vi a todos nosotros juntos en las cloacas. De la edad de nuestros Padres. —Agregó la Pelirroja, mirando a cada uno de sus amigos.
—¿Sigo siendo atractivo de mayor, Rojita? —Dijo Richie haciendo gestos y todos soltarón una pequeña risa.
—Te veías casi igual. —Contesto Bev
—¿Que mierda significa eso? —Dijo Richie entre risas ante la falta de una respuesta clara.
—¿Como me veía yo? —Preguntó Stan con una sonrisa en su rostro. Beverly borro su sonrisa y espero unos segundos.
—Igual, solo que mayor y con un poco de barba. —Mintio Beverly, provocando que la sonrisa de Stan se amplirara un poco más.
—¿Q-Que ha-aciamos a-a-ahí? —Pregunto Bill, sentado a un lado de Richie.
—Solo recuerdo lo que se sentía...lo asustados que estabamos...no creo poder olvidar eso. —Dijo Bev y volvio a bajar la mirada y de pronto sintio la mano de John sobre la suya. Hubo un silencio, el sonido del Río era lo unico que se escuchaba ahora, un sonido ensordecedor para cada uno. Bill bajo la mirada, topandose con los restos de una botella de vidrio de Coca-Cola, la tomó y se puso de pie, el cristal se veía  aún más verde con los rayos del Sol.
—Jurenmelo...jurenme que si Eso no esta muerto...si es que logra volver, nosotros también regresaremos. —Hubo otro silencio y se miraron entre ellos temiendo de que en verdad pudiera regresar. Beverly fue la primera en ponerse de pie, seguida de John, Richie, Ben, Eddie Mike y por ultimo Stan. Bill se giro a Richie y corto la palma de Tozier, este sacudio la mano de dolor y continuo con Eddie, quien tuvo que mirar a otro lado, poniendose el brazo enyesado más arriba del estomago. Después siguió Mike quien hizo una mueca al sentir como el cristal perforabá su piel, Bill miro a Stan y espero un segundo, Stan asintio y aproximo el cristal a la palma de Uris y se dibujo una raya rojiza en la mano, Stan apreto los dientes y cerro los ojos, el siguiente fue Ben quien hizo una mueca y soltó un jadeó, le siguio John que insulto por lo bajo y apreto los dientes y Bill prosiguio con Beverly quien solo hizo un pequeño gesto y Bill finalizo con si mismo, cortandose en diagonal y vio que la sangre no tardó en escurrir por su mano. Todos se tomaron de las manos, jurando en silencio su regreso dentro de Veintisiete años. Cuando se soltarón, Stan fue el primero en hablar.
—Ya me tengo que ir. —Stan miro a Bill, para despues agregar algo más. —Te odio. —Dijo y Bill bajo la vista y Stan solto una risa junto a Richie. —Los veo luego, chicos. —Dijo y se fue caminando, cada uno se fue a su hora, cuando sintieron que aquel lugar ya no tenía nada que ofrecerles, sin saber que esa sería la ultima vez en que los Ocho niños estarían juntos, algunos se verían casi a diario, otros ocasionalmente, pero nunca volverían a estar completos otra vez. Pronto cayo el atardecer y en la Mansion Conroy, Jolene estaba con Lynda tomando un Cafe en la Terraza de la Mansion, John y Bev estaban en la habitación de huespedes, donde Bev habia puesto sus cosas, le estaba ayudando a empacar a la Pelirroja, John le pasaba las cosas del Closet y ella lo ordenaba en la mochila, ninguno decia nada, solo escuchaban las risas y las voces de Lynda y Jolene, la luz calida de la habitación iluminaba un poco, pero parecía que la noche llegaba y la oscuridad era severa que la luz no era suficiente.

—¿Me pasas la caja de metal que esta en el mesita de noche, por favor? —Dijo Bev apuntando a la Mesita de noche del lado derecho, John la tomó y se la pasó con una debil sonrisa. Bev agradecio con otra sonrisa y fue cuando John ya no pudo soportarlo más.
—¿Porque tienes que irte? —Preguntó John con un tono apagado.
Bev soltó un suspiro, ya lo veía venir, asi que no se enojo con él por su pregunta, simplemente lo entendio.
—John...amo estar aquí contigo, amo pasar tiempo contigo, amo tu habitación y estoy segura que te he llegado a amar, pero no me siento bien en Derry, hay algo que dejo un eco en mí después de las Cloacas, la unica manera sentirme bien es saliendo de aquí, además, mi Tía es una buena persona, estaré bien, no hay nada malo en tí, John...pero por mi propia salud mental, debo estar con mi tía en Portland. —Dijo Bev, acariciando la mejilla de John, este la tomó por la cintura y le planto un beso en los labios, Bev correspondio aquel beso y solo se separaron por la falta de aire en sus pulmones. Y al final, Mike tuvo razón.
Al siguiente día en la mañana, John, Bev, lynda y Jolene estaban en el Porsche de la casa, John subió la ultima Maleta de Bev a el auto y cerro la puerta, se volvió hacia su madre quien estaba hablando con Jolene, Bev se acercó a John y por un momento las palabras le faltaron para iniciar la conversación, esto se tornaba más dificil de lo que imaginó, una sensación de nostalgía pasaba por todo su cuerpo en ese instante, una sensación que no sentió por ese lugar hasta ese día, John la miro con una debil sonrisa.
—No tienes porque decir algo si no quieres. Esta bien, lo entiendo. —Bev lo abrazo con fuerza y John devolvió el abrazo, sin ambos darse cuenta que estaban siendo observados por ambas mujeres con una leve sonrisa, tal vez la de Lynda era una sonrisa más grande...sonrisa que se convirtio en una boquiabierta al ver como ambos niños se besaban con más pasión de lo que a ambas les gustaria ver en niños de Trece. Fueron interrumpidos por el carraspeo de garganta de Lynda, ambos niños se miraron apenados, era la primera vez que se besaban en público, se miraron aún con ganas de más, pero el motor del auto de Jolene era como una advertencia del poco tiempo que tenían.
—Bev...no quiero que esto termine. —Dijo John.
—Te enviaré cartas. —se apresuró a decir Bev. —y te llamare. Lo prometo. —Finalizo Bev y John sonrió.
—Te prometo que yo también lo haré. —Dijo el castaño y se mantuvo ahí parado, viendo como Bev subía a el auto Azul. Jolene se acerco a el auto y antes de entrar miro a John con una leve sonrisa.
—Bien, John. Supongo que te veré a tu madre y a tí para Navidad. —Dijo la Pelirroja y John miro a su madre de Reojo, confirmando lo que había dicho Jolene. Ahora ya no era un adios, sino un hasta pronto, Beverly Marsh.

The End.

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Espereen que todavía hay Epilogo 😋

𝐴𝐵𝑈𝑆𝐸~ 𝐵𝐸𝑉𝐸𝑅𝐿𝑌 𝑀𝐴𝑅𝑆𝐻 𝑋 𝑂𝐶 𝑀𝐴𝐿𝐸Where stories live. Discover now