Capítulo 9

356 25 4
                                    

POV. As

Sentía tanta paz algo que no había sentido hace mucho tiempo, mis demonios siempre había logrado dominar me, jamás había logrado controlarme cuando pierdo el control y muchas veces he lastimado a muchas de las personas que amo, unas de ellas a sido mi padre y Ciara, Ciara siempre a estado ahí para mi, asta en los peores momentos, es la única mujer que he dejado a secarse a mi lado.

Ni siquiera a mi madre, ella fue la persona que más me ha hecho daño, mi madre Celia permitió que mi abuela me lastimara, solo porque según ella así me convertiría en hombre, las cosas después de eso fueron empeorando.

Muevo mi cabeza para borrar mis malos recuerdos y que los buenos regresen, siento un movimiento enzima de mi, bajo mi mirada para encontrarme con la cosa más tierna que había visto. Isis y Ciara se encontraban enzima de mi pecho sus cabezas estaban tan pegadas que con un solo movimiento terminarían besándose, la mitad de sus cuerpos estaban enzima del mío.

Cada cierto momento ellas se movían, podía sentir sus pechos en mi piel, no me había dado cuenta de que aún seguíamos desnudos, con cuidado para no despertar las, bajo mis manos rozando cada parte de sus pieles que logró encontrar asta llegar a sus nalgas y apretar las.

Escucho como las dos sueltan un gemido pequeño, casi un susurro que yo logro escuchar, dejó de molestar las para que puedan seguir durmiendo, las muevo a un lado para poder salir de la cama. Cuando lo hago Ciara no pierde el tiempo para acurrucarse junto a Isis, Isis al sentir de nuevo calor corporal y acepta con gusto a Ciara.

Ciara se da la vuelta y Isis la sigue acomodándose entre los pechos de Ciara, las dos por fin dejan de moverse cuando se sienten cómodas.

Empiezo a buscar un bóxer para ponérmelo, busco mi teléfono para fijarme en la hora, me sorprende cuando veo que son las dos de la mañana, dormí más que cualquier otro día, aunque si comparamos las otras veces con estas, en las otras no solía dormir más de una hora, era un milagro si dormía dos horas seguido, nunca lograba dormir más que eso.

Pero hoy había dormido todo el día y sin levantarme, decido bajar las escaleras por algo de tomar, salgo de la habitación en bóxer sin preocuparme de que alguien me vea, los únicos que están en la casa son mis hermanos y nuestras mujeres, mi padre no se encontraba en casa, mamá le está dando guerra con el divorcio así que papá tuvo que ir a los Ángeles para intentar arreglarlo.

Camino por los oscuros pasillos asta llegar a las escaleras, las bajo y me dirijo hacia la cocina, abro la nevera y busco el cartón de leche, las luces de la cocina funcionan con sensores de movimiento por la noche para evitar accidentes así que no me preocupo que todo esté oscuro o cosas así, busco un basó y me sirvo la leche.

Estaba tan concentrado en mis pensamientos mientras bebía mi leche cuando siento unas manos rodear mi cintura, la sorpresa fue tan grande que sin querer sostengo con fuerza el brazo asta que escucho un quejido femenino.

Me doy la vuelta para encontrarme con Isis, cuando veo su cara de dolor le suelto el brazo para luego sobarselo.

- Lo siento tanto, te volví a lástimar, soy una bestia. - digo mientras bajo mi cabeza.

Siento como su mano se posa en mi rostro para luego sentir como ella levanta despacio mi cabeza asta que nuestras miradas se conectan, veo como una sonrisa se empieza a formar en su rostro.

Con su mano empieza a sobar mi rostro, despacio se hacerca a mi para rodea mi cuello con sus brazos asta dejar nuestros rostros muy serca y besarme, fue un beso lento pero apasionado, bajo mis manos asta su trasero y lo aprieto, haciéndola sobre saltar logrado que sus piernas queden rodeando mi cintura.

Mis Demonios Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora