Acero Reforzado

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— ¡Jodido infeliz!

El grito pudo escucharse por todo el vestuario mientras el rubio entraba en el lugar. Arrojó su camiseta empapada por el sudor al suelo mientras maldecía en voz baja. Decir que estaba molesto era un eufemismo. Incluso la palabra furioso no iba de acuerdo a sus sentimientos. Quería romper algo. Ansiaba matar a alguien. Un alguien muy específico.

Se metió en las duchas tratando de despejar su mente, pero de nada servía cuando podía escuchar a sus compañeros entrar en el vestuario tras la práctica. Las risas en conjunto y en como todos parecían contentos. Claro, menos él. Siempre tenía que ser el maldito inadaptado que no podía estar junto al resto. Incluso cuando creía que finalmente podría hacerlo.

— Ojalá te pudras en el infierno, Jeno. Tú y toda tu gente.

Sus palabras fueron un murmullo que salió de los labios de Jaemin mientras se apresuraba en ducharse para quitar todo el sudor de su cuerpo. Estaba cansado, cada músculo agotado y uno de sus abductores estaba adolorido. Si no fuera por esa maldita barrida del imbécil de Jeno no sería así.

Siempre era su puta culpa.

Una vez que terminó de ducharse, tomó una toalla para envolverla en su cintura y salir de allí. Tuvo que cerrar sus ojos por un segundo y recordarse a sí mismo que debía de mantener la mirada siempre al frente, un poco elevada.

Era costumbre para los jugadores de fútbol verse prácticamente desnudos los unos a los otros. En los vestuarios y las duchas era sumamente normal al igual que las bromas sobre sus traseros o sus penes. Situaciones constantes de las que él no formaba parte y no porque fuera alguna clase de sujeto amante del pudor o castidad. Era gay, ese era su maldito problema.

Claro, estaba tan encerrado en el armario como le era posible. Las puertas no estaban hechas de madera, sino de acero reforzado y una cerradura inquebrantable. Se había encargado que así fuera.

Nadie sospechaba nada. Sus tres exs se encargaban de recordarles a todos su supuesta heterosexualidad flamante a los medios de vez en cuando en cuánto les faltara algo de dinero en sus bolsillos. No sabía aún cómo es que no se cansaban de soltar lágrimas falsas sobre su supuesta mala actitud y poca atención, sumado a un par de aparentes infidelidades que nunca se molestó en desmentir. Creía que la prensa coreana e internacional conocía perfectamente la descripción de cada parte de su anatomía a ese punto. Nunca antes creyó que alguien podría describir un pene con tanto detalle como Emma, su ultima ex de origen italiano, pero vaya que la mujer le había sorprendido.

De todos modos, no tenía quejas. Él había buscado específicamente ese tipo de mujer en sus tres pasadas parejas. Hermosas pero amantes de ser el foco de atención y las cámaras. Sus padres, amigos, compañeros y manager no lo entendían. Siempre había sido un sujeto tranquilo, que evitaba el drama y los problemas. Centrado en sus aficiones sin inmiscuirse en conflictos innecesarios. Un carácter intachable y un ejemplo a seguir. El cambio resultaba extraño. Tampoco trató de explicárselos.

Prefería esa imagen. El futbolista imbécil que jugaba con las mujeres y era un bastardo. Su talento le salvaba, de eso no tenía dudas. Pero no importaba si lograba ser el mejor jugador del mundo, su carrera estaría arruinada si alguien siquiera sospechara que en realidad no era precisamente heterosexual. Podría despedirse de sus contratos, de los campeonatos, patrocinios e incluso de su puesto en la selección nacional de Corea. No importaba cuanto la sociedad dijera que había avanzado, no se lo creía ni en una mínima parte. Porque puede que quizás no le dieran la espalda públicamente, pero harían de su vida un infierno hasta que abandonara por sus propios medios.

Por eso prefería mantener distancia con sus compañeros, aunque deseara muchas veces unirse a sus bromas. Temía mirar a alguien un centímetro debajo de las clavículas y que las sospechas comenzaran. Apartarse y fingir ser un imbécil de mal carácter era más fácil que estar cuidando cada palabra que salía de su boca.

Tarjeta Roja || NominWhere stories live. Discover now