💕YOU ARE MY LIFE💕

💕CAPITULO 72💕

Hacía unos pocos días, Wang Yibo se había dado unas grandes vacaciones, y había estado viviendo con Xiao Zhan todo el tiempo, pero después de la desagradable situación de anoche, se había ido temprano, lo que ponía un poco nervioso a Xiao Zhan.

Después de tantos años, ya casi había olvidado cómo se sentía estar inquieto, pero en estos momentos, su estado de ánimo parece ser el mismo que cuando tenía diecisiete o dieciocho años, sabe que ha hecho algo malo, quiere disculparse, pero no sabe cómo. Tiene miedo de que, si no hablan, estarán en otra guerra fría.

«¿Cómo pasó...?»

Xiao Zhan se rascó la cabeza con fuerza, deseando abofetearse a sí mismo.

Build le ha dicho que es arbitrariamente arrogante, incluso si tiene buenas intenciones, suele guardarlas en el corazón para no tener problemas con los demás. Siempre actúa como si estuviera solo y es terco como un burro.

Pensaba que esa evaluación era realmente objetiva. Si no se hubiera fijado un mes para terminar con todos sus asuntos y si no hubiera mantenido ese secreto, no hubieran terminado las cosas así ayer.

Había interrumpido su acto sexual sin darle un motivo real, había contestado la llamada de otro hombre y se había ido sin mirar atrás.

«Nadie puede perdonar eso, ¿verdad?»

— ¡Xiao Zhan, eres un estúpido!

Se frotó la cara vigorosamente y constantemente se regañaba en su corazón. Cuando pensó en los ojos profundos y el rostro frío de Yibo anoche, su corazón dolía por tanta culpa.

Estaba pensando demasiado en eso y tenía muchas preocupaciones. Creía que en un mes podría resolver todos sus problemas anteriores y sería capaz de saludar una nueva vida con Wang Yibo con un cuerpo ligero, era una pena que las cosas no hubieran salido así. Al ver la cara que Yibo hizo anoche, se rindió.

Solo necesita decir una palabra, ¿Por qué molestarse en esconderlo?

Xiao Zhan se frotó el pelo, respiró hondo, apretó el freno y detuvo el coche, miró un pequeño callejón no muy lejos y tuvo una idea en la cabeza.

Abrió la puerta del auto, tomó su billetera y su celular, y comenzó a caminar hacia el pequeño callejón, dobló una esquina y vio un supermercado de comida importada.

La última vez que había recogido a Wang Yibo, él le había dicho que el vino blanco de esta tienda era delicioso, y cada que tenía tiempo venía a comprar una botella para llevarla a casa y aliviar su antojo.

Xiao Zhan sonrió, abrió la puerta y comenzó a buscar, finalmente encontró el vino blanco que dijo Yibo. Sosteniendo la botella verde oscura, pensó un rato y sacó su teléfono móvil.

— Zhan.

La llamada se conectó pronto y llegó la voz baja de Wang Yibo.

Ninguno de los dos le había dicho ninguna palabra al otro desde anoche, Xiao Zhan estaba un poco nervioso.

— ¿Estás en casa?

— Sí.

Wang Yibo, que siempre parloteaba mucho, habla de una forma fría por primera vez, Xiao Zhan se puso más nervioso. Sosteniendo el vino blanco, frunció los labios y dijo.

— Wang Yibo, lo que pasó ayer... lo siento.

Yibo no habló, sólo el sonido de una respiración provenía del auricular. Xiao Zhan vio que no respondía, así que mordió la bala y continuó.

— Compré tu vino blanco favorito y estaré en casa en un rato. Hoy tengo cosas muy importantes que decirte, ¿puedes esperarme en casa?

Nunca había hablado con Wang Yibo en voz tan baja. En este momento, había suavizado su actitud, y su voz sonaba un poco nerviosa, el sonido se transmite al otro auricular, era un sonido suave y halagador.