𝐸𝑠𝑐𝑒𝑛𝑎𝑟𝑖𝑜: ɴɪɴ̃ᴏs ᴏᴛʀᴀ ᴠᴇᴢ.(1/3)

23 4 1
                                    

¿𝘠 𝘴𝘪 𝘴𝘶𝘴 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘰𝘴 𝘴𝘦 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘪𝘦𝘳𝘢𝘯 𝘯𝘪𝘯̃𝘰𝘴 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘻?

¿𝘠 𝘴𝘪 𝘴𝘶𝘴 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘰𝘴 𝘴𝘦 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘪𝘦𝘳𝘢𝘯 𝘯𝘪𝘯̃𝘰𝘴 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘻?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

𝕾𝖆𝖐𝖆𝖒𝖆𝖐𝖎𝖘

SHU

Los ojitos azules se expandieron y brillaron ante ella.
Reiji le había explicado que por culpa de una pequeño experimento Shu había terminado como un niño otra vez, la vista del pequeño Shu curioseando por la que era su habitación de adulto le había revuelto el estomago con emociones encontradas, se sentía como una niña pequeña que necesitaba de forma constante la presencia de su hermano mayor otra vez.Y al mismo tiempo, sentía ese impulso de hermana mayor de querer tomar a su hermano y protegerlo.

El pequeño al notar su prescencia abrio su boca en una "O" perfecta, dejando a la vista sus ya nacidos colmillos.
"en ese entonces yo deberia haber tenido 5 años" penso, haciendo una nota mental de la edad de Shu.

Se acerco a ella y la inspecciono rapidamente.
-Esme...¿eres tu?-

Un escalofrio recorrio su columna vertebral y la obligo a arrodillarse a su altura, sin despegar sus ojos de él asintio y bajo la cabeza timida.Era extraño como siendo el doble de su tamaño seguia sintiendose timida a su alrededor.

De reojo vio una pequeña sonrisa, como si hubiera descubierto algo impresionante.Con cuidado la pequeña mano de Shu levanto su cabeza tomandola de la mejilla con cuidado.

-¡Te ves muy hermosa Esme!- los ojos azules brillaron y una sonrisa enorme   alumbro su vista, su corazon se calento un poco ante aquello.-¡La princesa mas hermosa!-

Sus risillas timidas solo hicieeon mas grande la sonrisa de Shu.

-Muchas gracias, Shu...- le contestó revolviendo un poco su cabello.

- le contestó revolviendo un poco su cabello

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

REIJI

Él niño la inspeccionó y camino a su alrededor con una mano en su mentón, Esmeralda solo pudo quedarse parada allí como estatua rogando que él no se diera cuenta de lo intimidada que se sentía.

𝐎𝐏𝐇𝐄𝐋𝐈𝐀: ℳ𝓎 𝒮𝓊𝓃 𝒶𝓃𝒹 𝒮𝓉𝒶𝓇𝓈Where stories live. Discover now