Capítulo 4:"La llamada del Príncipe"

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Li De Zhuang soltó una bocanada de aire frío.

El propietario original era realmente GRANDE.

¡No sólo quería meterse con la mujer del Emperador! ¡También quería tirarse al hijo del emperador!

¡¿De verdad no le jode que se vista así?!

"Volviendo a Su Alteza, Su servidor no tenía intención la última vez."

Tan pronto como las palabras salieron de su boca, alguien por encima de su cabeza resopló ligeramente, obviamente no creyéndole. Se rumoreaba que el príncipe era un maniático, y aún no se sabía si era cierto o no. Sin embargo, había mucha gente en palacio que era tonta.

Si hubiera sido cualquier otra persona en ese momento, se habría llevado un susto de muerte.

Pero no Li De zhuang, que es tan estable como puede ser.

Sabía cómo besar culos.

"Su Alteza es un gran hombre y un fénix entre los hombres."

"La última vez que vi a Su Majestad, me sentí abrumado por el aura de Su Majestad y perdí la compostura, por eso me tropecé con Su Majestad."

Al oír estas palabras, los que estaban a su lado dejaron de hablar.

¿Quién tuvo el valor de decir que el príncipe heredero era malo delante de él?

El príncipe heredero era naturalmente feliz cuando la gente a su lado no lo era.

"Levántate."

"Gracias, Alteza".

Li De zhuang se levantó y, al arrodillarse así, se le cayó el panfleto que llevaba en la cintura.

Cuando sopló el viento, abrió la primera página y en ella había un lobo. Unas cuantas pinceladas le dieron vida.

El príncipe se agachó para recogerlo y dio una voltereta hacia atrás.

Aparte del lobo había una niña con sombrero, pero el disfraz era un poco extraño y no se veía.

"¿Tú dibujaste esto?"

Li De Zhuang respondió: "Sí".

El príncipe hojeó las páginas y soltó una carcajada al cabo de dos páginas.

Los que estaban a su lado miraron hacia él.

Uno de ellos preguntó: "Es un buen cuadro, pero la pincelada es rara, ¿de dónde la has aprendido?".

Li De zhuang respondió: "Mi sirviente lo dibujó él mismo".

El príncipe le devolvió el libro.

"La historia es interesante".

Nada interesante.

Caperucita Roja y el lobo feroz.

Para ese mocoso del Palacio Frío, para inspirar el corazón de un niño y evitar que se encamine definitivamente por el camino de la muerte.

Al terminar, el príncipe se marchó con los demás. Li De Zhuang respiró aliviado y volvió a guardarse el cuaderno de dibujo en el bolsillo.

Cuando terminó el servicio nocturno, un joven eunuco lo detuvo a la entrada de palacio, se adelantó y se pegó a su oreja.

"Sirviente Li, Su Alteza el Príncipe Heredero está aquí para verte."

Según la información fidedigna del libro original.

El Príncipe era un maricón, con diecisiete o dieciocho jóvenes heraldos en su casa.

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