💕CAPITULO 69💕

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— Sr. Xiao, ¿por qué está diciendo mentiras?

El abogado Yang lo miró, su viejo rostro mostraba una pizca de sarcasmo y culpa.

— He estado trabajando para el Sr. Xiao durante la mayor parte de mi vida, y nunca le mentiría a nadie en contra de mi conciencia. La voluntad del anciano en ese entonces decía claramente que el joven maestro Xiao Zhan heredaría todas sus acciones en el Grupo Xiao. En ese momento, tenía miedo de que te sintieras incómodo, y habló solamente contigo. Estuve allí en ese momento y escuché claramente. Ahora pregúntale a tu conciencia, ¿eres digno de la confianza del Sr. Xiao?

La situación cambió abruptamente y Xiao Ji entró en pánico. Nunca esperó que Xiao Zhan encontrara al abogado Yang.

Pensó que su plan sería infalible después de despedir al abogado Yang, pero no esperaba que una negligencia momentánea causara un problema tan grande hoy.

Respiró hondo, se calmó, entrecerró los ojos y dijo maliciosamente.

— Dijiste que habías leído el testamento, y había dicho que le quería dar a Xiao Zhan todas las acciones del Grupo Xiao. ¿Cómo puedes probarlo? Si hay un testamento, sácalo. Ah, es ridículo que quieras engañar a los demás con una sola frase.

Las expresiones de todos los presentes son muy complicadas, porque lo que dijo Xiao Ji es razonable, incluso si lo que dijo el abogado Yang es cierto, ¿quién puede probar lo que se dijo en ese entonces? Y ¿quién puede garantizar que el contenido del testamento es verdadero? Incluso si apoyan a Xiao Zhan en sus corazones, no se atreven a especular sobre la voluntad del Sr. Xiao.

Xiao Zhan no entró en pánico en absoluto, como si lo hubiera esperado completamente, se burló.

— Xiao Ji, realmente no ves el ataúd sin lágrimas. Hoy te di la oportunidad de abdicar obedientemente y ser un virtuoso ante los demás. Pero no sabes apreciar mi buena voluntad, entonces, no me culpes.

Cuando dijo eso, asintió con la cabeza al hombre y a la mujer que habían entrado con el abogado Yang. Los dos sacaron algo de sus bolsillos y los pusieron sobre la mesa. Resultó que esas personas eran notarios de la notaría.

El notario sacó una bolsa de papel kraft perfectamente sellada, se puso guantes blancos y sacó un documento ligeramente amarillento y lo sostuvo frente a todos.

— Después de verificar la identidad del Sr. Xiao Zhan, estuvimos de acuerdo con su solicitud de divulgar del testamento realizada por el señor Xiao en nuestra notaría ese año, este documento de respaldo, tiene la firma del anciano Xiao y el sello oficial de la notaría, así que tiene efecto legal.

Todos abrieron la boca, y luego todos se acercaron para ver el testamento que había estado oculto por mucho tiempo, en él venía un aparte que decía.

[Después de mi muerte, el 52% de las acciones del Grupo Xiao y la antigua casa Xiao serán heredadas por mi nieto Xiao Zhan. Las antigüedades restantes y los títulos de propiedad serán heredados por mi hijo Xiao Ji. Testador: Xiao Hang, Notario público: XXX, 20XX año X mes X día]

Al ver el respaldo del testamento, Xiao Ji ya no pudo refutarlo. Su rostro estaba blanco, cuando su mirada se posó en Xiao Zhan, se rio salvajemente.

— ¿Y que si tienes el testamento? La herencia se ha dividido. Se acabó. Este testamento es sólo un trozo de papel de desecho. Ya han pasado muchos años desde que el anciano se ha ido, ¿todavía esperas que las cosas se hagan de acuerdo a la voluntad del anciano? ¡En tus sueños!

La expresión en la cara de Xiao Zhan era fría y sus ojos estaban sombríos. No esperaba que Xiao Ji no respetara la voluntad de su abuelo. Incluso si el alma en Xiao Wenhan no era la de su hijo, esas dos personas eran iguales.

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