💕YOU ARE MY LIFE💕

💕CAPITULO 69💕

— Son solo unas pocas fotos. Ahora que la tecnología es tan avanzada, ¿cómo sé que no lo editaste y nos estas mostrando fotos falsas para engañarnos? Tío Zhang, llame a la policía y entrégueles a estas personas.

Wang Yibo se burló y arrojó un documento frente a él.

— Sr. Xiao, por favor mantenga los ojos abiertos y mire más de cerca. El contrato está firmado con el nombre de su hijo menor en blanco y negro. Ahora ha transferido el 14% de sus acciones a Haoting, soy un accionista íntegro del Grupo Xiao. ¿Qué le dirá a la policía cuando los llame? ¿Va a decirle que su hijo menor me acoso sexualmente? Seguramente se lo volverán a llevar a la comisaría para interrogarlo, con esta sería la tercera vez que está ahí, ¿no? Si vuelve a entrar, ¿no se sentiría avergonzado?

Hablaba en voz alta, y Xiao Zhan no pudo evitar mirarlo con una sonrisa ante esas palabras tan incómodas.

«Bribón, ¿intentas robar mi protagonismo?»

Wang Yibo parpadeó y, mientras nadie le prestaba atención, usó las yemas de los dedos para tocar la palma de Xiao Zhan, como diciendo

«¿Qué te parece? Soy guapo, ¿no?»

Xiao Zhan sonrió y no habló.

Los dos actuaban discretamente y las personas a su alrededor no se imaginaban la verdad de su relación, pero sus acciones no pasaron desapercibidas para Xiao Wenhan y su rostro se puso pálido.

No podía imaginar cuánto tiempo Xiao Zhan se había escondido detrás de Wang Yibo. Al parecer, Yibo lo conocía antes que a él, no sabe desde hace cuánto tiempo los dos han puesto una trampa para que él cayera.

Le gustaba Wang Yibo, pero este hombre lo apuñaló ferozmente, y Xiao Wenhan ni siquiera podía imaginar cuántas cosas había hecho por órdenes de Xiao Zhan.

Había un fuerte resentimiento en su corazón, y ni siquiera sintió cuando sus uñas perforaron sus palmas.

«Xiao Zhan, maldito bastardo... ¡maldito bastardo!»

Era tanto el odio que sentía que su rostro estaba distorsionado, perdió el control de sus emociones, tomó una silla y estaba a punto de aplastarla contra Xiao Zhan, pero las personas vestidas de negro a su alrededor lo presionaron rápidamente contra el suelo; a pesar de eso todavía estaba luchando como loco en el suelo.

— ¡Papá!

Sonó una fuerte bofetada, dejando a todos los presentes estupefactos.

Xiao Zhan retiró su mano y miró a Xiao Wenhan, cuyo rostro estaba rojo e hinchado, y dijo.

— Este es el Grupo Xiao. No hay porque mentir. Debes ser honesto conmigo, de lo contrario no me importará tirarte desde el último piso.

Con sangre en la comisura de su boca, Xiao Wenhan lo miró con enojo, y luego se rio.

— ¡Xiao Zhan, no tienes nada que ver con el Grupo Xiao ahora! ¿Qué calificaciones tienes para decir que me echarás? ¡Incluso aunque le venda mis acciones a Wang Yibo, fue a él, tú no tienes la última palabra aquí!

— Oh, ¿no?

Xiao Zhan no estaba enojado, arqueó las cejas y sonrió, y alzó la barbilla hacia Wang Yibo, que estaba junto a él y le dijo.

— Ven y dile si estoy calificado.

Wang Yibo metió las manos en sus bolsillos, sabiendo que la arrogancia del pavo real está surgiendo nuevamente; lentamente dijo con una risa.

— Xiao Wenhan, ¿quién te dijo que compre a mi nombre las acciones del Grupo Xiao? Soy un hombre pobre que solo pudo pagarlas gracias a que Haoting las compró, yo solo hago los recados a nombre del maestro Xiao. No deberías comportarte así frente a tanta gente.