💕YOU ARE MY LIFE💕

💕CAPITULO 69💕

Al escuchar la palabra "Haoting", las pupilas de Xiao Ji se encogieron drásticamente. En los últimos años, esa compañía se ha elevado rápidamente y controla firmemente toda la industria del entretenimiento en la ciudad S. Todo mundo sabe quién es Haoting.

Había dejado que Xiao Wenhan se subiera al brazo del dueño de Haoting deliberadamente. Lamentablemente, no había tenido éxito.

«Pero ahora, ¿cómo podía estar el jefe de Haoting en ese lugar?»

Antes de que Xiao Ji volviera a sus sentidos, Wang Yibo entrecerró los ojos y miró a Xiao Wenhan, que tenía el rostro pálido, y dijo.

— Por supuesto, soy un hombre de Haoting, seguramente se estará preguntando qué hago en el Grupo Xiao. Usted me ha llamado forastero, pero debería ver estas cosas primero.

Cuando terminó de decir eso, puso un montón de fotos frente a Xiao Ji, y dijo lentamente.

— Hace una semana, su hijo menor estaba llorando y rogándome para que comprara acciones del Grupo Xiao, e incluso me apresuro para hacerlo. Para lograrlo se arrodillo frente a mí y me rogó como un perro; de recompensa por eso, solo me pidió que le diera dinero para deshacer de su relación con usted. En estas fotos, ¿puede ver cómo llora? Una vez que usted muera, se olvidará de usted.

La gran pila de fotos son todas del día que Xiao Wenhan estuvo con él en la cafetería, rogándole para que comprara sus acciones. Las fotos capturaron claramente sus ojos y movimientos seductores, cuando Xiao Ji vio esto, instantáneamente quiso negarlo, de repente se cubrió el pecho, se cayó en su silla y jadeó en busca de aire. Durante un rato, ni siquiera pudo decir una palabra.

Xiao Wenhan se estremeció de miedo, se congeló en su lugar, mirando a Wang Yibo.

Wang Yibo le sonrió con frialdad, Xiao Wenhan se vio obligado a retroceder con esa mirada profunda y aguda. Wang Yibo aplaudió, y luego entraron cuatro o cinco personas vestidas de negro, con cientos de fotos en sus manos, y las distribuyeron a los accionistas presentes. En las fotos se puede ver, no solo este encuentro, sino también la aparición de Xiao Wenhan en el Café Sith un par de veces antes, usando sus dedos y pies para crear gestos explícitos para seducir a Wang Yibo.

Las imágenes en las fotos son muy claras, al igual que la situación. Todos los accionistas se sorprendieron en el acto, levantaron la cabeza con disgusto y miraron a Xiao Wenhan. No había ni rastro del hombre que había dicho que siempre estaría al lado de su padre y no votaría contra Xiao Ji. El hombre frente a ellos ya había tenido la idea de deshacerse de las acciones y huir en secreto.

A ellos no se les permite retirarse, pero Xiao Wenhan había vendido sus acciones. ¿Cuál era la diferencia entre el funcionario Zhou, que había prendido fuego a la gente, pero no dejo que la gente escapara?

— No... ¡No así! Papá, yo... yo no...

Xiao Wenhan se estremeció de horror, giró la cabeza y miró a Wang Yibo, que sonreía, pero su sonrisa no le llegaba a los ojos, de repente perdió la razón, y se apresuró hacia adelante.

— ¡Eres una maldita cosa! ¡Me engañaste deliberadamente! ¡Bestia! ¡Confíe tanto en ti!

El hombre de negro a su lado lo detuvo de inmediato, Xiao Zhan y Wang Yibo estaban uno al lado del otro, mirando al loco Xiao Wenhan desde la distancia, sin mostrar el menor cambio en su rostro, ni siquiera lo tomaban en serio.

Todos los accionistas en la sala de juntas se quedaron en estado shock y no entendía la situación.

Al ver que la escena estaba a punto de volverse incontrolable, Xiao Ji suspiró aliviado y dejó que las fotos cayeran al suelo, fingiendo estar tranquilo, y resopló con frialdad.