Amor de primos

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amor filial

Hola soy rafael Siendo las seis de la tarde en la finca de mis abuelos, vi como se acercaba el Renault 12 de mi tía y en EL venia mi primita de 12 años, ella era una hermosa niña, que tenía unos ojos grandes y claros, en los que yo siempre veía ternura, pero conjugada con caprichos, comportamientos infantiles que a veces no los soportaba y los cuestionaba para su edad. Bueno eran cosas que masticaba pero no tragaba, igual solo era por vacaciones de navidad, yo como era un joven de 15 años, solo me gustaba, montar bicicleta, y jugar con mis amigos de la vereda, hasta que en el tercer día de vacaciones mi tía me pidió el favor de llevar a Adriana hasta un lugar bien bonito para estrenar su cámara fotográfica...y tenía que hacer un proyecto fotográfico para el colegio, bueno yo accedí y le dije a Adriana que la llamaba a las cinco de mañana para alcanzar el alba en una montañita cerca de la finca, ella accedió y así fue, al siguiente día la levanté a las cinco de la mañana, se bañó y nos fuimos en bicicleta hasta una montañita y esperamos el alba. Ella tomó las fotos que quiso y luego nos sentamos a mirar cómo se mesclaban la luz del día y el brillo del rio, cuando me di cuenta estaba siendo enfocado por el lente de su cámara, soltó una sonrisa picara y me preguntó...tienes novia?....yo quedé estupefacto y le dije que no...sentí la necesidad de preguntarle por qué me cuestionaba con esto, me sentí incomodo, salté de mi tranquilidad y además sentí un leve calor fraternal en aquella pregunta, vi en su rostro una sonrisa que jamás había visto y mágicamente dejé de verla como una niña y empecé a verla con la luz del día como toda una jovencita, hermosa, tierna y soltera, le devolví la misma pregunta y quedamos conectados...con una sutileza que solo podíamos describirla con el silencio y la picardía, cuando nos disponíamos a irnos nos levantamos del suelo y ella tomó unas últimas fotografías como dando gracias a la naturaleza por su complicidad, ella al dar un paso atrás para irnos se resbaló y la tome rápidamente del brazo pero no me alcanzó para no dejarla caer, al contrario me caí con ella, claro con algo de complicidad mía, caímos levemente y nos reímos, quedamos tendidos cada uno a un lado.

Nos reímos un rato mas y resolví a lanzarme sobre ella y buscar su boca, no me presentó resistencia pero me detuve a pocos centímetros de su boca, alcance a sentir su respiración, la mire a los ojos y me preguntó...que haces?, no le respondí y me puse de pie, nos dirigimos a las bicicletas y cuando me disponía a arrancar ella me dijo que me acercara a ella que le dolía un pie, un calambre o algo así, salté de la bici y me abalance sobre su pie derecho, pero se sonrió y me levanto, me miró fijamente los labios, se mordió los suyos, nos fundimos en un abrazo cómplice y nos besamos, fue despacio, tierno, muy lento y luego recorríamos nuestras caras de lado a lado, no dejamos de acariciar nuestras espaldas, pero con ternura, yo le acariciaba la carita y le miraba a los ojos, no me cansaba de confirmar con cada beso lo que estaba pasando, luego de un beso bastante largo, nos tomamos de la mano y caminamos llevando las bicicletas de cabresteo. Caminamos bastante tiempo callados, riéndonos, como celebrando una picardía, poco hablamos, solo lo necesario para acordar silencio con nuestra relación filial, en la curva antes de llegar a la finca nos dimos otro beso, tierno, caluroso, romántico y fue escoltado por una sonrisa mutua.

Llegamos a la finca y todo siguió normal....después de eso, aprovechábamos cualquier instante de soledad para besarnos y yo le regalaba flores, dulces, frutas y la fui enamorando poco a poco, llegó navidad y sabia que las vacaciones se acababan y que nos tendríamos que alejar....ella para su ciudad y yo para mí pueblo, la noche del 25 de diciembre mis tíos se fueron para el pueblo a bailar y beber y nosotros nos pusimos de acuerdo para no ir y quedarnos a consentirnos el tiempo disponible, nos ubicamos en el patio, viendo las estrellas. Me inventé una pequeña fogata y nos arropamos juntos, mi abuela dormía profundamente y mis tíos se demorarían toda la noche.... La consentí de múltiples maneras en cantidades alarmantes, la mimé, le dibujé caricaturas con las estrellas, los besos y las caricias fueron el plato de entrada, para una noche inolvidable, estábamos encarnizados con los besos, ella pues era su primera vez, sus primeros besos, su primer novio y yo porque eso significaba mucho, siempre soñé con que mi primera novia fuera una chica bastante bonita y mi prima no era la excepción, llegó un momento en el cual me dijo que tenía hambre y mucho frio, que buscáramos algo de comer y nos refugiáramos en la casa, fuimos a la cocina, conseguimos unas galletas con algo de refresco y la tomé por la espalda y las caderas, la abrasé y le propuse que nos arruncháramos en su cama, ella no reparó y accedió nos fuimos caminando así abrazados, aproveché para decirle cosas al oído, para sobarle su abdomen firme y suavecito, recuerdo que vestía una blusa.

Atte. Anónimo 5

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