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A la mañana siguiente, Mariana despertó de buen humor y con las energías suficiente para empezar bien su día. Casi ni se notaba que la noche anterior había estado inconsciente debido a la fiebre por culpa del mal descanso y su nula alimentación. Tenía un poco de dolor de espalda por la imposición de dormir en una cama que no era la suya, pero ni eso ni nada le quitaba su buen humor.

Salió de la habitación y camino hasta la cocina donde escuchaba a Pol hablar con alguien más. Conocía la casa debido a que algunas veces le gustaba dormir donde Pol y visitarlo bastante seguido para platicar de cosas de la vida y también porque era el único que le dejaba quedarse al no tener terminado su hogar, así que se había aprendido la casa desde el sótano hasta el ático, y eso que realmente el hogar del hombre era bastante grande.

── ¿Quieres desayunar, Spreen? He preparado algunos hotcakes para cuando despierte Mariana. ─mencionó el castaño acomodando un par de tostadas con mermelada para desayunar en un plato.

──  No capo, gracias, desayune hace un rato. ─escuchó acompañado de una leve risa.

── Buenos días, Pol y señor Spreen. ─saludo el castaño con una pequeña sonrisa, parándose junto al híbrido acomodando su cabello un poco rebelde con la mano izquierda, debía admitir que le parecía curioso ver al pelinegro en casa del que consideraba su padre una mañana tan temprano.

── Buenos días, Mariana, ¿dormiste bien? ¿no te duele nada? ─se apresuró en preguntar Pol, sabiendo que aún su cuerpo podía estar tomando represalias gracias a su mal horario de sueño y los pocos alimentos nutritivos que solía consumir el más chico.

── Si, si, me duele un poco la espalda, pero me parece que es porque dormí mal. Pero estoy bien, eh, no me duele nada fuera de eso. ─soltó con una pequeña sonrisa y un ligero sonrojo pintandose en sus mejillas, no había tenido tanta atención de nadie después de sus dos mejores amigas.

── ¿Ya no tenés fiebre? ─escuchó por fin al híbrido a su lado, tomándolo por sorpresa al pasar su mano fría sobre la piel descubierta de su frente, causándole una pequeña risa con timidez, ciertamente era halagador el hecho de que el más alto le mostrará un poco de interés, pues pocas veces le dirigía la palabra o siquiera se veían.

── No, no, ya estoy bien, papi, después de los cuidados de Pol me siento bastante bien, gracias por preguntar, man. ─pudo verle asentir convencido y alejar su mano de nuevo al bolsillo de su pantalón, regalándole una sonrisa que hizo ponerlo aún más tímido. ¿Desde cuándo la presencia del híbrido le hacía sentir así?

── Ten, Mariana, no te voy a dejar ir sin que antes te haya visto comer todo lo que hay en el plato, anda. ─interrumpio Pol la nube de pensamientos en la que se había enfrascado el castaño, ofreciéndole un plato con una pequeña torre de hokcakes bañados en miel y algunas frutas silvestres del huerto del mayor, sintió su boca hacerse agua.

Se sentía un poco avergonzado en la manera en que lo había tratado Pol, como si fuera un niño pequeño frente a Spreen, pero al escucharlo reír con diversión se le pasó un poco. Aunque el sentimiento de timidez seguía incrustado en él como espina enterrada en la piel.

── Bueno, tengo que seguir buscando materiales para terminar mi pollería, nos vemos luego Pol. ─se despidió caminando hasta la puerta del hogar del mencionado siendo acompañado por el mismo. Volteó hasta donde el castaño y le dedico una sonrisa.— Trata de comer mejor y dormir lo debido Mariana, no quiero tener que ir por tí de nuevo a una cueva llena de enemigos contigo inconsciente. ─la información tomó al de gafas desprevenido, haciéndole sentir vergüenza ante la idea de que había tenido que ser cargado porque se había desmayado cuando se suponía estaba de aventuras. Para su suerte, el híbrido ya se había marchado para cuando quiso decir algo.

── ¿Estás bien, Mariana? ─indagó el castaño con un par de canas volviendo a donde había dejado su desayuno para acompañar al mencionado acompañandolo en la mesa, solamente recibió un asentamiento y una pequeña entonación de la garganta del chico dándole una respuesta afirmativa.

── Oye Pol, ¿en serio el señor Spreen fue por mí a la cueva dónde estábamos con Aro y Mayichi? ─le resultaba surrealista el hecho de que un hombre como lo era el híbrido fuera por el a un lugar como ese, aunque se hacía una idea de que quizás pasaba por ahí y lo vio tieso en el suelo con Mayichi y por eso las había ayudado, pero aún así le carcomía la curiosidad en saber cómo se habían dado los hechos.

── Bueno, cuando llegaron aquí Spreen te traía en brazos y las chicas parecía que iban a romper en llanto en cualquier momento, pensaba que te habían jugado alguna broma que había salido mal, pero después me contaron lo que había pasado, aunque desconozco si Spreen fue por tí realmente. ─termino por decir llevando un poco de su desayuno a la boca para poder degustarlo.








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hoy no pude escribir algo más largo puesto que anduve ocupada técnicamente todo el día, perdónenme, pero les doy un poquito de contenido para disfrutar, estoy escribiendo ésto desde la 1 de la mañana en mi país akwkndnas, anyways, prometo traer un capítulo más largo si es que encuentro un poco de inspiración más adelante. Háganme saber de cualquier falta ortográfica o algo que crean que pueda agregar. Se despide, miyu, cuídense mucho y duerman lo debido. 🫶

worse days. ㅤ» ㅤspriana. Where stories live. Discover now