El Beso De La Muerte

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Había llegado a aquel bar de dudosa procedencia, buscando solo unos tragos de leche y un lugar para pasar la noche pues planeaba encontrarse con su amiga al día siguiente, en un pueblo que no quedaba tan lejos.

Al momento de llegar a la barra el cantinero lo atendió de mala gana ¿Quién iba a un bar por leche? era lo que escucho murmurar al sujeto mal vestido. Disfrutaba de sus tragos, hasta que llego un tipo alto encapuchado a sentarse junto a el. El tipo pidió un wiski, llamando su atención por su olor a ron y algo de sangre.

Fue ahí cuando lo vio por completo, su tez era blanca como si de porcelana se tratase, unas orejas de lobo con su cabello que era una mezcla entre gris y platinado, este hacía que se viese algo mayor, y unos ojos rojos que atravesaron cada rincón de su ser en cuestión de segundos, como si tratara de ver su alma.

Trago saliva, sintió como su cola se erizaba, ambos volvieron a sus mundos, cada quien por su lado. Hasta que el mayor hablo y su voz grave le causo un espasmo, el continuo normal tratando que no se diera cuenta de su miedo. El tipo era agradable, risas tontas llamaban la atención de los demás clientes, ambos mercenarios desbordando alegría.

El alcohol en sus cuerpos subiendo, la temperatura aumentando.

Hubo un momento en el que ya no existían los demás, solo los dos híbridos, quizás fue el lobo o quizás fue el gato quien empezó, fue un coqueteo casi instantáneo. Fue un rose de labios el que rompió la tensión.

Los dos hombres habían salido del bar, y el de ojos rojos tenía al hibrido de gato contra la pared probando cada rincón de su boca, tocando de vez en cuando sus orejas para darle placer y haciendo pequeñas envestidas aun con su ropa puesta. Esta ya empezaba a estorbar, sus miembros se rosaban y el gato era el que más lo estaba disfrutando. En ese momento no le importaba que estuvieran fuera del bar a la vista de todos.

El lobo lo llevo cargando a unas habitaciones, una pequeña morada que estaba a lado del bar, no recuerda si había pagado o solo ingresaron a esta, pero en verdad no le importaba. El fue aventado a la cama con algo de fuerza, sintió como le iban quitando cada una de sus prendas, estas fueron aventadas a algún rincón junto con sus botas y sombrero.

Los besos, manoseos y sonidos que salían de sus bocas tan necesitadas los hacía ver como completos animales, ambos se dejaron llevar por sus instintos y no podían negar que se sentía tan bien.

El gato había sido besado por la misma muerte, sin importar que le quitará una de sus preciadas vidas.

El lobo lo envestia con fuerza, mientras sujetaba su cola y masajeaba uno de sus pezones, haciendo sentir al gato por los cielos, el de ojos verdes le había dicho su nombre a aquel hombre, y le encantó como fue su pronunciación.

Le estaba encantando todo de aquel hombre, su olor, sus ojos, su acento, simplemente todo.

Un gemido algo diferente salió de su boca, casi como un maullido y esto llamó aún más la atención del mayor.

──Te gusta ese lugar ¿Verdad? Antoni ──Esbozo con una voz ronca, envistiendo aún más fuerte tratando de encontrar nuevamente ese punto.

──Sí, por favor má-as. ──Dijo algo entrecortado.──¡Justo ahí! King

El peligris siguió con su labor, adorando cada parte del cuerpo contrario, sus expresiones y sonidos lo incitaban a más. La pareja de amantes llegaron al clímax, pero nuevamente estaban listos para otra ronda.

Los rayos del sol entraban por la ventana directo a su cara, despertando lo de su dulce sueño. Se estiró, le dolía todo su cuerpo, más las caderas y su cabeza. El no era de beber alcohol a menos que la situación lo ameritara, miró por cada rincón de la habitación y podía jurar que el otro tipo se había marchado.

No lo culpaba pues había pasado un celo entero con él, cuatro días lujuriosos que jamás olvidaría.

Toda su ropa, incluidos botas y sombrero estaban en la mesita de noche, los tomó y camino al baño para quitarse toda esa sensación pegajosa de sí. Fue un baño rápido, salió y salió por la ventana ya que quería evitar una discusión innecesaria con el dueño del lugar por no a ver pagado.

Su viaje al pueblo fue calmado, se subió a una carroza que iba pasando, pensando en lo que le diría a su amiga por su tardanza de cuatro días.

A lo lejos observó una cabellera azabache y un cubrebocas blanco, su amiga estaba sentada bajo un árbol junto a lo que parecía un niño o algo. Bajo de la carroza, camino a paso lento y le dio la mano a su querida amiga.

──Tiempo sin vernos.──Sonrió mientras acomodaba su sombrero con la otra mano. ──Kitty

──Me dejaste esperando cuatro días, cuatro días en los que pudimos hacer un plan para robar el amuleto.

El de ojos verdes hizo como su nada.

──Tuve unas complicaciones para llegar, el mapa no estaba bien trazado. ──Fue su excusa.

La azabache sabía que eso no era verdad, había algo que Antoni no le estaba contando pero le importaba más su plan para robar el amuleto que lo que haya hecho el chico. Derrepente despertó el niño que estaba con ella, al cual había bautizado como perrito, el era el que les iba a dar un lugar para dormir y comer en lo que hacían su estrategia.

El más joven los llevó a su casa, y las charlas empezaron, mientras que en las sombras eran observados por unos brillantes ojos rojos.

El gato pensó que el lobo fue algo de una noche, algo de un celo, pero grande sería su sorpresa después de que los meses pasarán.

Primer capítulo de esta wea, lo tuve que hacer yo pq nadie más lo hacía.

No es mucho pero es trabajo honesto.

Luego le cambio la portada pq esta culerita. Xd