Izuku y El Legado Joestar

Capítulo 1: El regreso del Legado

Advertencia: No soy dueño de los derechos de Jojos Bizarre Adventure ni de Boku no Hero, todo el crédito a sus respectivos autores, solo hago este fic con el fin de entretener y nada más.
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Izuku pese a ser el sucesor del símbolo de la paz Yagi Toshinori no se sentía a la altura que esto significaba toda una vida escuchando palabras de odio y desaliento no se borraría de la noche a la mañana, desde siempre soñó con ser un héroe aún con todo el sufrimiento que se vio obligado a afrontar después de ser diagnosticado cómo quirkless cuando solo tenía 4 años.

Pero el sabía que el destino le deparaba algo mucho más grande, quién diría que su camino para ser un héroe le mostraría una verdad olvidada en su familia desde la aparición de las particularidades.

El festival cultural de la UA había ocurrido hace un par de días atrás, fue un difícil trabajo tanto para su clase como para el, impidió que el festival se arruinara y en el proceso logro hacer sonreír a la pequeña Eri.

Esa pobre niña que salvo de las garras de la Yakuza, ver le sonreír le hizo saber que no fue en vano su esfuerzo, pero eso ya había pasado, por ahora el se encontraba acompañando a su madre Inko Midoriya al banco principal de la ciudad, ese día en la mañana la matriarca Midoriya recibió una carta del banco informándole de una bóveda de seguridad que era para un pariente de su difunto marido Hizashi Midoriya, para ser específicos al abuelo de este un tal Jouta Midoriya.

Y si la bóveda era de un pariente de su esposo porque hiba ella junto a su hijo pues es simple, junto a la caja de seguridad el banco había encontrado una carta con instrucciones de entregar el contenido de la caja al pariente vivo del dueño más cercano, sin embargo, eso no era todo, la carta con estás instrucciones tenía el sello del primer ministro, por lo tal se debía cumplir con estás órdenes al pie de la letra.

Por lo mismo ellos irían a ver el contenido de esa bóveda, una vez llegaron al banco pidieron ver al gerente.

—¿Buenas tardes en que los puedo ayudar?— pregunto amablemente el hombre.

—Buenas tardes soy Inko Midoriya y este es mi hijo Izuku Midoriya, estamos aquí para ver lo referente a la bóveda del abuelo de mi difunto marido Hizashi Midoriya— expreso la mujer hogareña con algo de timidez en su hablar.

—Claro debe referirse a la bóveda 1205, fue una sorpresa encontrar parientes vivos del dueño de la bóveda, esa cosa tiene más de 100 años y no estamos seguros de lo que contenga, si son tan amables podrían seguir me— indico el hombre guiando al par de peliverdes a la dichosa bóveda.

A primera vista muchos podrían notar la antigüedad de la bóveda, no contaba con una cerradura eléctrica ni mucho menos, está contaba con un intrínseco mecanismo para proteger el contenido de su interior.

—Generalmente esto hubiese pasado a ser propiedad del estado, sin embargo por orden de la oficina del primer ministro eso nunca sucedió, es raro está bóveda es de la era previa a la aparición de las particularidades, son afortunados, sea lo que sea que esté aquí adentro debe tener algún valor al tener más de cien años—dijo el gerente mientras abría la bóveda.

Ambos peliverdes estaban nerviosos por lo que estuviera oculto tras la enorme puerta reforzada, su nerviosismo aumentaba a cada instante hasta que pudieron ver la razón por la cual estaban allí.

En el interior de la bóveda se encontraban una serie de extraños artefactos junto a documentos y algunos libros que se encontraban dentro de cajas selladas al vacío a primera vista.

Curiosos Madre e hijo se adentraron a la sala mientras el gerente se retiraba para dejarlos solos; ambos vieron con curiosidad cada cosa en la habitación, Inko se fijo en un hermoso collar de oro con una enorme gema roja que tenía una cruz en su interior, sin dudas esto era muy antiguo y debía tener cuidado con esto.