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La puerta corrediza de aquella finca fue abierta bruscamente, tensando rápidamente al albino quien instintivamente desenvainó su katana y dirigió su mirada a la puerta, sólo topándose con la pequeña figura de su pareja.
Este último, no tardó en irse directo al albino, sin importarle dejar la puerta abierta, sólo quería consuelo de su pareja.
Sanemi:¿Qué pasó?, ¿Estás bien?
Obanai:estoy triste...dame amor.
Aquel suave puchero enterneció al albino, quien no dudó en recibir al menor entre sus brazos.
Su semblante cambió rápidamente a un ceño fruncido, ¿Cómo que estaba triste?, ¿Desde cuándo este se entristecía?, eso no era normal, era cosa del diablo seguramente.
Sanemi:¡¿Qué te hicieron?!, ¡¿A quién tengo que apuñalar?!
No hubo respuesta alguna a aquello, cosa que le hizo irritarse aún más y cuando quiso volver a gritar para reclamar aquello se percató de que el heterocromático se había dormido entre sus brazos.
Tal vez estaba exagerando las cosas, pero no podía evitarlo, no quería que nada malo le pasara al azabache, quería cuidarlo y protegerlo de todo lo que atentara en su contra.
A sus ojos, era un ser indefenso que necesitaba ser protegido por alguien y afortunadamente, él podía protegerlo...¿Cierto?
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Creo que un capítulo más para dar como finalizado este libro.
Este será un capítulo +18, porque estoy seguro de que en algún momento estaban esperando para ver eso.
Y estoy medio dudoso de como hacerlo, pero tomando en cuenta que los demás capítulos han sido cosas random que se me ocurren o veo en pinterest, supongo que haré algo mucho más detallado y preciso (´･ᴗ･')
