𝘐𝘕 𝘛𝘏𝘌 𝘔𝘐𝘋𝘋𝘓𝘌 [TARA CARPENTER] (1)

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"Nunca podrás escapar de tu corazón, así que es mejor que escuches lo que tiene que decirte"

Paulo Coelho

Viernes 24 septiembre de 2021

9:30 p.m.

CUANDO LA PUERTA DE LA HABITACIÓN SE CERRÓ, Sam se acomodó de brazos cruzados cerca de Tara, yo me mantuve de pie, a una distancia considerable de las hermanas.

—¿Recuerdas cuando papá se fue? —Preguntó Sam.

—Algunas partes —Dijo Tara —Yo tenía ocho años ¿Qué tiene eso que ver con esto?

—Créeme, Tiene que ver con esto —Dije, haciendo que ella me mirará.

Sam se acercó frente a la cama de Tara. Para proseguir con su conversación.

—¿Recuerdas cómo...—La atención de Tara volvió a Sam —¿Mamá solía guardar esas cajas en el ático?

Tara asintió

—Bueno, estuve allí una vez... —Continuó Sam —Cuando tenía 13 años, buscando regalos de Navidad. Y encontré estos viejos diarios que mantuvo desde la escuela secundaria.

—Sam, ¿qué es...? —Preguntó Tara aún más confundida.

—¡Sam! —Intenté detenerla.

—Tengo que hacer esto —Respondió Sam mirándome brevemente.

Sam suspiró, preparándose para continuar.

—Así que encontré estos viejos diarios. Y sabía que estaba mal, pero leí algo de todos modos —Dijo mi amiga —Quería saber porque mamá se quedó embarazada de mí en la secundaria, y pensé que sería genial averiguar cómo se juntaron ella y papá. Qué romántico debe haber sido. Así que leí algunos.

Sam hizo una pausa para prepararse para lo peor. Me acerque a ella para poner mi mano sobre su hombro y darle una señal de apoyo.

—Sólo que no era romántico. Mamá estaba saliendo con papá, pero... —Hizo otra pausa —Ella estaba enamorada de este otro chico...Y él la dejó embarazada. Ella le dijo a papá que era suyo, y por eso ellos se comprometieron en el último año.

—¿De qué estás hablando? —Preguntó la menor.

—Y yo estoy sentada allí, en este ático... con apenas trece... —Sam suspiró — Y me acabo de enterar que mi papá no es mi papá. Así que voy a buscar a mamá a su habitación y le estoy gritando. Y le restregué este diario en su cara, y ni me di cuenta... que papá estaba parado justo detrás de mí.

Yo miré a Tara quien estaba con los ojos llenos de lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento.

—Él no lo sabía. Se enteró en ese momento por mí —Cerró los ojos con fuerza — Él se fue esa noche. Soy la razón por la que se fue.

—No es cierto Sam —Le dije a mi mejor amiga.

—No, Sam... —Trató de decir Tara.

—Mamá nunca me perdonó. Luego me hizo prometer que nunca te lo diría porque eras una niña. Y por eso cambié y me volví distante y rara contigo —Sam se acomodó de rodillas frente a Tarra —Y salí y comencé a tomar todas las drogas que pude tener en mis manos hasta que no pude más y me fui de la ciudad.

Me dirigí al lado de Tara tomando sus manos. Ella me miró y me agradeció con su mirada.

—Ya no podía estar cerca de ti, Tara. No solo porque destruí a nuestra familia esa noche, sino porque... esos diarios me dijeron quién era mi verdadero padre.

Yo suspiré fuertemente y sin previo aviso una lagrima se deslizó por mi mejilla, la ansiedad del momento estaba matándome.

—Era Billy Loomis. Y alguien lo sabe, y creo que por eso te lastimaste —Dijo finalmente —Y lo siento mucho por no haberte dicho nada y luego me escapé. Lo siento mucho.

—Vete —Dijo Tara a su hermana, cosa que me hizo sorprender.

—Tara —Suplicó Sam.

—Te has ido por cinco años... Cinco años enteros —Gritó Tara —¿Y luego me apuñalan y quieres volver y tirar toda esta mierda sobre mí?

—Pensé que te estaba protegiendo —Trató de asegurar Sam.

—¿Protegerme de qué? ¿La verdad? —Dijo Tara de forma sarcástica.

—No. No... Por favor, Tara —Traté de que se calmaran, pues sabía que ninguna de las dos cedería tan fácil.

—¡Sam, vete! —gritó Tara —¡Sam, necesito que te vayas a la mierda!

—Lo siento mucho —Dijo Sam.

—Tara, perdón—Dije mirando a la menor.

—Por favor ¡Vete a la mierda! —Le dijo Tara a su hermana.

Sam salió rápidamente de la habitación. Mire a Tara, con sus ojitos llorosos, y mi primer impulso fue abrazarla para hacerla sentir mejor.

—Sam me lo había contado antes de irse —Le dije —Lamento no haberte lo dicho antes, eso no me correspondía. Y tú ya habías sufrido tanto que yo solo quería verte feliz.

Tara asintió, me dio otro abrazo y se acostó sobre la cama, dándole la espalda a la puerta. Me levanté de su lado y salí de la habitación.

—¿Cuál es nuestro próximo movimiento? —Preguntó Richie.

—Vamos a hablar con un experto —Dije mirando a ambos.

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WOODSBORO ERA UN PUEBLO RELATIVAMENTE PEQUEÑO, conocí a Sam en el verano del 2011. Ambas teníamos 14 años y éramos niñeras de medio tiempo. Un día alguien toca la puerta de la casa Meeks Martin.

Allí frente a la puerta se encontraba Sam con Wes Hicks. Los chicos jugaron esa tarde, mientras Sam y yo hablábamos. Después de esa tarde, nos hicimos muy amigas.

Los meses después de eso, me invitó a conocer su casa. En el momento en el que entré a su casa, vi a una niña de aproximadamente 9 años, que estaba leyendo en la escalera de entrada. Era su hermana menor, Tara.

Las chicas estuvieron conmigo cuando mis padres se separaron. Me apoyaron y me acogieron en su familia. Cuando Sam se fue, Tara tenía 13 años y en medio de la partida de mi mejor amiga. Me acerque más a su hermana. La protegía y quería hacerla feliz. Me di cuenta que me había enamorado de ella.