Infinitas fueron las veces que escuchó aquello pasar por los intermitentes canales de la pequeña televisión en el sótano de casa, en su mente siempre corrían las mismas preguntas, ¿Qué hace al hombre llevar la armadura?, ¿Porqué debería la mujer esperar su llegada con ansias?, ¿Quienes son los de la tele para decirme lo que debo hacer?, y es que, por lo menos en su mundo, vivía rodeada de lujos, joyas, manjares y todo lo que un ser codicioso pudiese desear.
Se levantaba todos los días en una cama por lo menos díez veces más grande que su propio cuerpo, las mucamas hacían por ella todo lo que alguien normal haría por sí mismo; la bañaban, vestían, peinaban, perfumaban y cepillaban, incluso le repetían lo maravillosa que era durante el proceso. Tal vez pienses que sería increíble vivir la vida de un rico, pero para Kanna, nacer en una cuna de oro fue su peor pesadilla, pongamoslo de la manera más simple, ¿Cómo te sentirías al saber que todo el que se acerca a ti es por el dinero que le podrían brindar tus padres? Recibir miles de halagos diarios que sabes son solo la puerta al camino de tu riqueza, no poder quebrarte en frente de nadie para no dañar "la imagen de familia perfecta" y ser incapaz de abandonar las cuatro paredes de tu cuarto sin miles de empleados cuidando cada paso que llegas a dar, nisiquiera porque les importes, solo lo hacen porque essu trabajo.
