Capítulo 1

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Ya tengo las otras dos historias preparadas! Tal vez una venga más pronto de lo que piensan...

La primera que viene es una que he tenido en el borrador desde el principio del año. Tenía todo listo, de portada a prólogo pero lo retrasé, pero ya viene se los juro.

¿Y que tal? ¿Nos está gustando?🥹
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El Reencuentro

POV Roberta

-Ya te dije que está bien—le dije de nuevo.

-Está bien hija, solo no quiero que cambies de opinión a último minuto. Ya sabes con todo lo que está pasando, algunas veces se te puede nublar la mente—la oí a través del celular.

-No cambiaré de opinión.

-Está bien, está bien.

Hubo un momento de silencio por su parte.

-¿Y como estás tú?

-Mamá, por la última vez, no quiero hablar de eso—dije sabiendo a lo que se refería.

-Solo quiero que estés bien hija. Estás tan lejos y siento que no puedo hacer nada para consolarte. No me gusta que te guardes todos tus sentimientos.

-Estoy bien, solo quiero que se termine lo más rápido posible—suspire.

-Lo que sea que necesitas sabes que estamos aquí.

-Lo sé.

-Sabes, te pudiste haber venido acá a Miami. Siempre tienes lugar aquí.

-También lo sé pero lo último que quiero es estar en un lugar extraño. Además no quiero que Juan piense que lo he abandonando.

La oí suspirar a través del celular.

-Pues te dejo para que descanses. Suenas cansada.

Lo hacía tan obvio. Desde que llegué he dormido menos de diez horas y he estado aquí por cuatro días.

Esta maldita casa es hermosa pero está lleno de demasiados recuerdos.

-Está bien mamá. Adiós—le dije.

-Adiós hija, te amo. Ya sabes, estoy aquí para lo que necesites.

Sonreí un poco.

-Te amo también, adiós—me despedí por última vez y colgué.

Suspire y baje la cabeza.

Si esto es vivir es mejor rendirme ahora.

Veo, siento y respiro su maldito nombre.

Siento tantas cosas. Algunos días la amo y la extraño y otros días la odio y le deseo lo peor.

-Maldita sea Maddy... ¿por qué nos hiciste esto?—mire al enorme cuadro de mi boda.

Ni sabía porque seguía puesta. Bueno... no he tenido tiempo para limpiar y sacar todo, o mejor dicho, no he tenido las fuerzas.

Miré a mi celular y vi de quien era la llamada entrante.

Madison Pérez.

Rechacé la llamada y dejé el celular de lado.

No se porqué me llamaba a esta hora. Teníamos un horario en la mañana y ya y solo era para el procedimiento de nuestro divorcio que por cierto está a punto de llegar a su fin.

No podía bloquear su numero, al fin de cuentas necesitaba comunicarme con ella para finalizar nuestro divorcio.

La quería arrancar de mi. Quería hacer como si nunca hubiera existido, que mi amor por ella solo fuera algo pasajero.

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