Solo un Uzumaki

Uzumaki II

Ante la pregunta que hizo, él sintió como el filo del kunai se profundizaba más sobre su cuello haciendo que sangre comenzará a salir, él no se preocupó, solo saco una bufanda negra que tenía guardada en un sello y la envolvía en la parte baja de su cuello no queriendo manchar los pergaminos que estaba leyendo, tal actitud solo desconcertó a Jiraiya, el cual no sabía si el chico quería morir o si en realidad confiaba en que no lo asesinaría, fuera la opción que fuera, el hombre no planeaba responder a pesar de que para el chico, la respuesta había más que obvia.

-Por supuesto que la sacarías, poner a una mujer en el proyecto R.C. era condenarla a que perdiera su libertad, espíritu y ganas de vivir – él dijo mientras dejaba el pergamino en sus manos a un lado y tomaba otro – tampoco es que les vaya bien a los hombres, al principio puede parecer placer sin fin, pero cuando tu vida se reduce solo a que mujeres salten sobre tu cintura, incluso el más pervertido pierde el interés.

- ¿Cómo sabes eso? – Jiraiya cuestionó, la sangre que brotaba del cuello de Naruto siendo cada vez mayor.

-El Jiraiya que me cuido me lo dijo – su respuesta desconcertó al hombre, entonces el cabello cambiar tanto en forma y color, luego vinieron los ojos, azules como los de sus últimos aprendices y aquellas marcas de bigotes – sabes, falle con esa profecía, la de los sapos, termine tan enojado que solo busque venganza y después vine a este mundo, no lo salve ni lo destruí.

-Tú...

-En mi mundo moriste y yo te falle en cumplir ese deseo que querías, simplemente me sentí tan cansado de todo que cuando vengue tu muerte volví a esta isla, quise encerrarme, pero preferí no seguir en ese mundo, irme a otro gracias a un sello, no espere que la primera persona que conocería sería a Naruko o a ti.

-...

-Dime ¿Qué se supone que puede hacer un chico que perdió a la única persona que lo apoyaba, cuya aldea nunca se preocupó por él y cuyo sueño en verdad fue una forma de escapar de la realidad en la que vivía?

El silencio apareció en ese momento, él dejo de hablar y Jiraiya ni siquiera sabía que podía decir, empezando por el hecho de que no sabía si creer en las palabras del chico, tampoco era como si pudiera saber si mentía o no, esos ojos tan apagados solo pertenecían a personas que en verdad lo perdieron todo, fue la misma mirada que vio en el maestro jounin de Naruko, Kakashi, así como en muchos otros ninja en sus viajes, luego estaba el hecho de actuar como si nada ocurriera a pesar de que su vida estaba siendo amenazada, solo estaba ahí, leyendo pergamino tras pergamino, ni siquiera sus clones parecían preocupados.

-Creo que respondí de manera indirecta las preguntas que hubieras podido tener – él dijo rompiendo el silencio, sorprendiendo a Jiraiya, el cual aparto el kunai – sabes, en este momento no soy quien fui, solo soy un Uzumaki, sin objetivos, sin un plan de vida, nada más, nada menos.

- ¿Qué planeas hacer con Naruko? – el hombre pregunto lo único que no tuvo una respuesta.

-Quiero ayudarla, tal vez para que no pase por las mierdas que yo pase, tal vez por otros motivos, la verdad no lo tengo claro, solo quiero ayudarla sin más.

Los ojos de Jiraiya cayeron sobre el cuello del chico, la herida ya había sanado y lo único que quedaba era la sangre seca y la bufanda oscura que se quitó y guardo en un sello de almacenamiento, luego con su mano limpiaría la sangre y volvería a la apariencia que tenía hace unos segundos, para Jiraiya, si el chico no mentía, entonces su historia era la misma que la de su estudiante y tal vez más dado el hecho de que dijo que él murió, había otras cosas que tampoco le cuadraban, no creyó que un sello pudiera de verdad llevar a alguien a otro mundo, pero no conociendo todo lo que el chico era capaz de lograr no pudo ni siquiera plantearse que fuera mentira.