Chapter Fourteen : Bearing Fruit.

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Félix insiste intensamente en que tiene muchas ganas de cenar un sándwich con pollo crujiente, mucha lechuga y una variedad de contornos, por lo que a Hyunjin no le queda de otra que ponerse al ruedo como asistente de cocina.

Por suerte el éxito es rotundo, la cena queda maravillosa, y más allá de que han quedado muy satisfechos con el sabor y la cantidad, los dos sienten que han hecho un exelente trabajo y por ende merecen unas cuantas galletas como postre.

—. Eres una mala influencia para mi dieta. — Regaña Félix, metiéndose la última mini galleta a la boca y abrazando a Hyunjin del cuello para poder dejarse caer con él sobre la cama.

El rubio suelta una risa y le rodea la cintura, dejándole varios besos en las mejillas y levantando su mano para poder sacudir las pequeñas migajas de galleta que le habían quedado al menor en los labios.

Aprovecha el instante para acariciarle las mejillas, observando la belleza de sus ojos azules y suspirando sutilmente al estar frente a dicha imagen.

El rubor ligero que tienen los pómulos del más pequeño lo incitan a llenarle el rostro con besos diminutos, acomodándose sobre el colchón para poder dejarlo bajo su cuerpo y tener comodidad al recorrerle la carita con los labios.

Félix sonríe sutilmente mientras se deja besar por el mayor, los labios de Hyunjin son cálidos y húmedos, y se plasman en su rostro con detenimiento y suavidad.

Hyunjin le besa los labios, y a partir de allí comienza a recorrerle el rostro, subiendo por el puente de su nariz hacia su frente, deteniéndose en sus sienes y besándole repetidas veces los pómulos, alegando que no podía dejar sin beso a ninguna de sus pecas.

Le besa las mejillas y el mentón, y sutilmente se desvía por la línea de su mandíbula, alcanzando su pequeña oreja, a la cual le deja una pequeña mordida repleta de amor.

De todos modos no para de besarlo, el camino por el borde de su oreja lo lleva hacia el costado de su cuello, y lentamente se desliza hacia sus clavículas y lo poco que puede alcanzar de sus hombros bajo el hoodie.

Félix responde silenciosamente con caricias y suspiros, dejando a sus manos recorrer libremente la espalda ancha del mayor, sin contener ninguno de los estremecimientos que cada uno de sus besos le provoca.

—. He estado pensando un poco acerca de nosotros. — Murmura el mayor, mientras retira suavemente las prendas de ropa que lleva Félix. — Se que hablamos sobre esto hace poco, pero mis sentimientos por ti siguen creciendo.

Se acomoda sobre él y le cubre el abdomen con besos, llevando sus manos a estimularlo un poco al juguetear con los pequeños botones de su pecho.

Félix jadea y cierra los ojos, su expresión es hermosa, y aunque no dice nada, Hyunjin sabe a la perfección que lo está escuchando atentamente.

Las amplias manos del mayor le recorren el cuerpo, sintiendo la finura de su anatomía y admirando esa desnudez progresiva que lo convierte en objeto de erotismo.

Hyunjin deja caer su aliento sobre el ombligo del menor, y deja una caricia desde allí hasta la pequeña hendidura de entre sus clavículas usando nada más que la punta de la nariz.

—. Puedo esperar por ti el tiempo que sea. — Sigue murmurando contra su piel, embelesado con verlo reaccionar. — Pero quiero hacerte saber que me muero de ganas por ir en serio contigo.

Félix no tiene oportunidad de responder, Hyunjin desaparece de su vista en un instante y para cuando viene de nuevo, lo besa con tanta pasión que su mente vuelve a quedar completamente en blanco.

La lengua del rubio es suave y muy caliente, y lo recorre por dentro con tanto detenimiento que por un instante Félix se siente invadido y estudiado, sin embargo, eso no le disgusta siendo que el responsable era Hyunjin.

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