—Em...No, definitivamente no, Ei. ¿Eres ciego o qué?— Mina le propinó un golpe en el hombro, totalmente frustrada con lo que oía.
—¡Ah! No tenías que golpearme por eso, ¡y baja la voz!
—Primero, te lo merecías, segundo, nadie está prestando atención. Tercero, ¿ya le escribiste?
—Claro que no, ayer era demasiado tarde, no quería molestarlo.
—¿Por qué no le escribes ahora?
El pelirrojo dio media vuelta en su banca y ubicó a Katsuki sentado a varias mesas de distancia, comiendo en silencio mientras unos chicos hablaban animadamente a su alrededor e intentaban integrarlo a la conversación, sin éxito.
—Está ahí, sería demasiado raro. Podría ir y simplemente hablarle.
—¡Entonces hazlo!
—¡No!
—Por dios, eres...desesperante —gruñó y dio un sorbo largo a su jugo, había querido decir otra palabra, pero se contuvo y contó hasta diez. Tenía que ser comprensiva con su compañero, era sabido que los chicos eran incapaces de captar las indirectas, y sobre todo darlas. Sólo necesitaba la ayuda de una experta —. Mira, cariño, piénsalo así. Cuando empezaste a salir con ese chico...¿cómo se llamaba? ¿Nomo?
—Tomo.
—Sí, él. ¿Cómo fue eso?
—Nunca salimos exactamente...Sólo pasábamos el rato, él iba a mi casa y yo a la suya a veces pero...—hizo una pausa al notar la mirada inquisidora de su amiga—. Y pues, sí, me gustaba y creo que había algo ahí pero...Nunca sucedió.
—¿Salían solos?
—Eh, sí, varias veces.
—Y se han besado —esta vez ni siquiera lo formuló en forma de pregunta, no era necesario. El silencio que le siguió y la mirada huidiza de Kirishima le dio toda la información que necesitaba —. Eso, amigo mio, se llama salir.
—No, claro que no, eso es...
—Piénsalo, si vieras a un chico y una chica hacer eso, ¿qué pensarías?
Y entonces, como un baldazo de agua fría, la realidad lo golpeó en la cara. Eso era salir. No cabía duda, no había ni siquiera un milímetro por el cual la duda pudiera colarse y esparcirse como una peste. Había estado saliendo con un chico durante...¿cuánto? ¿tres, cuatro meses? ¡Y apenas se enteraba!
—Dios mío...
—¿Qué creíste? ¿Que sólo estaba siendo amable?
—No, pero es que...Nunca hablamos de eso en realidad, Mina. Sólo era algo que pasaba, y se sentía bien, pero nunca lo pensamos demasiado. A ninguno se le ocurrió tocar el tema y aclarar todo.
—Temían que hablar de eso lo hiciera muy real e incómodo.
El pelirrojo asintió justo cuando el timbre que anunciaba el fin del almuerzo sonó, debían volver a clases y luego a entrenar. Ya en el campo Gamma, Aizawa decidió ponerlos en parejas, y para su buena o mala suerte, acabó junto a Katsuki.
—Practicarán combate cuerpo a cuerpo, es importante sobre todo si sus Quirks funcionan mejor a la distancia. Eso no puede ser un limitante allá afuera, deben estar listos para todo —explicó con su tono cansado, y sacó dos pañuelos de sus bolsillos: uno rojo, y uno azul —. Deberán enganchar el extremo de un pañuelo en la parte baja de su traje, y en cada ronda, el que le arrebate el pañuelo a su oponente será el ganador y pasará a la siguiente ronda. Por el contrario, si ambos conservan su pañuelo, los dos serán los perdedores. El campo es lo suficientemente grande como para que todos puedan enfrentarse a la vez, así que miren a su alrededor. ¿Alguna pregunta?
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Nocturne in c sharp minor
FanfictionMuere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, justamente estas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones destrozados -Pablo Neruda. El dibujo fue subido por Gekkō a Pinterest, pero no encontré al artista origi...
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