—Eres torpe, pero gracioso.
—¿Gracias?
—La vieja bruja me matará si no te ofrezco algo para comer o beber, así que, ¿qué quieres?
—¿Quién? Oh, tu...Pero, ni siquiera está aquí.
—Oh, créeme, ella sabe esas cosas. No sé si es alguna clase de sexto sentido o qué mierda, pero lo sabe.
—Sí, una de mis madres lo tiene, pero la otra...—calló al percatarse de que quizá había entrado en confianza demasiado rápido. Sí, podría ser una sociedad con héroes y monstruos, pero para muchos el hecho de que dos personas del mismo género se amaran seguía siendo un tema polémico.
—¿Dos mamás?—preguntó, con una ceja alzada.
—Sí...—un nudo se formó en su estómago ante la posibilidad de haber hablado de más y que Bakugo no fuera exactamente un aliado, sino todo lo contrario.
—Vaya, debe ser un dolor de cabeza. Ya sabes, con eso de los cambios de humor y todo eso.
—Pues...sí, un poco, ¿a veces? Pero por lo general está bien, creo.
Bakugo encogió sus hombros y se levantó con pereza, haciendo un gesto al contrario para que lo siguiera a la cocina. Eijiro no tenía apetito realmente, pero no quería ser descortés así que le aceptó un vaso de jugo y algunas galletas. Ambos comieron y bebieron mientras veían televisión para despejar la cabeza. Sin embargo, la cabeza de Kirishima estaba lejos de estar despejada, de hecho estaba totalmente aferrada a la conversación previa sobre sus dos madres. Podría haber sacado el tema, que en realidad ya estaba casi sobre la mesa, pasar de "tengo dos madres" a "ah, hablando de mujeres, a mí me gustan pero los hombres también" parecía tan sencillo como atarse los zapatos. Y aún así, para el pelirrojo había sido como intentar hacerlo, pero sin manos.
—Gracias de nuevo por ayudarme, Bakugo —dijo cuando, luego de un rato considerable, tomó el valor para decir que se iría. El rubio lo acompañó hasta la puerta y le extendió un pequeño trozo de papel que Kirishima tomó con una clara confusión en su rostro.
—Vas a necesitar ayuda de nuevo más adelante.
—¿Cómo lo...?
—Pff, por favor.
Y sin más respuesta que esa, le cerró la puerta en la cara. A Eijiro le tomó algunos minutos lograr que su cerebro enviara las señales pertinentes a sus pies con el objetivo de que hicieran el único trabajo que tenían: caminar y alejarse de la casa de su compañero.
Después de una deliciosa cena y una extensa charla sobre su primer día en la escuela de héroes, pudo tener un tiempo a solas en su habitación. Estaba agotado, no sólo física sino también mentalmente, pues el día había sido largo y otro igual le seguiría (y otro, y otro, y otro). Tenía que dormir, eso era todo. Cerrar sus ojos y dejarse llevar por el sueño que lo invadía, y debía aprovechar pues tenía unas...¿seis? ¿siete horas cuando mucho?
Entonces, ¿por qué seguía mirando el papel en sus manos? Quizá porque no se había atrevido a ver su contenido, y ahora la curiosidad era tan grande que sabía que si no acababa con ella, no sería capaz de dormir.
—Sólo hazlo, por dios —gruñó, frustrado consigo mismo, y en un movimiento rápido abrió el papel que crujió ante el brusco movimiento. Una esquina se rajó como resultado, pero eso no fue impedimento para leer lo que había allí escrito.
090-4931-7690
Eso era...Sí, indudablemente era lo que pensaba. La pregunta ahora era, ¿por qué? La respuesta inmediata era que Katsuki sólo estaba intentando ser amigable y facilitar la comunicación entre ambos en caso de que Eijiro necesitara ayuda nuevamente. Tenía sentido. No había nada extraño ni oculto en ese detalle, era su compañero y se estaba acercando, seguro lo hacía con todos sus compañeros.
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Nocturne in c sharp minor
FanfictionMuere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, justamente estas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones destrozados -Pablo Neruda. El dibujo fue subido por Gekkō a Pinterest, pero no encontré al artista origi...
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