💕YOU ARE MY LIFE💕

💕CAPITULO 63💕

Xiao Zhan mostró su primera sonrisa sincera en los últimos dos días, sus delgados labios estaban fruncidos y sus ojos brillaban como estrellas. Tiró de la corbata de Wang Yibo y se inclinó frente a él, golpeándole la nariz con la suya, y le susurro.

— Tú eres mi sangre, y mi vida habría terminado sin ti; así que, eres diferente a él.

Los ojos de Yibo se abrieron de repente, su respiración se agitó; rápidamente se dio la vuelta para presionar a Xiao Zhan contra la pared y comenzó a morderle los labios con severidad.

Bip.

El ascensor hizo un sonido nítido y la puerta se abrió, habían llegado al último piso.

— No te preocupes por eso.

La voz de Yibo se escuchaba áspera.

Xiao Zhan lo ignoró, se dejó caer y aterrizó en el suelo limpiamente, salió del ascensor como si nada hubiera pasado. Estiró su mano y se quitó la camisa, revelando la parte superior de su cuerpo y su esbelto pecho; dejó a la vista su cuello y los músculos que siempre estaban ocultos. La luz de las lámparas del pasillo lo iluminaba, cubriéndolo con una luz dorada. Sus jeans azules estaban más abajo de lo normal, revelando un poco de su blanca ropa interior y su cintura.

Extendió la mano y sostuvo la puerta del ascensor, arqueó las cejas y miró a Wang Yibo, era como si le preguntara si bajaría o se quedaría ahí.

Yibo maldijo en secreto, y salió sin dudarlo, tomó la mano de Xiao Zhan.

Los dos se separaron, caminaron y se besaron hasta que llegaron a la puerta de la habitación, les costó mucho trabajo encontrar el camino. La puerta se abrió con un clic. Xiao Zhan tomó la corbata de Yibo, tiró de ella y lo empujó a la cama.

La cama tamaño king se hundió, y la suave colcha rodeó a Yibo. Pensando en las palabras de Xiao Zhan, su cuerpo estaba muy emocionado, besó sus labios y acarició su suave espalda.

— Zhan, estoy tan feliz... nunca soñé con...

Xiao Zhan nunca le había dicho explícitamente que lo quería, ni siquiera había mostrado un poco de posesividad hacia él. Todo esto había hecho que Yibo tuviera dudas, pensaba que en el momento que ya no le guste, se volvería a ir lejos.

Pero en ese momento, Xiao Zhan estaba siendo sincero con él, diciendo esas palabras que hicieron que Yibo se sintiera un poco emocionado y frenético.

En este momento sobre la cama, la situación estaba completamente dominada por Xiao Zhan.

Le quitó la ropa a Yibo una por una, haciéndolo mostrar su fuerte pecho, le quitó los zapatos de cuero de sus pies y ansiosamente rasgó su ropa interior, extendió la mano y le pellizcó su órgano duro.

— Ah...

Yibo gruñó con voz ronca, con la espalda entumecida.

— ¿Ya sabes cuál fue tu error?

Xiao Zhan se montó sobre él, con las caderas ladeadas, sus jeans se deslizaron hacia abajo debido a su postura, revelando su cadera.

Los ojos de Yibo estaban rojos, y jadeaba como si acabara de terminar un maratón. No pudo evitar levantar su gran mano para acariciar su trasero, pero Xiao Zhan le dio una bofetada en la cara.

— Te pregunte algo, no te muevas.

Yibo levantó la cabeza para mirar a Xiao Zhan, su mirada era profunda, jadeo y se rio de sí mismo.

— Nunca más... nunca volveré a esconder algo de ti.

— ¿Qué más?

Xiao Zhan tomó la funda de una almohada y ató las manos de Yibo a un poste de la cama; cuando Yibo quiso moverse, su miembro fue apretado con fuerza.