💕CAPITULO 63💕

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— ¡Te dije que te callaras! ¡No hables!

Xiao Zhan apretó los dientes de nuevo y lo miró con amargura, seguía mirando los números que cambiaban en el ascensor, pareciendo muy impaciente.

La cara de Yibo se puso azul, y caminaba en su lugar como una bestia atrapada, y sus ojos estaban inyectados en sangre. La ansiedad seguía fluyendo, haciéndolo lucir mucho peor que Xiao Zhan.

Sonó un ding y el ascensor abrió la puerta. Xiao Zhan miró a Wang Yibo, que tenía la cabeza gacha y el rostro sombrío, agarró su corbata y lo arrastró dentro del ascensor.

— Zhan...

Wang Yibo no pudo terminar sus palabras, estaba atónito. Antes de que pudiera pararse bien dentro del ascensor, ya había sido presionado contra la pared por Xiao Zhan.

Wang Yibo se congeló por un momento, y antes de que pudiera reaccionar, los labios de Xiao Zhan se presionaron contra los suyos.

— ¡...!

Este beso repentino hizo que los ojos de Yibo se agrandaran, y se quedó atónito durante varios segundos antes de reaccionar repentinamente y mover su cuello para poder atrapar los labios de Xiao Zhan sin dudarlo.

Pero Xiao Zhan no lo dejo hacer tonterías, lo pateó sin dudarlo, presionó sus dos manos.

— No te atrevas a moverte.

Después de decir esto, sintió como si no pudiera esperar. Envolvió el cuello de Yibo con una mano y lo presionó contra él. Sus labios se movieron ansiosamente hacia arriba, mordiéndole los labios, como si quisiera tragarse por completo a Yibo. De alguna manera, movió su lengua dentro de la boca de Yibo, agarró su lengua áspera y la mordió con fuerza; rápidamente las dos personas sintieron el sabor de la sangre.

Yibo nunca había visto a un Xiao Zhan tan entusiasta. Su cabeza todavía estaba en un estado de shock. Aprovechando la brecha entre los besos, jadeó y preguntó.

— Zhan... ¿estas... bien?

— ¡Cállate!

Xiao Zhan le gritó, empujó una rodilla entre sus piernas; con ambas manos abrió su camisa, mientras mordía sus labios y su manzana de Adán.

El rostro de Xiao Zhan estaba rojo, su cuerpo irradiaba calor, sus ojos eran persistentes y sacaban chispas, mostraban una posesividad abrumadora; era como cuando un leopardo no reprimía su naturaleza salvaje y se precipita ferozmente hacia su presa para matarla, quiere hacerlo sangrar para dejar una marca en él, sin piedad.

— ¿No dijiste que te gustaba molestarme? Que no respondía a lo que me hacías, ¿ni siquiera te atreviste a contarme de un viejo amante? ¡Hoy veremos si no hago nada!

Mordió el cuello de Wang Yibo con entusiasmo, sus manos se inclinaron ansiosamente hacia el cuello de Yibo, acarició su fuerte pecho y su pezón color marrón, envolvió su pierna derecha alrededor de Yibo y lo montó, su delgado cuerpo estaba sobre él, tiro hacia abajo de su cabeza y dejo caer un beso abrumador.

— ¡Te atreviste a mentir! ¡No tienes confianza en mí, Wang Yibo!

Agarró el cabello negro y corto en la cabeza de Yibo con la mano izquierda, y tiró del cinturón de Yibo con su mano derecha; el cinturón cayo en el ascensor, el botón del pantalón hizo un bang al caer. Tiro de los pantalones de Wang Yibo, tocó sus fuertes músculos abdominales y bajó hasta su vello púbico, sin olvidar de tirar de él con fuerza.

Yibo, quien estaba asustado por la repentina locura de Xiao Zhan, sólo se congeló por unos momentos, y luego todo su cuerpo pareció encenderse gracias a Xiao Zhan, no solo su cuerpo, sino que su corazón estaba a punto de arder.

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