capitulo 38

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- Chuuya~

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- Chuuya~

La suave y melodiosa voz cerca del oído del pelirrojo lo molestaba y le ponía los pelos de puntas se encontraba leyendo en su habitación, habitación la cual según Dazai también le pertenece antes de entrar sin su permiso y acostarse en su cama como si fuera suya aunque viendo mejor en realidad si es suya

- ¿Ahora qué sucede?

Pregunte cuando sintió un pequeño peso en su hombro miro de reojo la cabellera castaña y dio un suspiro intentando prestar su atención otra vez en su lectura algo que le era casi imposible pues sentía como el castaño daba leves sopladas en su oreja derecha algo que a veces lo hacía temblar

- Acabo de ordenar que todas las concubinas de mi Harem se fueran

Alzo su mirada encontrándose con la del castaño que lo miraba con una pequeña sonrisa, cerro sus libro prestando atención al castaño

- ¿Por qué?

- Por que quise, sabes estaba pensando en hacer eso cuando te conocí pero no tenía pensado en hacerlo pero conociéndote cada vez más lo pensé y tomé esa decisión todas las concubinas regresarán con su familia

- ¿Margaret y Higuchi también?

- Es raro oír a alguien más aparte de mi llamarla por su nombre y no agregando el "Sultana"

- ¿Debería hacerlo?

Pregunto ambas miradas se conectaron el castaño miró atentamente todo el rostro de su preciado omega dio una pequeña sonrisa al tomar que tenía pequeñas pecas, sonrió y con cuidado tomó la mano del omega enredando sus dedos con los suyos

- Para nada, eres el único Omega que no necesita llamar a alguien por su estatus en este palacio

- ¿Incluso a ti?

- incluso a mi

El castaño dio una sonrisa apoyando su cabeza en el hombro del omega cerrando sus ojos y oliendo con calma las feromonas que el omega libraba

Todo era tranquilo hasta que se logró oír la puerta ser golpeada fue ahí donde el castaño abrió los ojos y se paró para abrir la puerta cuando lo hizo se encontró con Margaret que se sorprendió al verlo ahí

- S-Sultán...

La mujer dio una pequeña reverencia junto a las damas omegas que se encontraban detrás de ella, Chuuya frunció el seño y se lavaron colocándose detrás del castaño mirando un poco enojado

- ¿Margaret? ¿Qué haces aquí?

El alfa cruzó sus brazos mirando a la mujer esta se encontraba agachando su cabeza mientras y su cuerpo comenzaba a temblar ligeramente

- ¿Qué hace usted aquí mi Sultán? No debería estar en un como este

- A mi me agrada estar en un lugar como este

El sultan (soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora