5; 𝐀𝐧𝐚𝐛𝐞𝐥𝐥𝐞

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Willow Warren

En todo el viaje me había quedado dormida. Primero me fueron a dejar a nuestra casa. Necesitaba un descanso, no pude dormir en toda la noche, tengo falta de sueño y unas grandes ojeras. Judy aún no llegaba de la escuela y nana se encontraba cuidándome.

—¡Willow! —escuche la voz de mi hermanita.

Bostece y me acomodo en mi cama —Hola —sonreí.

—Te extrañe mucho, hermana—se lanzo a abrazarme.

—Yo también —bese su frente.

— El almuerzo ya está, baja a comer — me dijo sonriendo.

Solté un bostezo y asenti con la cabeza y me puse de pie poniendo mis sandalias  — Entonces vamos antes que se moleste.

La abuela se encontraba sirviendo los platos así que me acerque para ayudar y saludarla.

—Hola, abuela —bese su mejilla.

—Hola, hija —beso mi frente — Tu mamá me llamo preocupada, ¿que paso?

—No se, me quedé dormida en el auto, me encontraba demasiado cansada — le dije mientras acomodaba las cucharas en cada plato vacío que se encontraba en la mesa.

— Entonces come algo para que tus energías vuelvan y puedas descansar con mejor movilidad.

— Si, Judy lava tus manos y siéntate a comer — le dije mientras sacaba el jarrón de jugo de naranja.

—Bueno.

Nos sentamos alrededor de la mesa y antes de probar un bocado, oramos y agradecemos el pan de cada día.

•••

Despierta —se escuchó una voz en mi cabeza.

Abrí mis ojos rápidamente. La puerta de la habitación donde compartía con Judy está abierta.

—Ve a revisar —dijo la voz de nuevo.

Me acomode en la cama mientras resferaba mis ojos. Me puse de pie mientras prendía la lámpara al lado de mi cama, Judy no se encontraba.

— ¿Dónde fue? — me puse de pie y salí de la habitación.

Judy solía despertarme para que la acompañe al baño porque le daba miedo ir sola pero está vez no lo hizo, que raro.

Baje las escaleras y Judy estaba frente a la habitación de los objetos malignos. La puerta estaba abierta y mi preocupación aumento.

—Judy, ¿Que haces aquí? —fui hacia ella.

—Yo no la abrí —me dijo ella.

Me acerque un poco a la puerta para ver si todo se encontraba bien o si fue papá. Suspiré, y cerré la puerta.

—Tenemos que ir a dormir —la tome por los hombros.

Al momento de querer ir a nuestra habitación, nos detuvimos en medio escalón al ver cómo los focos se apagaban por si sola.

—¿Abuela? —pregunto Judy viendo el pasillo.

Jale a Judy del brazo y nos encerramos en la oficina de nuestro padre, luego se empezaron a escuchar  golpes en la puerta, Judy se aferró a mi temblando de miedo, yo solo miraba la puerta con seriedad, debías mantenerme sería y no asustada porque le estaría dando esa satisfacción al demonio que se encuentra molestando.

De pronto las luces se apagaron y la mecedora de mamá se empezó a mover por si sola. Me equivoqué

Al voltear. Había una mujer sentada y mi corazón empezó a acelerar cuando ví a Anabelle en sus piernas.

—No voltees —la abrace mientras le tapaba los ojos.

La mujer peinaba a la muñeca con mucho cuidado hasta que la mecedora dejo de moverse y la muñeca giro su cabeza lentamente volteandome a ver. Jale a Judy para ir a la puerta y cuando intenté abrir no se pudo, algo hacia presión.

—¡Abuela! ¡Abuela! ¡Ayúdanos! —grite mientras golpeaba la puerta. —Te dije que no miraras — la regañe al percatarme que miraba a la mujer junto a la muñeca, sabía que aún seguían aquí y por eso no me dignaba a verlas.

—¡Abuela! —grito Judy.

—¡Judy! ¡Willow ayúdame a abrir la puerta! —grito la abuela.

— ¡No se puede! — grite mientras forzaba la perilla de la puerta.

—Tengo miedo — Judy lloró.

Mis manos empezaron a brillar y fue la oportunidad perfecta para sacar a Judy empujándola suavemente traspasando la puerta.

Mis ojos dolieron, no sabía cómo controlar está magia.

—¡Abuela! —grito Judy.

—¡Judy! —grito la abuela.

—¡Willow sigue adentro! ¡Ayúdale por favor! —pidio entre sollozos.

Iba a perder las esperanzas, se escucharon dos voces.

—¿Que está pasando? — escuches la voz de mamá.

—Willow está adentro — pude escuchar la voz quebrada de Judy.

— ¡No se puede abrir la puerta desde aquí! — avisé.

—¡Hija, apártate de la puerta! —grito papá.

Escuché el sonido de la silla, mire de reojo sobre mi hombro y la mecedora se dió la vuelta hacia mi dirección.

—¡Ayúdenme! —golpee la puerta desesperada.

La mecedora se elevó un poco, algo la empujo y fue hacia mi. Cerré mis ojos mientras gritaba, la puerta se abrió y me jalaron hacia el pasillo. Era papá que me saco jalando del brazo y al mismo tiempo me protegía con su cuerpo.

Mi respiración se aceleró, nunca había sentido está angustia, será porque Judy se encontraba conmigo.

—Tranquila, hija —papá acaricio mi cabello.

—¿Estás bien? —preguntó mamá repetidas veces.

Yo asentí mientras me separaba de papá.

—Habia una señora en la silla con Anabelle —dijo Judy mientras abrazaba a mamá.

Papá se dirigió a la habitación de los objetos malditos mientras la abuela me daba de tomar agua. Después de unos segundos papá volvió al pasillo preocupado y aliviado.

—Sigue en la caja.

—Yo la vi. Estaba sentada con una mujer — mi nariz picaba.



 Estaba sentada con una mujer — mi nariz picaba

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¹𝐖𝐢𝐥𝐥𝐨𝐰 𝐖𝐚𝐫𝐫𝐞𝐧; The Conjuring ✓ (Terminada)Where stories live. Discover now