[9 7] •[FINAL]•

Comenzar desde el principio
                                        

—¿Dib?, ¿qué estás haciendo aquí?– Preguntó el castaño, el contrario le dedicó una sonrisa haciendo que sólo se confundiera más.

—B-Bueno, me preguntaba si te gustaría... V-Venir a una cita conmigo– Habló el de gabardina mientras un ligero sonrojo se apoderaba de sus mejillas.

Irónicamente, al parecer Zim seguía sin comprender a lo que el azabache se refería con la palabra "cita"; pues (según lo que él sabía) entendía por cita como una reunión con algún doctor o un especialista en cuanto a la salud se refiere.

—...¿Cita?– Preguntó —¿Qué clase de cita exactamente?, si hablas de una como las que normalmente tengo con Roger, entonces...–

—N-No– Interrumpió el pelinegro —No me refiero a esa clase de citas, hablo de salir a algún lugar... Como un paseo, ¿entiendes?– Explicó.

—Ohh, en ese caso... Creo que suena bien– Mencionó el contrario —Es mejor que quedarme aquí todo el día– Comentó, mientras que Dib no podía evitar caer en otro de sus "fangirleos" internos. Debía admitir que el castaño era la cosa más adorable que conocía.

—Bien, entonces... ¿Nos vamos?– Propuso el de peinado de guadaña, el ojiazul aceptó entusiasmado mientras se despedía del menor y de los demás adultos.

La pareja salió del lugar y emprendió el camino.

•••

—¡No!, ¡me largo de aquí!– Exclamó el ojiámbar con bastante desprecio —¡Estás loca si crees que seré parte de esto!– Realmente se notaba que Skoodge había llegado a su límite, Tak lo tomó bruscamente de su brazo evitando que saliera.

—No olvides nuestro trato, idiota– Mencionó la pelimorada —No creo que te guste ser visto como un tóxico que...–

—¡ME IMPORTA UNA MIERDA ESO!– Volvió a exclamar —No me arriesgaré a ir a prisión sólo por ayudarte con esta... ¡Esta locura!– Concluyó para soltarse del agarré y escapar de  ahí lo más rápido posible.

—...¡Bien!, ¡ya no necesitaré tu estúpida ayuda de todos modos!– Exclamó igualmente la adolescente, eventualmente se dispuso a revisar que todo estuviese en orden.

"Esos malditos idiotas no tienen ni idea de lo que ocasionaron", pensaba, Finalmente Tak comenzó a soltar sonoras carcajadas dignas de todo un supervillano.

•••

El atardecer le daba al lugar un aspecto verdaderamente tranquilizante, los múltiples edificios contrastaban con el cielo de un modo increíble; el par se encontraba caminando tranquilamente por el ya no tan concurrido parque de la ciudad. Más que nada  porque Dib sabía que a esas horas de la tarde la cantidad de personas en el lugar disminuía en un número considerablemente bajo, lo suficiente como para que Zim pudiese estar ahí sin sentirse incómodo.

Hasta ese momento sólo habían estado caminando y ocasionalmente hablando sobre cualquier cosa, pues el de gabardina sabía que ninguno de los lugares con los que contactó previamente los admitirían... Al menos no sabiendo que uno de los dos no toleraba el ruido excesivo.

Así que optaron por tomar asiento en una de las múltiples bancas con las que el lugar contaba, ocasionales besos y algunos arrumacos comenzaron a matar la tension que tras unos minutos se instaló entre ambos.

—Te quiero– Mencionó repentinamente el castaño, el rostro del contrario se tiñó en un notable sonrojo mientras le dedicaba una cálida sonrisa.

—Yo...– Antes de que pudiera responder, un repentino e intenso dolor se presentó en su cabeza al tiempo que su vista se oscurecía cada vez más... Sólo pudo ver como el ojiazul azotaba inconsciente contra la fría acera. Cosa que finalmente Dib imitó al caer repentinamente al suelo de concreto bajo sus pies... 

•••

Obscuridad... No había más que eso en todo el lugar, una pequeña luz fue encendida frente a su rostro; no era tan fuerte, pero de igual modo llegó a cegarlo momentáneamente. Al parecer había sido noqueado por un fuerte golpe en su cabeza, lo último que recordaba antes de caer inconsciente fue que se encontraba en medio de su cita con... Zim.

"¡Zim!", pensó, "¿donde está él?, ¡¿donde carajos estoy yo?!". Esa clase de preguntas habían comenzado a rondar por su cabeza, Dib intentó levantarse y huir para buscar al ojiazul... Rápidamente se dio cuenta de que estaba fuertemente atado a la silla de madera que lo retenía.

Intentó gritar esperando encontrar la ayuda de alguien... Nuevamente quien sea que lo hubiera capturado se le había adelantado, pues se percató de que su boca estaba amordazada con un trapo.

=====================

¡Y con esto acabamos!, Porque un poco de suspenso en la vida nunca viene a mal asies.

Quiero darles las gracias a todxs por acompañarme otra vez, tanto a la bandita nueva que recién llegó a esto, como a aquellxs quienes desde la primer vez estuvieron al pendiente de esta cosa.

Gracias de corazón por el recibimiento tan chingon que esto tuvo, y principalmente gracias a la bandita de hueso colorado que muy probablemente se encontró la versión reescrita y pensaron: "¿Esta mamada qué?", Creyendo que este fic ya estaba tieso... De verdad, muchísimas gracias por entender mi desición y seguir apoyándome con ese proyecto.

¡Pero hey!, No todo está perdido

Como ya dije anteriormente, se vienen varias sorpresas más el año que viene.

¡Esperenlas!

A•U•T•I•S•M  AU! [Invader Zim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora