Capitulo 4; Karina, la entrenadora.

734 41 11
                                    

-¿Yo? ¿Buscándote a vos?-Bromeo Paula-Ya quisieras, João.

Y prosiguió a tomar la pelota que el portugués le estaba alcanzando, y susurro un pequeño "Gracias".

-Y..¿Qué haces hoy a la noche?-Preguntó el futbolista-¿Salis a algún lado?

-No, la verdad que no-Replico la Argentina-Planeaba quedarme en casa, ¿Por?

-Perfecto-Sonrió el chico-Porque hoy te quería invitar a cenar a un restaurante.

Paula Sonrió.

-¿Y?, ¿Qué dice, Señorita?

-Me parece que no va a poder ser..-Mencionó ella.

-¿QUÉ?-Se aclaro la garganta- Perdón, ¿Qué? ¿Por?

Con lo tanto que le había costado mentalizarse para preguntarle eso a esa atractiva chica, y que le dijera que no lo shockeo. Ninguna chica lo había rechazado antes..

-Porque hoy, vamos a cenar a mi casa-Dijo, y sonrio.

..Y ella no iba a ser la excepción.

-¡Perfecto!-Comento, emocionado João- Después hablamos y me decis donde es y todo eso, ¿Sí?

Paula asintió con la cabeza, y se fue, pues sus amigas la estaban esperando.

Pero no solo ellas eran quienes estaban allí.

La selección completa de Brasil había llegado ya, con la entrenadora Karina.

Karina Swertancher era conocida por ser una de las entrenadoras mas exigentes de equipos juveniles, y ninguna de sus chicas era la excepción a la regla. Quería que todo su plantel tuviera un cuerpo flaco y delgado, por que si no, "No rendía en el deporte, y esa imagen no vendia".

Una maldita total.

-Cinco minutos tarde, Simeone-Clamó la mujer mayor-Que tu padre sea una figura importante, no te da derecho a actuar como si fueras la reina del lugar.

-Perdon, señora Swertchander-Se disculpo la adolescente- Solo me retrase unos minutos.. no creo que sea para tanto tampoco.

Y sí, Paula Simeone no sabía mantenerse callada.

-¿Y ahora se las da de viva, Simeone?-Estalló Karina-Te sancionará si no fueras esencial para el equipo.

La alumna agachó la cabeza, que era lo único que podía hacer en respuesta a las represarias de su entrenadora.

La situación era la siguiente;
Dividieron la cancha de fútbol a la mitad, es decir, de un lado, estaba el ATM entrenando, y del otro, la SDB. De esta forma, no se mezclarán, disque "para evitar distracciones".

-¡Diez vueltas a la cancha! ¡Ya-Gritó Swertancher-¡Y la que se detenga hará el doble!

[...]

La ronda de ejercicio físico ya había terminado, por lo que comenzaron con las prácticas de volley, ya saben, pases, recepciones, remates y demás.

Hasta que Karina le hizo señas a Paula de que se acercara hacia donde ella estaba.

-Dígame, entrenadora, ¿Qué pasó?, ¿ES algo sobre mis técnicas?

-No.. más bien, es sobre vos-Aclaró la receptora.

-¿Sobre..mí?-Hablo confundida la morocha-No la entiendo, expliquese por favor.

-Verás.. -comenzó-Siendo la capitana del equipo.. creo que tendrías que cuidar un poco más tu figura, ¿No?.

Paula la miró con ojos confusos, y fue entonces cuando la "Señora" agarro la parte superior de su brazo.

Aquel primer verano. Where stories live. Discover now