—La razón por la que estoy así es por mi familia, ¿se te ha olvidado? ¡Ellos murieron! No tengo padres... —Sungmin ahogó un sollozo, Kyu miró a Min con tristeza, por todo eso había pasado. El conejo dejó caer de nuevo la cabeza en la almohada.

Comenzó a tomar bocanadas de aire, se había alterado. Hyuk y Hae corrieron a verlo. Kyuhyun miró como su conejo luchaba por mantenerse tranquilo.

—¿Qué pasa? —preguntó Kyuhyun asustado.

—Su corazón se agitó. Tranquilo, Min, la anchoa idiota no volverá a gritar —le decía Hae a su amigo mientras tomaba su mano.

—Mira lo que has provocado, imbécil —lo criticó Kyuhyun.

—Iré por el doctor —dijo Hyuk ignorando sus palabras, y salió de la habitación casi corriendo.

Kyuhyun se acercó y acarició la frente de Sungmin. Luego depositó un beso en su frente y justo después de separar sus labios, salió de su boca una tranquila melodía. Kyuhyun le estaba cantando para que Min se calmara, mientras lo hacía seguía tocando su cabello de manera protectora. Donghae miraba con una sonrisa como Kyu entonaba y al mismo tiempo como el conejo parecía controlar su respiración, era casi un milagro. Minnie respondía a la compañía de Kyu.

—Tranquilo —susurró Kyuhyun y siguió cantando solo para él.

La puerta se abrió con un Shindong agitado, cuál fue su sorpresa al ver a su paciente sin ninguna muestra de ataque, simplemente tenía sus ojitos casi cerrados mientras sonreía. Su asombro pasó a la figura de Kyuhyun que todavía seguía con su canción, simplemente el doctor no daba crédito a lo que veía. Kyuhyun era clave para la recuperación de Min.

Hyuk no supo que decir al respecto, le alegraba que Min estuviera bien, pero no le agradaba el hecho de que Kyuhyun fuera la razón por la cual su amigo estaba bien. Salió de la habitación, pues no sentía que lo necesitaran para nada más. Al verlo marchar Hae fue tras él, Min estaba en buenas manos ahora.

—Sungmin, ¿sientes algún dolor en el pecho? —preguntó el doctor revisándolo.

—No. Ya se me ha pasado. Siento preocuparlo doctor, me alteré por una tontería.

—Intenta descansar, me llevaré a Kyuhyun un momento, debo hablar con él —miró a Kyu, el cual asintió—. Te lo regreso enseguida.

Kyuhyun siguió a Shindong hasta afuera del pasillo, no había señales de Hae y Hyuk por ningún lado.

—¿Cómo hiciste eso? —fue directo al grano.

—¿Hacer qué?

—Sungmin tenía un ataque y tú lograste estabilizarlo con una canción —Kyu sonrió tímidamente.

—No lo sé, sólo se me ocurrió. De niño siempre me tranquilizaban con canciones de cuna, solo se me ocurrió, sinceramente me sentí impotente —Kyuhyun había hecho algo similar en el pasado cuando conoció a Sungmin, pero no lo recordaba. Shindong jamás había tenido una experiencia parecida antes, así que estaba muy sorprendido.

—Cuando Sungmin ha tenido crisis así tardamos en recuperar su ritmo cardiaco, este año han sido varias veces. Es la primera vez que logra calmarse sin la ayuda de aparatos o medicamento. Me atrevo a decir que eres la medicina especial de Sungmin. —Shindong le sonrió a un Kyu perplejo. Le dio una palmada en el hombro—. Ve con él.

Asintió mirando a Shindong alejarse. Sonrió ampliamente, ahora menos que nunca podía alejarse de Minnie, él sería quien lo ayudaría a controlar su enfermedad para volverla menos riesgosa hasta el punto de hacerlo vivir muchos años más.

Glass HeartWhere stories live. Discover now