Miradas cruzadas en navidad

Capitulo-4- Sasi, yo lo quiero todo con ella❄️

01 de Diciembre del 2022.

✧Cristopher Mccartney✧

— ¡¡MI BEBÉ YA LLEGÓ!! —Chilla mamá apenas entró por la puerta.

Ella no pudo ir al aeropuerto porque tenía que terminar de hornear unas galletas para vender, así que papá junto con Santiago me fueron a recibir.

— Hola mamá — digo y corre a darme un abrazo aficciante.

— Dios pero mira lo grande que estás — me observa y me vuelve a abrazar con entusiasmo.

— Hola Cris — habla Sabrina y me da un pequeño abrazo.

— Hola Sasi — beso su mejilla y me separo  para observarla, se ve cansada y ojerosa, frunzo el ceño

— ¿Sabrina no le vas a decir a tu hermano?.

— Rita — habla papá y volteo a ver cómo la asesina con la mirada.

— Mamá por dios — dice Santiago.

— ¿Que cosa tengo que saber?.

— Tu hermana se dejó embarazar — suelta mamá con molestia y veo como Sabrina traga con fuerza.

— ¡Rita! — Está vez papá le alza la voz. — no tenías porque decirlo tú.

— Es algo que Sabrina tenía que decir — Santiago se acerca a su gemela y le da un apretón de mano yo estoy viendo y escuchando todo con sorpresa.

—Voy a desempacar — digo porque la verdad no sé que decir.

Agarro mi maleta y subo las escaleras al llegar a mi antigua habitación hago justamente lo que dije.

Ya con todo guardado reviso mi teléfono para revisar si Fabiola a visto mi mensaje pero nada, me asomo por mi ventana queda justo a su habitación—lo sé, muy cliché— su ventana está abierta pero las cortinas están abajo y la luz está encendida lo que me permite ver su silueta, la veo sentada en su escritorio, estoy seguro que estará intentado escribir, sonrió pero frunzo el ceño al ver que recuesta la cabeza en el portátil, agarro mi teléfono y le envío una nota de voz.

Fabiola♡

— Oye Copito, no te fuerces en escribir, deja que fluya.
✓✓

Ni siquiera está en línea, así que la dejo tranquila cuando pueda ver los mensajes responders, espero que se le ocurra algo.

Alguien se aclara la garganta y levanto la mirada y veo a Sabrina me da una sonrisa tensa y yo le guiño un ojo.

— ¿Puedo pasar? — asiento.

Me lanzó el mi puff de balón de fútbol y veo que se sienta en mi cama, sin poder evitarlo me le quedó viendo el vientre pero no logro ver nada porque tiene una sudadera.

— Por favor di algo — literalmente me súplica.

— Es que no se que decir — digo con sinceridad.

— Pregunta lo que quieras, lo primero que se te ocurra pero di algo — asiento.

— ¿Cuántos meses tienes?