Fue ella quien le terminó, fue ella quien le rompió el corazón y se alejó.
Entonces... ¿Por qué ahora era ella quien la quería recuperar?
Haerin no entendía a Danielle, no la entendía a ella ni a todo su esfuerzo por reconquistarla.
O donde Danielle...
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Antes de poder si quiera abrir la boca para replicar, Hyein empujó la puerta, llamando la atención de las otras jóvenes. Haerin y Karina se asustaron por unos segundos, y Karina tomó su mano de manera protectora.
Eso fue un detalle que Danielle logró captar y Kang las separó automáticamente.
Aunque se reprochó mentalmente por hacerlo, ellas ya no eran novias, podía ir de la mano con quien quisiese y sin tener que dar explicaciones a nadie.
—Oh... Hola... —murmuró la mayor de todas, y volteó su vista nuevamente hacia Haerin—. ¿Estás bien? ¿Salgamos?
—Sí, sí, sólo arreglaré mi cabello —por más que sus palabras eran dirigidas hacia Karina, Haerin observaba directamente a ciertos ojos de gran tamaño.
El corazón de ambas latía con rapidez. Danielle intentó sonreírle, pero la castaña sólo volteó al espejo, acomodando sus mechones con un triste puchero.
—Vamos, Dani —dijo Hyein a su lado, caminaron hasta la puerta y salieron sin más.
Haerin sintió sus músculos relajarse luego de eso.
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