𝟶𝟻

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Al despertar Aegon se dio cuenta de que probablemente hoy iba a ser un día sin oportunidad de hablar con luke tranquilamente, puesto a que por los preparativos estaban empezando habrían muchas cosas que hacer y empezar a planear.

El solo esperaba ver a su ángel, pero a pesar de todo prestaría atención a todo lo que se le ordene porque deseaba que todo estuviera perfecto para Lucerys.

Con estos últimos pensamientos salió rumbo a desayunar.

                            
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Lucerys estaba preocupado, si bien no creía que Aemond actuaría de mala manera, pero la vida le había enseñado que siempre había una posibilidad de que lo menos esperado se cumpliera

Si bien no estaba solo tenía guardias y en la misma ala en la que dormía estaba cerca Jacaerys y Baela el seguía preocupado, en caso de que pasara algo el dudaba de poderle pedir ayuda a los demás

Lucerys siguió su camino por los oscuros pasillos hasta ver una figura alta y larguirucha

Pensó que pudo ser Aegon, pero para su mala suerte el destino no estaba a su favor

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Lucerys se acababa de encontrar a su tío Aemond en el pasillo y ahora mismo se miraban fijamente hasta que Aemond abrió la boca para pronunciar las siguientes palabras

—Puedes fingir que no me debes nada, pero tú y yo sabemos que tu deuda no está saldada— pronunció Aemond con arrogancia

—No, yo no te debo nada, lo que pasó fue un accidente, éramos niños en conflictos de adultos, dejemos esto atrás— dijo Lucerys con miedo y nerviosismo

Si bien Lucerys sabía que Aemond no le arrancaría el hijo también sabía que podía hacer cosas peores, incluyéndole hacerle la vida un infierno.

— Dejarlo atrás ?— dice Aemond con burla e incredulidad

— Cuando me devuelvas el ojo podremos dejarlo atrás y si no, tienes otra alternativa que es saldar la deuda— hablo Aemond con enojo y malicia en sus palabras

Lucerys estaba aterrorizado por las amenazas de Aemond, si bien era posible que solo fuera para torturarlo y que al final no pase nada.

Lucerys tenía bastante de aquella posibilidad de que fuera cierto.

Cuando Aemond estaba lo suficientemente cerca como para hacer algo peligroso, Aemond se acercó a su oreja y le susurró

—Será verdad que tienes un coño entre esas bellas piernas ?— pregunto el mayor sin ninguna vergüenza y lleno de perversion

—Vete de aquí Aemond— dijo Lucerys con un sonrojo y enojo plasmados en su cara.

Aemond de alguna manera logró acorralarlo en una habitación— me vas a hacer comprobarlo, sobrino ?— pregunto el mayor con perversion

Lucerys lo empujó molesto — detente y vete o gritaré —dijo Lucerys molesto

— Puedes gritar y patalear todo lo que quieras pero aquí nadie te verá ni escuchará, sobrino— informo Aemond con burla

— suéltame, suéltame — pide Lucerys al borde del llanto con lágrimas en sus ojitos

Lucerys seguía removiéndose y pataleando, sentía que las lágrimas se estaban deslizando por sus mejillas .

— Eres mío, para mi placer —dijo el mayor

Este mismo sujeto las manos del menor y lo volvió a acorralar más contra aquella pared.

Mientras Lucerys sollozaba, Aemond solo se le quedó viendo a los ojos.

El menor estaba paralizado por el miedo, sollozante y siendo un desastre de lágrimas y mocos

—Estas loco, no soy tuyo, no soy un objeto para poseer— dijo con furia el menor

Aemond volvió a afirmar el agarre de este sujeto su mandíbula bruscamente haciendo que lo mire.

—Eres mío desde que me quitaste mi jodido ojo, desde aquel día estas en deuda conmigo y me perteneces, y así segura siendo sin importar nada— dijo el mayor con furia

Con su otra mano libre se adentró a la ropa ligera de su sobrino, Lucerys sollozó pero la mano en su mandíbula lo hizo quedarse quieto.

Con su otra mano buscó lo que tanto deseaba saber, viajó hasta la parte baja y encontró su pene flácido, pero no se dio por vencido. Bajó más su mano y sonrió, lo había encontrado, un pequeño coño suave al tacto
yacía ahí.

—- Mierda, si tienes un coño — dijo Aemond, las lágrimas ya caían por las mejillas rojas del menor.

Se escucharon paso aproximarse y Aemond retiró sus manos y Lucerys lloró cuando fue liberado. -- Limpiate y ni una palabra de esto a nadie —Ordenó Aemond.

Lucerys se limpió las lágrimas para cuando la puerta se abrió.

Ambos voltearon al unísono, solo era una criada que los buscaba para el desayuno.
— Mis príncipes, los buscan la reina y la princesa Rhaenyra — informo la criada.

— Gracias, ya nos dirijiamos hacia el desayuno — informo Lucerys para a continuación irse corriendo hacia su destino

Antes de irse Lucerys le dio una mirada de enojo y tristeza a Aemond, mientras que este otro solamente lo miro como si no importara

   

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Aegon y Rhaenyra se miraron entre sí cuando notaron que Lucerys estaba retrasado.

Aquello no era común, al menos sin razón o aviso, para no alarmar a nadie Rhaenyra decidió pedirle a una criada que buscara a Lucerys y le informara que lo esperaban.

Pronto vieron al menor llegando a aquella habitación, a este se le veía con un semblante serio y triste.

Aegon creyó ver lágrimas amenizando con caer de los ojos de la persona que amaba.





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Nota de la Autora
Favor de leer !!


buenas noches o buenos días. Sin importar el horario en que lo estes leyendo, lo siento por desaparecer tanto tiempo.

Mi salud mental no ha estado en lo mejor y mi vida se está llendo lentamente a la mierda, pero en los momentos que me siento bien y trato de escribir un poco.

Si todo fluye bien para la próxima semana tendrán uno o dos capítulos más, se que este capituló ha sido corto pero prometo que el próximo será más largo.

Espero que hayan podido disfrutar de la lectura, cualquier tipo de sugerencia escribirla en mis mensajes y las quejas por igual

𝙸𝚗𝚜𝚒𝚍𝚎 𝚝𝚑𝚎 𝙳𝚛𝚊𝚐𝚘𝚗𝚜-Lucegon-Lucemond-Where stories live. Discover now