Capítulo 15: La fuerza de la mente y del cuerpo

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—No te preocupes, es divertido escucharte murmurar como si fueras a lanzarle un hechizo  a alguien que le hiciese que le sangraran sus ojos por años —dice Timmy. Señala con la cabeza el ala de los especialistas—. Tengo ahora combate y necesito ir a por mi bolsa, ¿me acompañarías despacio, eso sí, y hablamos? —me propone con una sonrisa.

—Perfecto —asiento. Retomamos la caminata ya el uno al lado del otro. Él está más atento de mí que de su alrededor, supongo que quiere que le cuente—. Está bien. Que quede bien claro que Riven y yo no somos primos. Creo que en algún entrenamiento le ha golpeado muy fuerte con un palo en la cabeza a ese rubio.

—¿Sois pareja entonces? —pregunta arrugando el ceño un poco.

—¡No! Tampoco somos novios —aseguro nerviosa mientras niego con la cabeza—. Le conozco de un día, no soy una niña idiota que se enamora del primero que conoce.

—No lo eres, no lo eres —Ríe Timmy. Me está dando la razón como a los tontos—. Vale, no me mires así. Parece que me quieres asesinar y tengo entrenamiento. Si no llego a tiempo, Silva me revive y me mata otra vez. No quiero morir dos veces, suficiente con una así que prefiero que me mate él.

—Pues quita esa cara y me lo pensaré —digo achinando los ojos. Él frunce los labios y abre mucho los ojos. Ahora es un buhito con gafas—. Esa no me convence porque parece que te falta el aire o que hay algo que te sorprende mucho.

—Sí, me sorprendes tú —contesta. Me echo a reír por esa contestación.

Hemos llegado al área de los especialistas en un periquete. Sospechosamente algunos nos miran de arriba abajo a nuestro paso, me da por mirarme la maldita falda por si está mal colocada. Está perfecta, ¿qué mirarán?

Timmy sale disparado rumbo a su habitación porque en dos minutos tiene el entrenamiento de las narices. Me apresuro a mandarle un mensaje a Ellie para que no se preocupe, ahora iré a comer. Quiero ver cómo se desenvuelve mi nuevo amigo en un combate.

Ella, a los pocos segundos, me asegura que todavía ni han ido al comedor porque se han encerrado en la habitación y que puede que se acerque a husmear conmigo. A pedirle perdón quizás a Timmy es lo que debería hacer, que menuda manera de abordarlo. Todo por culpa de Sky, le estoy cogiendo una tirria al asqueroso rubio...

—¡Boo! —grito cuando sale Timmy con su bolsa azul oscuro al hombro. Él no se asusta, solo me dedica una sonrisa de medio lado—. ¿No te ha sorprendido? —pregunto poniéndome de puntillas.

—Realmente me has dejado anonadado —comenta en tono neutro—. Me repongo rápido del susto porque tengo...

—Entrenamiento —completo la frase con retintín. Suelto una carcajada y la sonrisa de él aumenta—. Vámonos ya.

El de gafas se me adelanta de improvisto y sale corriendo. Pues sí que tiene ganas de correr el niño. Le sigo muy contenta aunque haya que ir deprisa, me apetece muchísimo ver cómo entran en acción. No creo que lo que hacían mis hermanos en el jardín fuera algo que hiciesen en la tarima.

Hay una suave brisa que me acompaña durante el trayecto y remueve todo mi cabello hacia atrás, más de lo que lo hace la propia carrera. Voy frenando al ver que, únicamente, hay unos pocos chicos por el lugar y que Timmy ya está hablando con el señor Silva. Intento recoger mi pelo en una coleta alta porque me empieza a molestar, igual debería hacer un cambio de look. Si se lo digo a Ellie me mata, sería el séptimo en tres meses.

—¡Joder! —chillo.

Mis pies por sí solos se tropiezan entre ellos, trastabillo intentando encontrar el equilibrio y si no es porque Timmy aparece sujetándome por la capucha, mis dientes no lo cuentan. Además que dos de mis dedos se habían quedado enredados en la goma del pelo y por lo tanto no podía parar con las manos la caída y me hubiese roto algo. ¡Qué desastre!

·𝑬𝒎𝒑𝒂𝒕𝒉𝒚 & 𝑰𝒍𝒍𝒖𝒔𝒊𝒐𝒏𝒔 ·  ✨ꜰᴀɴꜰɪᴄ ꜰᴀᴛᴇ: ᴛʜᴇ ᴡɪɴx ꜱᴀɢᴀ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora