La Princesa Del Olimpo

Enfrentamiento

El tiempo fue pasando, aunque Kratos no era Ares, lo empecé a ver como un hermano, lo ayudaba a organizar el palacio, lo bañaba, vestía, limpiaba sus armas y armadura como lo hacia con Ares pero el sentimiento de hermandad se fue transformando en algo más, el se dio cuenta y no hubo marcha atrás.

Los demas le tenían miedo o odio pero no lo conocía como yo lo hacía, me llamaron loca por defenderlo junto a Atenea pero no me importó.

Atenea empezó a sospechar pero no le dio importancia.

Ella volvió a ir hablar con Kratos, esta vez sola, dijo que está vez sería peligroso, cuando volvió estaba echa una furia algo muy extraño de ella, se fue hablar con mi padre y después en unos minutos los rayos y truenos resonaron por todo el Olimpo.

Kratos que has echo

Horas después escucho la puerta de mis aposentos abrirse y Hera aparece con una mirada feliz, caminando con rapidez a mi dirección me tomo de las mano y me guio a la cama para sentarnos.

Sophie: Tía que sucede.

Hera: Oh querida niña, tu padre al fin a echo algo bien.

Sophie: Y que fue lo que hizo tía.

Hera: A matado al espartano, nos hemos librado de esa escoria de una vez por toda.

Con rapidez suelto su mano y me levanto de la cama para alejarme de ella.

Sophie: No es cierto, estas mintiendo.

Sophie: Quiero ver a padre ¡ahora!

Hera: El no está aquí esta en el mundo mortal.

Hera: En estos momentos debería estar en Esparta aniquilando a todos.

Sophie: Eso no es verdad, padre no haría eso.

Heracles: ¡HERMANA! Hera.

Sophie: Hermano dime que no es cierto.

Heracles: No es momento para esto hermana las dos deben venir ¡ahora!

Hera: Que sucede.

Heracles: El fantasma de Esparta a matado a las destino y a regresado en el tiempo.

Heracles: Esta peleando con padre ahora y Atenea a bajado a ayudar.

Sophie: Dios. Corro al salón del trono

Sophie: Que esta ocurriendo.

Hermes: Mira tu misma.

Me acercó al círculo que se encuentra en el suelo del salón y veo a mi hermana peleando con Kratos. Antes de que Kratos se acerque a matar a mi padre ella se sacrifica recibiendo el golpe.

Caí de rodillas cuando la espalda del Olimpo atravesó a Athena y un jadeó de horror y tristeza sale de mi boca.

Es mi hermano, Kratos es mi hermano mayor

Zeus regreso y ve todo el caos que sea ocasionado, pero lo que le llamo más la atención fue su hija arrodillada en suelo viendo al mundo mortal específicamente a su hermana y hermano hablando.

Zeus: Mi niña, debes salir de aquí ahora. Se acercó y la tomó de los hombros

Sophie: Padre, dime que no es cierto por favor. Lo veo con ojos suplicantes

Zeus: Solo quería protegerte mi niña perdón.

Sophie: Oh Dios no no.

Sentí como mi cuerpo se hacía pesado y mi padre me sujetaba con más fuerza para evitar que callera.

Zeus: Heracles llévate a tu hermana a sus aposentos. Me entrega a mi hermano que me carga en estilo nupcial

Zeus: Los demás debemos prepararnos para la batalla que viene.

Hera: Me quedare con ellos dos.

Zeus: Mujer no.

Hera: Tu hija necesita ayuda esposo. Se marchó siguiendo a Heracles

Cuando llegamos Heracles me dejo en mi cama, me miro con compasión y ternura antes de marcharse, dejándome con Hera.

Hera: Necesito hablar contigo. Se sentó en la cama y me miro tomando más vino

Sophie: No quiero hablar ahora tía.

Hera: Se que es difícil niña pero.

Sophie: Pero que Hera que, Kratos no sólo mató a mi hermano, ahora a matado a Athena mi hermana.

Hera: Crees que no estoy triste también niña.

Hera: Tu perdiste dos hermanos, pero yo perdí un hijo.

Hera: Vi como ese bastardo se sentaba en su trono y tu padre lo apoyaba.

Hera: Vi como la niña que crie, la niña que creía que entendía mi dolor y lo compartía iba a escondidas a ver a ese ruin.

Hera: No sólo eso si no que empezaste a enamorarte de él.

Sophie: Eso no es cierto. Miento

Hera: No trates de negarlo.

Sophie: Tu no sabes nada tía, y desde que tengo memoria tu solo me has menospreciado e insultado.

Hera: Tal vez no te mostré amor, pero eso no significa que no te cuídala como una hija.

Sophie: Tía.

Hera: Te quedaras aquí y no saldrás bajo ninguna circunstancia, habrá guardias en las puertas para cuidarte. Respondió secamente y se fue

Yo lo pude hacer fue llorar y llorar hasta que un gran temblor hizo que todo el Olimpo temblará.

Ya esta aquí

Me acercó a el gran ventanal para ver lo que sucede, la brisa hace que tanto mi vestido dorado como mi cabello castaño oscuro volará, el frío atravesó mis brazos y piernas desnudas, y la parte de mi pecho que no cubría el vestido.

Pude ver que la batalla había comenzado, los titanes estaban golpeando a mi familia con todas sus fuerzas, los cimientos del Olimpo temblaban y trozos de piedra caían por todos lados.

Me puse la armadura plateada en forma de corsé que Hefesto me hizo, debajo de ella tenía un vestido blanco con detalles verdes que me llegaba a las rodillas, mis sandalias con protecciones plateadas, una tiara, mi espada y la daga como mis brazaletes.

Recogí mi larga cabellera en una trenza y agarre un mechón trenzado y lo puse como una diadema en mi frente, fui a salir pero los guardias me lo impidieron dejándome solo con la opción de noquearlos.

Corrí por los pasillos y vi a Kratos tomando del cuello Hera matándola, grite con dolor revelando mi presencia ante el.

Sophie: Que haz echo Kratos, por que lo has echo.

Kratos: Esto no te incumbe niña. Se fue acercando a mi

Sophie: Aléjate fantasma de Esparta, aléjate de mi. Me alejo de él hasta chocar contra un muro

Kratos: No quiero hacerte daño, no a ti.

Sophie: Ya lo has echo y lo estas haciendo todavía. Sacó mi espada y le punto

Sophie: No te dejaré acercarte a padre...Hermano.

Kratos: Lo sabías. Gruñó con ira

Sophie: No, me enteré al mismo tiempo que tu, cuando matabas a Athena. Me lanzó atacarlo

Las espadas del exilio y mi espada soltaban chispas al chocar una y otra vez, el combate fue agotador pero ninguno de los dos iba a rendirse, no fue hasta que otro temblor azotó y los pilares cayeron sobre mi que todo terminó.

Al menos eso creí.