CAPITULO 11

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Con los ojos rojos, mejillas aún húmedas y nariz moqueante, Joaquín baja las escaleras lentamente. Por lo que vio en el reloj colgado en la pared, son las 10 pm. Es domingo y mañana hay clases. La tarde de ayer y la de hoy se la pasó en su habitación, encerrado, llorando por tan torpe que fue al abrir su bocota y decirle a Emilio que le gusta. Bufa, sorbiéndose la nariz.

Empuja la puerta de la cocina con su mano abierta, la luz está prendida. su madre está cenando se ve cansada, pero apenas lo ve, una sonrisa cálida se dibuja en sus labios.

"Hola ma" su voz suena una poco ronca. Se aclara la garganta y le sonríe a su mamá, para no preocuparle.

"Hola, Joaco. ¿cómo estás, bebé? ¿me extrañaste?" la mujer se para de su asiento, caminando a su hijo, abrazándolo.

"Si, mamá te extrañé mucho. También extraño a papá" sus labios se curvan a abajo, en una mueca triste.

"Tranquilo, amor, vendrá pronto. traje regalos, están en la sala, pero ya mañana los veras. ahora es tarde y necesitas descansar"

Joaquín asiente. toma un vaso, lo llena de agua, lo bebe y su mamá ya no está en la cocina. Da gracias que no notó sus ojos rojos o algo raro en él. Sube a su habitación, donde sólo está prendida la tv, sin volumen. Revisa su celular y tiene 2 mensajes de Mauro, deseándole buenas noches.

Ya ha lavado sus dientes, así que no le falta nada. Una vez dentro de las sábanas, con el mando apaga el televisor cierra los ojos, tratando de dormir, de descansar y olvidar un rato la vergüenza pasada con Emilio

No ha pasado mucho desde que sintió caer en un sueño casi profundo, cuando su celular suena. La pantalla de su celular brilla. Lo toma, sus ojos se lastiman por la claridad.

"Emilio"

Contesta rápido, podría ser alguna emergencia, Joaquín piensa.

"¿si?"

"¿Joaquín? soy Cain, el amigo de Emilio"

"Oh, si claro"

"Lamento molestar a ésta hora, pero Emilio no deja de joder. Espera, te lo paso"

"Tu no entiendes Caín... él-él lloraba y yo-" se oye la voz de Emilio al otro lado, no es consciente de que tiene el teléfono cerca. suena grueso y gangoso, Joaquín puede oír que está hipando.

"¿Emilio?" pregunta, tímido.

"¿Joaquín? ¿eres tú? joder, Joaquín. Dijiste que no debía llamarte Joaquín porque-porque no quiero ser tu amigo. Yo si quiero ser tu amigo Joaquín"

"Está bien, Emilio. siento haber dicho eso. Fue tonto de mi parte"

"Nl, no. Estuvo bien, yo-yo ¡Cain, es Joaquín!" grita de la nada, luego ríe. "¿podemos vernos algún día? Cain y Charlie dicen que debemos hablar bien"

"Bueno, eso creo"

"Mmh" no dice más. sigue hipando. pasan unos segundos más hasta que Emilio cuelga.

Confundido, el castaño deja nuevamente su celular en el buró.

...

Joaquín llega a la escuela algo cansado. No durmió la mayor parte de la noche. No sabe a que se debió la llamada de Emilio, piensa que fue una tontería de Cain, que sólo querían molestar y hacerle una broma de borrachos.

Pero lo que si sabe, es que el universo lo odia. Está parado en la entrada de la universidad pública, donde Emilio estudia. La escuela estaba haciendo visitas a universidades para que los alumnos prontos a egresar, elijan una buena opción. A Joaquín todavía le falta un año, pero a los maestros se les ocurrió la buena idea de llevar a los 5 mejores promedios de la clase. Entre ellos, Joaquín y Mauro. El rubio se ve emocionado, sonríe, mirando la estructura del lugar. Joaquín espera no ver a Emilio, porque sería vergonzoso.

"Bueno chicos. hoy les daremos un recorrido por la universidad, les hablaremos un poco sobre las carreras que tenemos aquí. a las 12pm nos veremos en el gimnasio, habrá una actividad y serviremos los desayunos" el director de ahí habla en voz alta, para que todos pudieran escuchar.

Los forman en grupos, para poder organizarse. Eran bastantes, ya que habían otras escuelas además de ellos. Una señora alta pero algo llenita les guiaba, de su cuello colagaba una foto de ella, sonriente y con su nombre. Uno que Joaquín no puede pronunciar. Por suerte, Mauro quedó en su grupo, tenían los brazos entrelazados para no perderse, veían al rededor. Era una escuela bastante bonita y colorida. Tenía muchas áreas verdes, de hecho, varios alumnos se encontraban ahí, algunos bajo los árboles, haciendo alguna tarea u otros, simplemente descansando.

"¡Hey, hey, hey!" la voz de la mujer sonó en advertencia. "¿Qué se les ha dicho sobre basarse en los pasillos, señores Jung y Min?"

Joaquin alza la vista del suelo. Charlie está contra la pared, sonriendo. Cain a un lado de él, también soriendo divertido. Ambos tienen los labios rojos, algo húmedos.

"Es la última vez, lo prometo" Caín dice.

"Si, si. Ya he escuchado eso varias veces"

Todos ríen, Joaquín y Mauro también lo hacen, tímidamente.

"¿Han visto al señor Osorio? el tiene que presentar hoy" la cara de Joaquin palidece un poco al oír eso.

"Está adentro, preparándose"

"Esperen un poco aquí, jóvenes" ella entra a un salón. Todos se quedan ahí y comienzan a hablar sobre cualquier cosa o de lo guapos que Cain y Charlie son.

"Hola, Joaquín" Charlie se acerca, seguido de su novio, quien lo abraza por detrás.

"Hola, Charlie"

"Hey ¿tú eres?" Cain pregunta, viendo al rubio amigo de Joaquin.

"Hola, soy Mauro" sonríe con las mejillas rojas.

Los mayores les hablan sobre la escuela, las actividades extras que hay etc. Mauro parece realmente interesado en todo eso. pero aún no sabe que estudiar.

"Buenos días, mi nombre es Emilio  Osorio y hoy les daré una pequeña introducción acerca de lo que es la carrera de odontología"

Su voz suena gruesa. El corazón de Joaquin se acelera en exceso.

No quiere voltear y verlo.

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