The perfect gift.

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Narra Billy Hargrove.

Salí de la casa de Bella con una sonrisa en el rostro, pero también preguntándome, ¿Qué carajos le daría de regalo en su cumpleaños?

Nunca había dado un obsequio, así que era difícil para mí, además tenía que ser algo especial, algo que impresionara a Bella, o que al menos le guste, estoy seguro que en esa fiesta habrá gente que le regalará joyas y cosas a las que tal vez está acostumbrada, ¿Qué haría?

De camino a casa fue lo único en lo que pensé, tendría que lograr averiguar qué le gustaba a Bella, y lo que podría estar a su altura, pero también no es que tenga buenos recursos para estar regalando joyas de 200 dólares o más.

Al llegar a casa, estacione y Max fue la primera en bajar del auto, al parecer estaba molesta, no le gustaba para nada que fuera cercano a Bella y eso lo podía percibir a kilómetros, pero me daba totalmente igual lo que le gustará o no, camine hacia la casa y después tocamos hasta que nos abrieron, entramos y mi padre lo primero que pregunto fue por Bella.

Neil: ¿Le dijiste?

Billy: Solo necesita saber dónde celebrarán.

Me abrazo hipócritamente y reía mientras me decía "buen muchacho" yo no lo abracé, solo me quedé quieto, después se separó de mí y me tomo de las mejillas para juntar nuestras cabezas.

Neil: Seremos grandes.

Me quite con cautela y camine hasta mi habitación, en el camino saludé a Susan y después me metí a mi habitación.

Ya adentro comencé a desvestirme para dormir, ya listo me fui a la cama.

Al día siguiente el ruido del teléfono me levantó, al parecer nadie quería levantarse a contestar, fui hasta el maldito teléfono y conteste, rápido escuché una aburrida voz.

Tina: ¿Billy?

Rodeé los ojos y contesté.

Billy: ¿Qué te pasó por la cabeza al llamar a esta hora?

Tina: Lo siento, solo quería verte.

Deje salir un suspiro cansado de lo intensa que era.

Billy: No puedo, tengo algo muy importante que hacer.

Tendría que salir a ver qué podría haber que le gustará a Bella y tal vez ir a verla después.

Tina: ¿Tu asunto se apellida Scott?

Billy: ¿Por qué no te pones a hacer algo en vez de estarme llamando a estas horas de la mañana? Tal vez puedas recoger tu cama.

Colgué el teléfono y me dirigí a mi habitación nuevamente, después fui al baño y de ahí, fui nuevamente a la cama.

Me quedé dormido un rato hasta que escuche como tocaban la puerta, era Susan.

Susan: Billy, está listo el desayuno, te esperamos.

Billy: Me cambio y salgo, gracias Susan.

Con un poco de trabajo me levanté de la cama y me puse un short junto con una camisa solo para ir a desayunar, después vería que me pondría para salir.

Llegué a la mesa y todos ya estaban sentados, al parecer me esperaban.

Billy: Susan, ¿Puedo preguntarte algo?

Mi padre y Susan me miraron rápidamente, pero Susan asintió sin ningún problema.

Billy: ¿Qué les gusta a las chicas?

Todos me miraron confusos, al parecer no tenían idea de que hablaba.

Neil: ¿A qué te refieres?

Billy: Bella cumplirá años en poco tiempo y no tengo idea de que regalarle.

Susan: ¿Le gustan las flores? Eso puede ser algo básico, pero un detalle que sin duda es lindo para casi todas las chicas.

Max: Margaritas.

Ahora todos mirábamos confundidos a Max, ¿De qué hablaba?

Neil: ¿Margaritas? ¿Qué es eso Max?

Max: Esas flores le gustan a Bella, tiene un cuaderno en el cual casi siempre las dibuja.

La miré con una sonrisa, se me vino algo a la mente.

Billy: Gracias Max pero, ¿Cómo se ve ese cuaderno?

Max: Es color lila y tiene solo las siglas de sus apellidos, H.S.

Sonreí victorioso, había una posibilidad de que en ese cuaderno Bella haya dibujado más cosas que le gusten, ahora solo quedaba encontrarlo y poder husmear un poco.

Susan: ¿Y tú cómo sabes lo qué dibuja cariño, la haz espiado?

Max se sonrojo enseguida, tal vez por vergüenza al ser descubierta.

Max: Es que... Bella lo dejo una vez en el sofá, entonces Fany y yo no aguantamos la curiosidad de poder verlo, pero solo alcanzamos a ver esas flores, ya que llegó y rápido dejamos el libro donde estaba.

Por primera vez, Max me había servido de algo, viendo ese libro tendría el regalo perfecto, tal vez mucho mejor que relojes o joyas preciosas.

Me puse a pensar en como tener una excusa y verlo, pero no sé me ocurria nada, solo ir a su casa y buscarlo, pero tenia que entretenerla en algo.

Después de pensarlo tanto, fui decidido a cambiarme para después ir a casa de Bella, tal vez en el camino se me ocurriría algo.

Mientras me perfumaba, se me ocurrió una gran idea, a lo cual sonreí, mi plan saldría muy bien, estaba seguro.

Hearts of twoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora